MAS DE 60 MILLONES DE DESPLAZADOS Y REFUGIADOS EN EL MUNDO: INVASIONES MILITARES IMPERIALISTAS, CAPITALISMO, HAMBRE Y MISERIA.
29-06-2015.
Vivimos en una sociedad empobrecida, altamente represiva e injusta. Nuestros problemas básicos no están resueltos, una nueva guerra interna en todo el país, una invasión militar externa de EEUU o de una potencia regional no es una imposibilidad. Es falso que el Peru sea una democracia o una sociedad civilizada donde la ley es igual para todos. No lo es. Somos una plutocracia, una porqueria de sociedad, podrída y corrupta, donde prolifera el hambre, se persigue por ideas y se encarcela a la oposición política acusándole de terrorista. Nuestro país tiene problemas limítrofes con todos sus vecinos, el Peru ha sido cercenado una y otra vez; y EEUU instala bases militares y mediante una "Alianza del Pacifico" planea convertirnos en un protectorado como a inicios de la invasion a Irak.
Por eso todo es posible. De repente, con poca o ninguna advertencia, nos veamos obligados a buscar a nuestros seres queridos y agarrar lo que se pueda, meter en unas pocas bolsas de plástico o una maleta y huir para salvar la vida — debido a las bombas, las tropas invasoras, o los sicarios . A veces huyen a pie, a veces en coche. Puede que no tengan ni idea de adónde van, pero ahora estén aún más vulnerables a morir de hambre o sed, o ser depredados, violados, robados o asesinados, incluso por aquellos que supuestamente los lleven a la seguridad.
Bueno, esos horrores no son “inimaginables” en el mundo actual dominado por el imperialismo. Son una realidad cotidiana para decenas de millones de personas.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informa que en 2014 por sí solo la violencia o la persecución desplazaron de sus hogares a casi 14 millones de personas — ¡un promedio de más de 38.000 personas cada día! Y lo que lo hace aún más desgarrador: la mitad son niños.
Y eso no es todo. El diluvio de desplazamientos en 2014 aumentó el número total actual de personas que han huido de sus hogares para “buscar protección en otro lugar” a 59,5 millones de personas — la cifra más alta jamás registrada. Y esto ni siquiera incluye al millón de personas que huyen de sus hogares a causa de la pobreza u otros motivos. El New York Times informa que este éxodo ha “esparcido los desiertos y mares con los cuerpos de los que murieron tratando de ponerse a salvo”. (“60 Million People Fleeing Chaotic Lands, U.N. Says” [60 millones de personas huyen de tierras caóticas, dice la ONU], New York Times, 18 de junio de 2015)
Millones de los desplazados permanecen desplazados —atascados en el limbo— durante años, hasta décadas. No pueden volver a casa y no pueden encontrar un nuevo hogar permanente. La ONU informó que en 2014 pudieron volver a casa el menor número de personas desplazadas en tres décadas — menos de 127.000.
Esta devastadora inundación de humanidad no es inexplicable ni accidental. Resulta del funcionamiento político, económico y militar del sistema global de capitalismo-imperialismo, un sistema dominado y moldeado por un puñado de países encabezados por Estados Unidos. Basta con considerar donde se concentran las víctimas.
El número uno es Siria: 11,6 millones de sirios desplazados para el final de 2014, de los cuales 7,6 millones están dentro del país y otro 3,9 millones han sido expulsados de Siria. En Afganistán, 3,7 millones fueron desplazados. Se calcula que 5 millones de personas han sido desplazadas en Irak. Unos 15 millones de personas del África subsahariana han sido desplazadas — 4.5 millones de ellas en sólo 2014. ¿Qué tienen en común todos estos lugares? Son países oprimidos por el imperialismo y países o regiones que han sido el blanco directo de agresiones e intervenciones militares de Estados Unidos y Europa — en particular la continua “guerra contra el terror”. Lo que hace esta situación aún más horrible es el hecho de que principalmente los refugiados no encuentran refugio en los países más ricos, los que llevan más responsabilidad de estos horrores — se encuentran impulsados a ir a otros países oprimidos y empobrecidos. Turquía, Irán y Pakistán tienen a más personas desplazadas dentro de sus fronteras que cualquier otro país. Y una cuarta parte de todos los refugiados se han visto obligados a ir a algunos de los países más pobres del mundo, entre ellos Etiopía y Kenia. Estos dos países aceptan a más refugiados que Francia y el Reino Unido.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados dijo: “En una época de desplazamiento en masa sin precedentes, necesitamos una respuesta humanitaria sin precedentes y un renovado compromiso global para la tolerancia y la protección hacia las personas que huyen de los conflictos y la persecución”. Pero el capitalismo global —lo que ha causado estos horrores— es incapaz de una “respuesta humanitaria sin precedentes”. Y los acontecimientos lo evidencian una vez más. En lugar de tratar de ayudar a los pueblos de los países oprimidos y terminar las intervenciones militares imperialistas, las potencias europeas se riñan sobre cómo dividir los 40.000 solicitantes de asilo dentro de la Unión Europea, un número pequeño en relación con el número de refugiados en general. Mientras tanto, discuten sobre planes de un bloqueo militar para impedir que los refugiados huyan de África del Norte y lleguen a las costas europeas. Australia hace lo mismo. Y los Estados Unidos permite la residencia permanente a sólo 70.000 refugiados al año — una gota en el océano.
Esta es una catástrofe global, otra condena del sistema global de capitalismo-imperialismo y evidencia de que este sistema es totalmente gastado e irreformable. Este ultraje intolerable debe obligar a toda persona con una pizca de humanidad a indagar en una comprensión de la verdadera fuente del problema — y la verdadera solución para poner fin a estos horrores.
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