viernes, 15 de enero de 2016

BILL GATES HIZO MAS DINERO EN AFRICA QUE EN MICROSOFT

LA FUNDACION GATES EN AFRICA. 
BILL GATES HIZO MAS DINERO EN AFRICA QUE EN MICROSOFT
Por Raymont Lotta
11-01-2016.
En un estudio de la expansión del imperialismo de Estados Unidos por todo el mundo, examinemos el ejemplo de la Iniciativa del Café de la Fundación Gates en Etiopía, un país empobrecido del Cuerno de África. Bill y Melinda Gates dicen que lanzaron iniciativas como ésta porque les horrorizó la generalización de la muerte y las enfermedades que vieron en su primera visita a África. En su opinión, tal sufrimiento era “innecesario” y una filantropía ilustrada podría ponerle fin.
Hoy el multimillonario Bill Gates promueve el tipo de inversiones y reformas estructurales financiadas por su fundación como un modelo para los gobiernos y otros capitalistas multimillonarios filantrópicos. Un artículo del sitio web de su fundación, “How Good Coffee Becomes Good Business for African Farmers” (Cómo el buen café se transforma en buen negocio para los productores africanos), dice que los préstamos ofrecidos a los agricultores etíopes han “ayudado a miles de pequeños agricultores del Este de África” a tener “acceso a conocimientos técnicos, servicios de procesamiento y molienda profesionales, mercados fiables [y] capital circulante”. Y para coronarla, estos pequeños agricultores ofrecen una fuente fiable de café de alta calidad a los consumidores estadounidenses.
Gates sostiene que se puede y se debería lidiar con las enormes crisis ante la humanidad, como la pobreza y el cambio climático, con una extensa regulación gubernamental y masivas obras filantrópicas como la suya. 
Para dar ese paso adelante, se podría argumentar, y muchas veces sí se argumenta, que Estados Unidos debería usar su gran riqueza para satisfacer las necesidades humanas, al invertir en proyectos que pagan un salario digno y mejoran la situación de los pobres, y dejar de destinar $600 mil millones a las fuerzas armadas, una cantidad que representa la mitad del presupuesto discrecional de Estados Unidos este año.
Examinemos el trabajo de la Fundación Gates en Etiopía, y de ahí veamos lo que esto revela acerca de la naturaleza de la inversión capitalista-imperialista.
¿De dónde proviene el dinero de la Fundación Gates?
¿Cómo funcionan las obras filantrópicas como la Iniciativa del Café de la Fundación Gates?
Lo primero que Gates omite de sus materiales promocionales es que la financiación de las inversiones que hace su fundación requiere inversiones rentables. Para continuar generando fondos para financiar sus proyectos benéficos o de menor rentabilidad, la Fundación Gates necesita obtener un rendimiento de aproximadamente el 5 por ciento en sus inversiones. Ese tipo de rendimiento no se obtiene invirtiendo en pequeñas granjas de café en Etiopía.
La Fundación Gates “invirtió $423 millones en compañías petroleras, cuya contaminación de la delta [de Nigeria] literalmente mata a los niños a quienes la fundación quiere ayudar. [La fundación] tiene en cartera vastas cantidades de valores en compañías farmacéuticas que fijaron precios para las drogas contra el SIDA de tal manera que estaban fuera del alcance de las desesperadas víctimas a quienes la fundación quería salvar. Benefició sobremanera de las entidades crediticias depredadoras cuyas prácticas llevaron a la Gran Recesión, y de fabricantes de chocolate que, según el gobierno estadounidense, han apoyado la esclavitud de niños en la Costa de Marfil”. La fundación “tiene en cartera más de $1.2 mil millones de activos de una lista negra de corporaciones, entre ellas BP, Royal Dutch Shell y Exxon Mobil, cuya expoliación ambiental impulsa el cambio climático”. ("How the Gates Foundation’s Investments Are Undermining Its Own Good Works: Its vast holdings in the fossil fuel and arms industries subvert the foundation’s battle against disease and poverty” [en inglés, Cómo las inversiones de la Fundación Gates minan sus propias buenas obras] de Charles Piller, The Nation, 22 de agosto de 2014)
Si una persona le confrontara a Gates sobre esto, es probable que él respondiera, y acertadamente, que si su fundación no invirtiera en esos proyectos esclavizantes y explotadores que destruyen el medioambiente, no habría ganancias para financiar sus obras benéficas. E incluso si él dejara de invertir en dichos proyectos, otra persona invertiría en ellos. Así son las reglas del juego.
Lo que Estados Unidos lleva al mundo: El capitalismo imperialismo
Sean como sean las intenciones de Gates, los cambios que resultan de los proyectos sin fines de lucro realizados por su fundación (o por el gobierno estadounidense) se ven eclipsados y minados, por mucho, ante el horrible funcionamiento general del sistema capitalista imperialista. (Además, tales obras benéficas son objetivamente parte de mantener la legitimidad del sistema en general.)
En segundo lugar, incluso si tales proyectos se motivan por el deseo de reducir la pobreza mundial, se realizan mediante el sistema de capitalismo imperialismo y refuerzan las relaciones económicas, políticas y sociales del mismo. A eso se refiere la fundación cuando dice que dará a los pequeños agricultores un mayor “acceso a conocimientos técnicos, servicios de procesamiento y molienda profesionales, mercados fiables [y] capitales activos”. De este modo esos proyectos terminan por intensificar la pobreza y desigualdad mundiales, y la dominación de un puñado de potencias imperialistas como Estados Unidos.
Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón.
El imperialismo es el capitalismo en la etapa en que sus contradicciones básicas han alcanzado un nivel extremadamente explosivo. Pero el imperialismo también significa que habrá revolución —el levantamiento de los oprimidos para derrotar a sus explotadores y atormentadores— y que esta revolución será una lucha mundial para barrer a ese monstruo global, el imperialismo.
La Iniciativa del Café de la Fundación Gates ejemplifica eso. No ha puesto fin al hambre en Etiopía, sino de muchas maneras lo ha aumentado. Actualmente, 8.2 millones de etíopes están al borde del hambre, hasta la inanición, sin acceso fiable a suficientes alimentos saludables a precios asequibles. La causa inmediata es una severa sequía (intensificada por el devastador impacto que el imperialismo ha tenido en el clima mundial), pero también lo es el dominio del capitalismo sobre la producción de comestibles en el mundo. La inversión en el café impulsa a más productores a producir cultivos para la exportación a los países ricos, en lugar de producir alimentos asequibles para los etíopes, aunque millones de etíopes pasan hambre. Además, hacen que Etiopía dependa cada vez más en alimentos importados y deja el país a la merced de los vaivenes y crisis del capitalismo mundial.
Además, invertir en la caficultura moderna con destino a exportación distorsiona y desequilibra del desarrollo de la infraestructura en países como Etiopía. Se desarrollan la financiación, el transporte y las comunicaciones necesarias para poder invertir en el café de exportación y para producirlo y transportarlo, mientras que la población hambrienta de una parte de Etiopía no tiene acceso a los comestibles producidos en otra parte. (Véase “Ethiopia’s agriculture boom yields a bare harvest for poor as El Niño bites: Ethiopia may be portrayed as an emerging African powerhouse, but prolonged drought has left 8.2 million people facing a major food security crisis” [El auge agrícola en Etiopía rinde una cosecha reducida para los pobres ante el acecho de El Niño], en el Guardian, 26 de octubre de 2015).
El funcionamiento anárquico del capitalismo implica que los proyectos como la Iniciativa del Café también generan la desigualdad y la profundización de las divisiones de clase. De los 80 millones de pequeños agricultores en Etiopía que se sostienen de la agricultura, unos 30 millones viven en la mayor miseria. La Iniciativa del Café afecta una parte minúscula de ellos, quizás unos 90.000 de los 15 millones de etíopes que trabajan en la industria cafetalera. Los agricultores que reciben esta ayuda y acceso al mercado mundial tendrán una ventaja competitiva en comparación con los demás pequeños agricultores. A pesar de que los pequeños agricultores comenzaron en condiciones más o menos iguales, la competencia capitalista hará que la brecha crezca entre los que reciben ayuda y acceso, y los que no, y muchos irán a la bancarrota.
Las estructuras que refuerzan el capitalismo imperialismo
Siguiendo con nuestro ejemplo de la inversión de la Fundación Gates en los caficultores de Etiopía, ¿qué quiere decir eso de que Estados Unidos lleva al mundo estructuras que refuerzan el capitalismo imperialismo?
Como hemos visto, los proyectos de desarrollo capitalistas imperialistas, sean emprendidos sin fines de lucro o con ánimo de lucro, llevan a una masiva desigualdad y miseria, generando a su vez el sufrimiento en masa, la indignación y, muchas veces, oposición. ¿Así que cómo se mantiene ese arreglo económico? Se lo mantiene mediante estructuras políticas que refuerzan el imperialismo: tanto la imposición a la fuerza de proyectos económicos, como la represión de la población en general.
Fíjese el estado etíope respaldado por Estados Unidos. Ahora mismo intenta desalojar de sus tierras por la fuerza a miles de pequeños agricultores y pueblos tribales, con el fin de abrir camino para proyectos patrocinados por el imperialismo, incluidas unas plantaciones de azúcar. El régimen ha implementado “reformas económicas” para facilitar la inversión mundial en mercados de materias primas, a la vez que reprime con violencia la oposición al estatus quo intolerable y dominado por el imperialismo. Solo durante este año, los grupos de derechos humanos informan que el gobierno etíope ha perseguido a periodistas, blogueros y otros opositores, ha detenido y torturado a manifestantes, y sigue oprimiendo a los pueblos minoritarios. La Iniciativa del Café de Gates es objetivamente una parte de mantener esta estructura de opresión, al crear dentro de Etiopía una base que apoya una economía y un estado orientados hacia el imperialismo.
Un imperio que refuerza un MUNDO de explotación
Es más, lo que se ve en el ejemplo de Etiopía es la realidad mundial. Ese tipo de desigualdad grotesca y severa pobreza, el tumulto social y crisis provocados por la anarquía de capital, que suscita una competencia interminable para sacar mayores ganancias: todo eso requiere la aplicación de violencia para mantenerlo en vigor. Por eso, cuando un banco exige que los agricultores rurales o los que viven en ciudades miseria se vayan a otra parte, hay escuadrones de la muerte y policías y soldados para hacer que se cumplan. Ésta es una razón por la que Estados Unidos respalda a tiranos despiadados por todo el mundo.
Las estructuras para reforzar el imperialismo incluyen la represión violenta de la resistencia y rebelión de los oprimidos. Pero el imperialismo también significa el conflicto y la guerra entre potencias reaccionarias rivales, invasiones, el respaldo de tiranos brutales, golpes de estado, y crímenes de guerra llevados a cabo por ejércitos subsidiarios. En países como Etiopía, en regiones cruciales como el Medio Oriente y en una escala mundial, la dominación estadounidense se enfrenta al desafío constante de importantes rivales capitalistas, potencias regionales y reaccionarios “actores renegados” como el EIIL: todos ellos también impelidos por las reglas y obligaciones del sistema.
Miremos el caso de Etiopía. Es un estado muy poblado y relativamente estable en el Cuerno de África, el cual es una región estratégica y muy volátil, donde hay estados fallidos, plazas fuertes del EIIL, aliados de Irán, y que es objetivo de una rivalidad entre las grandes potencias. En vista de eso, Estados Unidos ha forjado una relación con el régimen y con las fuerzas armadas etíopes en aras de reforzar los intereses políticos y militares estadounidenses en la región, inclusive en su contienda con potencias rivales y, de particular importancia actualmente, con las fuerzas reaccionarias que representan amenazas al funcionamiento del capitalismo imperialismo mundial y al papel de Estados Unidos en eso. La colaboración de Etiopía en asuntos militares y de inteligencia es una parte clave de la “guerra contra el terror” y de intentar mantener un dominio estadounidense en el Medio Oriente y el norte de África.
Así que la necesidad de extender el capitalismo imperialismo y las estructuras que lo refuerzan explica por qué Estados Unidos invierte enormes sumas en aviones no tripulados (drones), bombas, tecnología de espionaje, armas nucleares y soldados. Explica por qué Estados Unidos gasta más en sus fuerzas armadas que China, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Japón e India en conjunto. No es porque algún “complejo militar-industrial”, que opera fuera del funcionamiento y las necesidades del imperio estadounidense, haya corrompido el sistema político estadounidense. Las masivas fuerzas armadas estadounidenses refuerzan un mundo de explotación y el papel de Estados Unidos a la cabeza.
Para cambiar el mundo, hay que arrancar el problema de raíz
Éstas son las reglas del sistema y nadie puede escaparlas, y aunque algunas personas salen un poco mejor paradas, este sistema jamás podrá liberar a las personas en masa. Por eso Estados Unidos es incapaz de hacer “el bien” en el mundo, incluso cuando trata de hacerlo.
El ejemplo que examinamos aquí es un microcosmos de cómo el capitalismo imperialismo tiene que operar de acuerdo a unas reglas que descartan los intereses de la humanidad, sin importar la intención de los propios capitalistas.
Arrancar de raíz la explotación y la opresión requiere el derrocamiento del imperialismo y de las estructuras políticas que lo refuerzan.
Y eso requiere una revolución para llegar a un mundo totalmente distinto, un mundo que eliminará el horrible desequilibrio que existe entre la vasta mayoría de países como Etiopía y el puñado de potencias imperialistas.