jueves, 24 de septiembre de 2015

¿A QUE FUE EL PAPA A CUBA?



A pesas de sus posturas demagógicas, el Vaticano defiende el orden social existente, la ideología de la reacción, el imperialismo y capitalismo son sus escudos ideológicos. Pero como la ideología del imperialismo esta desacreditada o moribunda a nivel global, se acomoda a posturas populistas para sobrevivir.
Marx estableció a inicios del siglo XX como podría terminar: "la religión se irá disolviendo conforme vaya disolviéndose la explotación y destruyéndose la opresión; y con ellos sirven a clases explotadoras y la que viene no es una clase explotadora, el papado no podrá sobrevivir; y la religiosidad tendrá que irse disolviendo, entretanto hay que reconocer la libertad de conciencia religiosa hasta que los hombres, avanzando en nuevas condiciones objetivas, puedan tener una conciencia clara, científica y transformadora del mundo."
El Vaticano, la Iglesia católica, opera en los países pobres como una trasnacional que busca invertir y obtener ganancias. Cuba es un postre apetitoso pero antes de inyectarles la droga les ofrece las necesidades básicas. Primero el estomago y luego la droga. El Vaticano le propone al gobierno cubano participar en el "desarrollo de país", es decir busca establecer y controlar escuelas, hospitales y universidades privadas, servicios sociales, comedores populares.
Y para ese proposito la Iglesia necesita capital humano e infraestructura (construir iglesias). Cuba tiene 11 millones de habitantes y solo 350 sacerdotes (la mayoría entraron como misioneros extranjeros en los 90s después de la visita del papa Wojtyla (Juan Pablo II). Buscan controlar a los jóvenes y con ese propósito Raúl Castro ya autorizo aperturar centros comunitarios de la Iglesia, catecismo los domingos, la apertura de la revista "La Nueva Palabra" dedicado a los temas sociales y políticos y pronto a pedido del papa Francisco se dará apertura de radio y TV a nivel nacional. El mismo Raúl castro anuncio públicamente que él podría retornar al a Iglesia (antes que se vaya al otro mundo). Allí está la prueba que los castros nunca han sido comunistas.
El Vaticano tiene un cardenal muy astuto en La Habana, Jaime Lucas Ortega no es tan bruto y torpe como Luis Cipriani del Perú. Busca destruir el capitalismo de estado y lo poco de socialismo que existe en Cuba en forma gradual y progresiva. Con ese propósito, se declara neutral en la represión a los disidentes de extrema derecha, por ejemplo en una entrevista radial a una radio de Miami el 15 de junio dijo "no tengo conocimiento que en Cuba existe presos políticos". Y cuando asistió a la reapertura de la Embajada de EEUU en Cuba se negó a recibir una supuesta lista de prisioneros políticos entregados por anticastristas. El hecho es que la Iglesia en Cuba está dividida, los misioneros que penetraron en los 90s buscan derrocar al cardenal Ortega y lo podrían lograr pronto porque ya está en la edad de retirarse.
¿Y a que va el papa a EEUU? Existe una investigación que concluye así: "Así como el mal tiempo puede afectar las fuerzas del mercado, también lo hace la visita del papa a Nueva York". En la última visita del papa Benedicto XVI el 18 de abril del 2008, Wall Street reacciono fuerte elevando el valor de los stocks en 1.8% por día, una visita papal genera millones de dólares pero irónicamente Francisco dijo en su evangelio de Julio pasado que esos que solo buscan dinero son "el excremento del diablo".
William Palomino.
Abancay, Perú. 09-24-2015 ==========================  LA VISITA DEL PAPA A CUBA.  Por  FRANCIS X. ROCCA Lunes, 21 de Septiembre de 2015 13:58 EDT
HOLGUÍN, Cuba—El papa Francisco, el primer pontífice en visitar esta ciudad en el centro de Cuba, se compadeció el lunes de los católicos del país por las dificultades que presenta la vida religiosa en un país comunista, pero no hizo ninguna crítica directa de los líderes cubanos.
“Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo”, dijo el Papa en su homilía.
Los comentarios del Pontífice fueron una queja pública relativamente suave durante un viaje que ha sido marcado por la cautela frente al gobierno de la isla.
El día anterior en La Habana, el papa Francisco se reunió con el presidente Raúl Castro y su predecesor y hermano Fidel Castro, poco después de que disidentes dijeran que fueron detenidos para prevenir que asistieran a una misa papal.
Otros grupos de disidentes también fueron arrestados el domingo, incluyendo uno que había sido invitado por la misión diplomática del Vaticano para hablar con el Papa a puerta cerrada. La reunión nunca se llevó a cabo.
Antes de la visita, el Santo Padre había sido criticado por su decisión de reunirse con Raúl y Fidel Castro, pero no con los disidentes.
Las homilías de los últimos dos días no incluyeron fuertes declaraciones políticas, aunque el lunes el Papa le dijo a una congregación de miles en la Plaza de la Revolución de Holguín que la fe en Jesús “nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto”. Cuba ya no es oficialmente un estado ateo, pero la Iglesia Católica y otros grupos religiosos continúan operando bajo muchas de las restricciones impuestas por el gobierno comunista en los años posteriores a la revolución de 1959.
Las visitas de San Juan Pablo II y el papa Benedicto XVI en 1998 y 2012 respectivamente, lograron concesiones del gobierno como visas para misionarios extranjeros y el establecimiento de Navidad y Viernes Santo como fiestas nacionales.
Aunque la iglesia ha abogado por sí misma en Cuba, también ha guardado silencio sobre la falta de derechos políticos y libertades en la isla.
El vaticano ha dicho que el Papa probablemente se referiría a la libertad religiosa o los derechos civiles no en comentarios públicos sino en reuniones privadas con el presidente Castro y otros funcionarios.

sábado, 12 de septiembre de 2015

LA DEMAGOGIA DE OBAMA SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO TRATA DE PRESERVAR EL SISTEMA QUE DESTRUYE EL PLANETA


Por Orpheus Reed
9 de septiembre de 2015. 

Barack Obama viajó a Alaska con un declarado propósito de recalcar los peligros del cambio climático. Pero al visitar glaciares que se derriten, una aldea indígena en la costa del Ártico y unos pescadores, lo que hizo fue crear opinión pública a favor del programa estadounidense sobre cómo abordar el cambio climático.
Antes de analizar lo que Obama se propuso lograr con su viaje, repasemos la urgencia en la que estamos: Los últimos dos meses han sido los más calurosos desde que comenzaron a registrar los datos en 1880. En muchos casos no se vencieron las temperaturas récord por poco, sino que fueron apabulladas. En el oeste de Norteamérica, incluyendo Alaska, ha habido enormes incendios de increíble ferocidad y ámbito, encima de la terrible sequía y falta de nieve en este invierno pasado. En otras partes del mundo, olas de calor interactuando con otros factores productos de la opresión imperialista, han dejado cientos y tal vez miles de muertos. En los ríos del oeste los salmones mueren porque el agua es demasiado tibia. Los glaciales y capas de hielo se están derritiendo cada vez más rápidamente. Unas capas de hielo, como la de la Antártida Occidental, ya están en un espiral descendiente final de colapso lento, del cual no hay regreso. A los océanos les están vaciando de vida, trastornando, calentando y alterando químicamente de tal manera que podrían eliminar a buena cantidad de la vida.
Uno tras otro los estudios científicos mencionan los enormes daños que se ven en el planeta y sus especies. Advierten que los cambios que estamos viendo podrían resultar en el desenlace de ecosistemas que perdurará por miles de años. Todo esto indica los enormes cambios que se están dando hoy mismo y la probabilidad de saltos inminentes hacia zonas de catástrofe que no se hayan registrado en la historia. Y el responsable de todo esto es el sistema de capitalismo-imperialismo que Obama encabeza y defiende, y el rapaz impulso competitivo del sistema por las ganancias, y el choque con otras potencias mundiales impulsadas por los mismos factores.
Un sistema que NO tiene soluciones
En vista de esto, ¿anunció Obama que su gobierno dejaría inmediatamente de sacar petróleo y gas natural, después de que bajo su administración se volvió el mayor productor mundial de estos? ¿Dijo que de urgencia y sin demora, tenemos que cambiar y empezar a usar energía verde y que todo el carbón en territorio estadounidense tiene que quedarse en la tierra? ¿Canceló sus planes para abrir el océano Atlántico para la perforación? ¿Presentó un plan para combatir la crisis de la extinción de especies causada por el sistema capitalista-imperialista? ¿Pidió disculpas y canceló su decisión de permitir que se perfore en el Ártico, lo cual no solo podría resultar en un devastador derrame de petróleo en uno de los últimos océanos vírgenes sino que los científicos han dicho que es totalmente incompatible con la prevención de un desastre ecológico? No a todas.
En Anchorage, Alaska, Obama habló en una conferencia internacional sobre el Ártico. Se refirió a cambios [hyperlink] que se están dando hoy mismo en Alaska debido al cambio climático y dijo que ese y otros acontecimientos en otras partes del mundo demuestran que no es un problema distante sino algo “que está pasando ahora”. Dijo: “No estamos reaccionando suficientemente rápido” con respecto al cambio climático, y que “Estados Unidos reconoce el papel que ha jugado en crear el problema y aceptamos nuestra responsabilidad para ayudar a resolverlo”.
La resistencia es indispensable.
Ha habido importante oposición al viaje de Obama a Alaska y su programa. Ambientalistas realizaron protestas en Anchorage, Seattle y Portland en las que denunciaron la hipocresía de Obama que por un lado autoriza la perforación del Ártico y al mismo tiempo asevera que está combatiendo el cambio climático. Los ambientalistas desenmascararon esa aguda contradicción, a tal punto que salió en la prensa grande durante el viaje de Obama.
Obama y la Casa Blanca se vieron obligados a defender su decisión sobre el Ártico. En su programa radial semanal, Obama dijo que no había ningún choque entre perforar en el Ártico y luchar contra el cambio climático. Dijo que Estados Unidos iba a abandonar los combustibles de fósiles, pero que “es preciso que nuestra economía se base en el petróleo y el gas. Mientras ese siga siendo el caso, pienso que debemos apoyarnos más en productos internos que importados”. Además de la obvia y descarada orientación de “USA ante todo, qué me importa la humanidad”, ¡es pura mierda! Es como decir que estás ayudando a un náufrago mientras lo sujetas debajo del agua.
Y recordemos la totalidad de lo que Obama y su administración han hecho en el Ártico. Su administración le dio la luz verde a la solicitud de Shell para operar en el Ártico, a pesar de la evidencia del daño que podría causar inmediatamente a los mamíferos y los derrames de petróleo que vendrían. Y a pesar de los estudios científicos que advierten de que no se debe perforar para combustibles fósiles en el Ártico si se quiere salvar el planeta.
Además, la administración de Obama despachó a la Guardia Costera que con otras autoridades reprimieron a quienes de veras hicieron algo para proteger el Ártico al bloquear las plataformas petrolíferas de Shell en Seattle y Portland. Cuando la gente recurrió a protestas valientes y creativas para proteger el Ártico con kayaks y colgándose de puentes, mandaron a la Guardia Costera y a la policía para hostigar y arrestar a los manifestantes, ¡por infringir en las zonas de seguridad de los barcos perforadores que están infringiendo en la seguridad de todo nuestro planeta! ¡Eso es indignante y criminal!
La lucha sobre la perforación en el Ártico y la destrucción del ambiente en general se está intensificando. Hay más gente que se ha movilizado y que participa en la resistencia, algunos arriesgando mucho. Y lo que es muy importante, estas luchas han dado más materia prima para denunciar la ilegitimidad de este sistema.
Es importante que quienes se han puesto de pie para resistir cumplan con sus convicciones, y que no cesen hasta que se detenga la destrucción del medioambiente del planeta. La lucha para parar la perforación del Ártico y toda la batalla para PARAR al capitalismo-imperialismo antes de que destruya el planeta tienen enormes consecuencias para la humanidad.
La prensa transmitió estos comentarios de Obama como si fueran “un mensaje urgente”. La verdad es que sus comentarios ni se asemejan a la urgencia de la crisis climática y su carácter fuera de control, por no decir nada del hecho de que ni mencionó la emergencia ambiental general. Tanto él como una sesión informativa de la Casa Blanca mencionaron que el cambio climático está alborotando la vida de los estadounidenses, sin mencionar que amenaza con ser una catástrofe, especialmente para los miles de millones de personas que viven en los países más pobres. Así que el mensaje de Obama no fue nada más que una manera de aprovecharse del pueblo de Alaska y de su magnífico entorno, aunque cada vez más desgastado, para tomarse fotos y encubrir a este sistema criminal que es el principal responsable del precipicio ante el cual estamos con el medioambiente, y para conseguir fieles seguidores que defiendan a este sistema.
¿Qué impulsa la carrera para destruir el Ártico?
Obama aprovechó el viaje para aparentar como defensor del medioambiente y colocar a Estados Unidos en una posición como la fuerza dominante en las pláticas sobre el medioambiente que se celebrarán en París próximamente, y donde se espera que las grandes potencias firmen un acuerdo con leves modificaciones a las emisiones de gases de efecto invernadero.
El posible acuerdo y toda la rebatiña en anticipación de las pláticas tienen que ver con el forcejeo entre las grandes potencias por tener la posición número uno en el mundo venidero de catástrofe ambiental y masivos trastornos generados por su sistema. Durante su visita en Alaska, Obama no propuso ninguna propuesta nueva para abordar el cambio climático. Se limitó a reiterar su plan de recortar, antes del 2025, la contaminación por entre 26 y 28% por debajo de los niveles del 2005, y de recortar la contaminación de las centrales hidroeléctricas por 32% antes del 2030. Como ya hemos analizado, estas propuestas son insignificantes en comparación con los recortes que demanda la realidad de la crisis climática. Se basan en calculaciones falsas que encubren la verdadera cantidad de contaminantes de las que es responsable los Estados Unidos, por ejemplo cuando se toma en cuenta la contaminación del carbón de la que es responsable en otros países, y la contaminación de la que son responsables sus fuerzas armadas cuyas emisiones “no cuentan”.
Los recortes propuestos por Obama concuerdan con los intereses de que perdure el dominio de la economía del planeta por parte de los capitalistas estadounidenses. De hecho, la propuesta de Obama y sus maniobrarías pre conferencia de París responden a una lógica de cómo mejor proteger los intereses económicos y estratégicos de Estados Unidos y su dominio en el mundo ante una devastación del medioambiente que se precipita y que afectará a todo.
Obama representa a un sector de la clase dominante estadounidense que reconoce por lo menos algo de los trastornos concretos que el planeta enfrenta y quieren ver cómo mejor “manejar” esta crisis para que Estados Unidos siga como mandamás. Pero esta crisis no se puede “manejar”. No se la puede empaquetar nítidamente y ponerla un listón de los intereses de Estados Unidos. La crisis ambiental es una amenaza al mundo entero y al futuro mismo de la humanidad, y está que arde. Es algo que se tiene que abordar de frente, e inmediatamente se tiene que efectuar enormes y radicales transformaciones. Pero haga lo que haga este sistema, no tiene soluciones y no puede efectuar los cambios radicales necesarios.
Y los intereses de Estados Unidos están en contra de los intereses de sus rivales y su creciente desafío. Eso se ve en la pugna por ver cuáles de ellos van a saquear el Ártico y “hacer su agosto” y cuáles serán dejados atrás ante “las oportunidades”, como las ven los capitalistas-imperialistas, hechas posibles en el Ártico por el cambio climático.
No se trata solo de competencia económica. Uno de los crecientes aspectos de la contienda entre Estados Unidos, Canadá, Noruega, Rusia y Dinamarca, y otros países como China que se quieren meter, es la proyección del poderío militar, aunque por el momento no ha llegado a un conflicto directo. Una directiva presidencial bajo el turno de George W. Bush, y continuada bajo el de Obama, esboza una estrategia que requiere que Estados Unidos “asuma una presencia nacional más activa y de mayor influencia para proteger sus intereses en el Ártico y proyectar mayor poderío marítimo en toda la región”. Un documento estratégico del CNA Corporation Military Advisory Board (Consejo Consultivo Militar de la Corporación CNA) dijo que el cambio climático es una amenaza al “poderío nacional” estadounidense y aconsejó que Estados Unidos se acelerara la proyección del poderío militar a medida que el Ártico se derritiera.
De hecho, una de las pocas propuestas nuevas de Obama es construir más rompehielos para extender el poderío de Estados Unidos en esa región de importancia estratégica.
Obama también dijo que abordar el cambio climático de una manera significativa para salvar el planeta concordaba con que las economías del mundo sigan creciendo (o sea crecer como han estado creciendo, propulsadas por el mercado, y no a partir de las necesidades de la humanidad y el ambiente). ¿Sus pruebas? Este año las economías del mundo crecieron, pero según se informa la contaminación por carbón no creció por primera vez en décadas. Esa leve nivelación de un año en la contaminación de carbón está a años luz de lo que la situación exige: recortes masivos a las emisiones del carbón, medidas para dejar de extraer petróleo, gas y carbón de la tierra y los mares, y que se deje de talar los bosques. La naturaleza del problema es inminente y desalentadora. Por ejemplo, recientes estudios científicos indican que aunque se parara inmediatamente las emisiones, los océanos seguirían calentándose por siglos, debido a todo el calor que han absorbido de la atmósfera.
Y aunque es un “imperialista ilustrado”, Obama está lejos de hacer frente a la emergencia, ni mucho menos tiene una verdadera solución. Y aunque él lo quisiera hacer, este sistema y sus modos de operación subyacentes lo excluirían.
Los acuerdos que se pacten serán configurados y limitados por los intereses de las potencias capitalistas que quieren sacarle la ventaja el uno al otro. Además, las promesas y los acuerdos de los imperialistas son una cosa, cumplirlos es otra. En vistas del impulso sin descanso del sistema por ganancias y crecimiento, las intensas rivalidades entre todas las potencias competitivas y las graves diferencias dentro de las propias fuerzas de la clase dominante de Estados Unidos, es dudoso que puedan cumplir con acuerdos si es que los concluyen.
Todo esto recalca la importancia de que la gente luche para PARAR al capitalismo-imperialismo antes de que destruya el planeta.