jueves, 21 de enero de 2021

¿SE PRETENDE ESTAFAR A LOS APORTANTES DE LA ONP?

Por Carlos Angulo-Rivas



El alegato del ministro de Economía, Waldo Mendoza, de no tener dinero presupuestado para devolver los aportes de los trabajadores inscritos en la ONP, ley 31083, está fuera de foco. Además, peca de ignorante o analfabeto en la materia, porque en realidad esos aportes custodiados por el Estado no forman parte de ningún presupuesto nacional aprobado por el Congreso cada año. Los fondos de la ONP son una reserva intangible y contingente perteneciente a los trabajadores aportantes, es una propiedad privada de ellos y de nadie más. Si esta reserva ha sido utilizada por el Estado no es culpa de los trabajadores; y es el Estado el que debe responder por el uso de este dinero.

La situación es muy simple, si yo debo dinero tengo que pagarlo, si no tengo el dinero no puedo decir NO PAGO y se acabó; creo que primero debo reconocer mi deuda y luego ver como salgo de ella pagando en un plazo convenido. Eso es lo HONESTO.

¿Acaso el criterio técnico del gobierno es confiscar el dinero de los aportantes de la ley 19990? ¿Acaso Francisco Sagasti y sus ministros quieren cometer una ESTAFA a los trabajadores?. Esas reservas, descuentos mes a mes a los trabajadores, en manos de la ONP, NO SON IMPUESTOS y deben ser devueltos de acuerdo a un cronograma tal cual manda la ley 31083. Sin embargo, al haber recurrido al Tribunal Constitucional, el gobierno tiene toda la intención de anular esa norma perfectamente constitucional.

Observemos en esta actitud una enorme diferencia de trato. Para los trabajadores, siendo suyo ese dinero, NUNCA hay plata; sin embargo, para los más ricos empresarios de país, no siendo suyo el dinero sino de los ciudadanos, SÍ HAY PLATA en abundancia. El mismo ministro Waldo Mendoza reconoció en una entrevista que el ministerio de Economía había soltado la friolera de 60 MIL MILLONES de soles para el programa “Reactiva Perú.” A la fecha nadie sabe ni se quiere informar cómo se distribuyó ese dinero público y quienes lo recibieron. Un acto de CORRUPCIÓN, seguro, atribuido al COVID 19 que sirve para toda “justificación” impúdica e inmoral.

Existe una extraña y premeditada coincidencia entre una demora y un apuro. La demora es el DESACATO a la ley de retiro de los aportes a la ONP por parte de Sagasti, y los ministros Bermúdez y Mendoza. Ellos no han querido entregar el cronograma de retiros. Desde el 4 de diciembre, 2020, a la fecha han pasado 45 días para “estudiar” el reglamento, pero los ministros Bermúdez y Mendoza afirman seguir “estudiándolo” raro ¿verdad? Y, el apuro administrativo, feroz velocidad nunca vista en el Tribunal Constitucional, nos hace pensar en una cierta complicidad, inmoral, con este ente burocrático, cuyo comportamiento deja mucho que desear en sus últimas resoluciones. Entre la demora de unos y el apuro de otros, posiblemente existe una conexión no muy santa: NO DEVOLVER el dinero propiedad de los aportantes, lo que significaría una estafa confiscatoria inconstitucional por cualquiera de sus contornos. Ojalá esté equivocado.

Mis dudas parten del análisis de este Tribunal Constitucional politizado y errático. Un organismo de siete miembros convertido en instancia omnímoda por sí y ante sí, un poder absolutista por encima de todos los Poderes de Estado, cuando su papel es interpretar la Constitución y nada más. Este no existe para anular sentencias, decretos o leyes, sino para elaborar recomendaciones constitucionales. En tanto y en cuanto las interpretaciones de la ley en Derecho son siempre relativas. Sin embargo, la arbitrariedad, atropello e ilegalidad, de muchas de las resoluciones del TC peruano son una especie de ucases o decretos “sagrados” propios de los reyes de la Edad Media o de los Zares de toda Rusia.

Además, el Tribunal Constitucional actual ha perdido legitimidad, pues seis de sus siete integrantes tienen el mandato VENCIDO desde hace un año y medio. Pero, este TC politizado y corrupto se permite gestionar abusos colocándose encima del Congreso, la Fiscalía, la Corte Suprema, etc. Por ejemplo, Keiko Fujimori fue sacada de la cárcel en un acto de corrupción del Tribunal Constitucional burlando a la Corte Suprema del país; recordemos que ella perdió sus apelaciones en todas las instancias del Poder Judicial; sin embargo, actúo la MAFIA en una instancia nula de toda nulidad. Una vergüenza del TC.