domingo, 2 de octubre de 2016

Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias

Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer


Parte 1
Raymond Lotta
A continuación presento una síntesis altamente concentrada que sigue en desarrollo, de algunas tendencias importantes de la economía mundial y de las relaciones entre los imperialistas, y algunas formas en que se manifiestan en la estructura, el funcionamiento y la posición del imperialismo estadounidense. Entretejo algunos datos ilustrativos de referencia.
Es un ensayo de investigación sobre los cambios de la acumulación capitalista global, las nuevas relaciones emergentes de poder entre las potencias imperialistas y regionales, y la fuerza de las presiones y tensiones competitivas. Se trata de las rivalidades entre las grandes potencias en un sistema mundial basado en la explotación. Utilizo una analogía a los complejos movimientos de grandes extensiones de la corteza y el manto superior de la tierra para describir las cambiantes placas tectónicas de la economía mundial: algunos movimientos suyos a largo plazo y algunas irrupciones más inesperadas y repentinas.
El análisis parte del artículo “El derrumbe financiero y la locura del imperialismo”1 , y aplica, en torno a las cuestiones de la economía mundial, la concepción de este período que ha desarrollado Bob Avakian, como “una transición con el potencial de grandes trastornos”.

I. INTRODUCCIÓN: 
EL SISTEMA MUNDIAL NO ESTÁ EN REPOSO

Estados Unidos sigue siendo la potencia dominante, aún hegemónica, en el mundo. Pero confronta mayores presiones económicas y mayores necesidades estratégicas. Se operan grandes transformaciones en el sistema imperialista mundial. De importancia central son los cambios de la distribución del poder económico global y el surgimiento de nacientes constelaciones de poder geopolítico y geoeconómico, o sea, potenciales bloques de países con una mayor capacidad de desafiar al dominio global estadounidense. China es un elemento altamente dinámico en esta ecuación.
Estos fenómenos compenetran con otras contradicciones y conflictos en el mundo, sobre todo la ofensiva militar post 11-S del imperialismo estadounidense y sus guerras en Irak y Afganistán, las dificultades con que se ha topado y las amenazas militares contra Irán.
No se reconocerá la importancia de los nuevos desafíos competitivos al imperialismo estadounidense midiendo el grado en que se constituyen en una “contra-hegemonía” contraria al imperialismo estadounidense en los frentes militar, económico e institucional. En estos momentos, esos desafíos no encierran eso. Si bien hay elementos emergentes de eso, no están concentrados en una sola potencia.
En la actual coyuntura, no hay nada que esté desafiando de cara al imperialismo estadounidense en el frente militar ni que lo esté confrontando de una manera importante. Pero la presencia de estos desafíos (y sus impulsores) quiere decir que con mayor frecuencia el imperialismo estadounidense tiene que estar cuidándose la espalda.
El imperialismo estadounidense busca conservar y extender su supremacía en el contexto de la erosión de su poder económico y una arquitectura financiera mundial más frágil e inestable basada en el lugar privilegiado del dólar. Es notable que todo eso esté ocurriendo en medio de un dinámico estado de cambio del sistema mundial, en que están naciendo nuevos polos de poder y se están ensanchando las grietas en la hegemonía global de Estados Unidos.
El colapso del bloque soviético socialimperialista en 1989-91 representó el cambio más importante de las relaciones entre los imperialistas desde el fin de la II Guerra Mundial. La formación de un marco geopolítico nuevo y más integrado para la acumulación del capital contribuyó a la aceleración de una arrolladora ola de globalización. Eso lo facilitaron las nuevas tecnologías, y se consolidó bajo el proyecto neoliberal encabezado por Estados Unidos: la privatización de las empresas paraestatales, la apertura de los mercados a capitales extranjeros, la disminución de la reglamentación de las empresas y los recortes de los programas sociales y prestaciones laborales.
Los saltos de la industrialización del sector agrícola mundial y la integración trasnacional de la producción y transporte de alimentos han acelerado la destrucción de los sistemas tradicionales de producción agrícola en el campo del tercer mundo. Todo eso ha impulsado un proceso de urbanización sin precedente histórico centrado en el tercer mundo: el desplazamiento de la población del campo a las ciudades, el desarrollo galopante de las ciudades nuevas y antiguas. Por primera vez en la historia universal, más de la mitad de la población del mundo vive en las ciudades; mil millón de personas viven en los barrios pobres de las ciudades del tercer mundo y alrededor de ellos. Es, como dijo acertadamente Mike Davis, un “planeta de ciudades miseria”2 .
Lo que surgió, de manera inesperada, de la resolución específica de las contradicciones concentradas en el colapso de la Unión Soviética, y de otros factores, es un reaccionario fundamentalismo islámico trasnacional que sigue siendo una fuerza ideológica y material real en el mundo.
“Apuntes sobre economía política” y “Los grandes retos de la nueva situación” (aparecidos en 2000 y 2002, respectivamente) contienen análisis de buena parte de todo eso3 .
Hoy, estos sucesos y los siguientes factores se compenetran y se influyen:
  • El rápido ascenso económico y proyección de poder de China en Asia oriental y central y otras regiones estratégicas del tercer mundo.
  • La consolidación de la Unión Europea (UE) y su extensión hacia el centro y el oriente de Europa y la formación de una zona monetaria cohesionada en torno al euro, factores que, juntos, constituyen una desafío económico a la hegemonía del dólar estadounidense y un embrionario marco de gobierno alternativo al orden imperial encabezado por Estados Unidos.
  • Un imperialismo ruso basado en materias primas con mayor presencia que tiende sus tentáculos hacia Europa occidental y la presiona, contrarresta las maniobras estadounidenses y promueve sus propios intereses imperiales en el centro de Asia rico en petróleo, con diversas clases de asociación estratégica con China en vastas extensiones de Eurasia, que da ayuda de alta tecnología y armamento avanzado a Irán, Venezuela y otros países semejantes.
  • El surgimiento de nuevos centros regionales de acumulación en el tercer mundo, un proceso bajo la dirección del imperialismo impulsado por la extensión y la promoción de las relaciones capitalistas de producción y las nuevas divisiones de trabajo provenientes de un “capitalismo de redes” más integrado que abarca la descentralización geográfica de los centros de producción, la subcontratación y la tercerización; y que se ha basado en todo eso. Un resultado importante de este proceso es que ciertos regímenes compradores dependientes y subordinados ahora tienen más margen de maniobra, sobre todo respecto al aumento del precio de energéticos y mercancías y las nuevas constelaciones de poder geoeconómicas (como Rusia-China).
  • El imperialismo estadounidense sigue buscando amarrar un dominio global sin rival para décadas por venir sobre la base de la militarización y la mayor financierización del frente interno. Eso quiere decir el explosivo crecimiento del sector financiero relativo al sector manufacturero y a la economía en general, y la proliferación de instrumentos financieros especulativos y desestabilizadores de acumulación de riqueza.
Estos fenómenos y dos sucesos estrechamente relacionados se compenetran y se influyen. Primero, se intensifica la competencia global por recursos, impulsada por la mayor demanda de energéticos de las grandes potencias industriales, recursos que están disminuyendo (tenga o no validez científica la idea del “petróleo pico”), y por la rivalidad en torno al control de estos recursos. Segundo, las tensiones ecológicas globales se están acercando a un punto de quiebre crítico, más allá del cual es posible que la sociedad humana no pueda contrarrestar los daños largoplacistas al clima y a los ecosistemas, a la vez que los efectos cortoplacistas se vayan agravando. Las tensiones ambientales están afectando la producción y los precios de los alimentos, el desplazamiento demográfico en respuesta a los desastres naturales y la estabilidad social, tal como en Somalia que ha padecido la combinación de la sequía y el menor rendimiento de los cultivos, la invasión por Etiopía respaldada por Estados Unidos y la desintegración de las instituciones y el caos urbano con la crisis humanitaria resultante.
Se están operando cambios geopolíticos y geoeconómicos en muchos diferentes niveles, junto con los factores históricos específicos. Pero estos sucesos y tendencias no se dan al azar. De fondo, detrás de estos cambios están la naturaleza y la lógica del sistema capitalista: la compulsión a expandirse y maximizar las ganancias a fin de tener ventajas competitivas; el crecimiento anárquico y ciego y los horizontes cortoplacistas del capitalismo; y la tensión inherente a un sistema en que la producción está altamente socializada y entretejida en el mundo, con la actividad colectiva y entrelazada de miles de millones de trabajadores asalariados, mientras que una pequeña clase capitalista controla y utiliza en beneficio propio los medios de producir las riquezas, las riquezas que se producen de manera social y los mismos conocimientos.
II. UNOS PUNTOS IMPORTANTES SOBRE LA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Tabla 1
Al fin de la II Guerra Mundial, Estados Unidos tenía aproximadamente 50% del producto interno bruto (PIB) mundial, y un porcentaje aún más grande de la capacidad industrial mundial. Esto reflejó el resultado histórico específico de la II Guerra Mundial: el ascenso a una posición dominante del imperialismo estadounidense y la destrucción de buena parte de la capacidad productiva en los centros imperial-industriales de Europa occidental y Japón.

Para 1960, el porcentaje estadounidense del PIB global había caído a 30%; hoy es aproximadamente 21%. El relativo declive económico del imperialismo estadounidense data de hace algunas décadas; los años 1968-71 son un punto de viraje, caracterizado por el desafío europeo y el abandono del patrón oro-dólar. El surgimiento de Japón como rival industrial-financiero e importante exportador de capitales en los años 80 fue otra clase de punto de viraje.
Pero hay un factor hoy que tiene una magnitud y carácter inesperado aún más sísmicos: el ascenso de China en la economía imperialista mundial. En 1976 en China, el socialismo fue derrotado y se restauró el capitalismo, después de la muerte de Mao Tsetung y la detención de “banda de los cuatro”.
La frase “el ascenso de China” es a la vez descriptiva y analítica. China no es una potencia imperialista, pero  es una creciente y competitiva potencia económica y geopolítica en el sistema imperialista mundial.
El mero tamaño de la economía rápidamente creciente de China; su lugar central en el proceso de acumulación global, como recipiente del capital imperialista y eje del sector manufacturero mundial; sus enormes ingresos por concepto de exportaciones que han contribuido a que el banco central chino tenga las mayores reservas de dólares fuera de Estados Unidos; su impacto regional en Asia oriental y su alcance mundial (hacia África y Sudamérica, por ejemplo); y su capacidad militar en rápida expansión: todos esos elementos tienen efectos profundos en las relaciones económicas y geopolíticas del mundo. Y por razones que hay que explorar más, la batuta de mando de un desafío basado en Asia oriental al dominio estadounidense en la región parece haberse pasado de Japón a China.
A) La nueva geografía económica del planeta
La Tabla 1 mide un importante elemento de la nueva geografía económica del planeta: el porcentaje del producto interno bruto (PIB) global de distintos países. El PIB representa en términos de dinero la producción de bienes y servicios de un país dado, en un período dado, por lo común un año. Desde una perspectiva marxista, la medida del PIB tiene fallas y está incompleta: oculta la realidad de la explotación, la igualdad y la desigualdad, los costos ambientales de la producción, etc.
Pero esta medida es útil para tener una idea del funcionamiento de la economía, la distribución del poder económico en el mundo, cómo eso ha cambiado durante ciertos períodos y cómo puede afectar la competencia y la rivalidad.
La Tabla 1 da un portal útil a algunas tendencias importantes de la economía mundial.
Estados Unidos aún es la economía única más grande del sistema capitalista mundial. Pero se está erosionando su supremacía. A comienzos de este milenio, China eclipsó a Alemania como tercera economía del mundo. Ahora ha rebasado a Japón. Y entre las cinco economías más grandes, el índice de crecimiento de China, de 9 a 11% al año durante los últimos 20 años, está en primer lugar, e India no se queda muy atrás con 8% en los últimos años, mientras que Estados Unidos, Japón y Alemania han estado creciendo a un ritmo de 2 a 4%. El alto y sostenido índice de crecimiento de China no tiene precedente en la historia del capitalismo.
La participación de China en la producción manufacturera mundial aumentó de 4% en 1995 a 8% en 2005. En 2006, Alemania tenía la participación más grande de la exportación de manufactureras del mundo (9.2%), seguida de Estados Unidos (8.6%) y China en tercer lugar (8.0%)4 .
Otra medida importante del poder de la economía mundial es la exportación de capital, o el capital que las empresas de un país invierten en otro país. La Tabla 2 ilustra un componente muy grande e importante de la exportación de capital, las inversiones extranjeras directas (IED). Estas inversiones directas en el exterior son capitales que invierten las empresas de un país en los centros de producción (como fábricas y minas) en el país receptor.
Table 2
Cinco países, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Alemania y Francia, tienen el 50% de la masa de inversiones directas en el exterior. En 1960, Estados Unidos solo tenía casi la mitad de la masa mundial de inversiones directas en el exterior; hoy su porcentaje es de aprox. 20%. Entre 1960 y 1985, Alemania y Japón aumentaron de manera sustancial su parte mundial de las inversiones acumuladas en el exterior. La parte de Japón siguió aumentando hasta 1990 pero después cayó bruscamente en respuesta a la disminución del crecimiento interno y la crisis financiera de Asia oriental de 1998.

Los países de la Unión Europea (UE) han conservado su parte de la masa mundial de inversiones directas en el exterior, pero la de Estados Unidos ha disminuido. Hoy, la UE es la mayor fuente de la exportación de capitales de inversión directa. Todo eso tiene mayor importancia en un contexto en que en los últimos años, la UE ha llegado a ser un bloque mucho más integrado y cohesionado con una moneda que compite con el dólar en el mundo. La UE ha rebasado a Estados Unidos como mayor inversionista en América Latina. Pero Estados Unidos aún es el mayor exportador único de IED y, con mucho, es el mayor país-inversionista único en América Latina. Con el TLCAN, ha forjado una red regional más estrecha que constituye una plataforma para hacer inversiones y contender en el mundo.
Estas son señales de una disminución de la brecha económica internacional entre Estados Unidos y las otras potencias imperialistas, y el posicionamiento competitivo.
En 2007, 167 de las 500 compañías más grandes del mundo tenían su sede en América del Norte, 184 en la UE y 64 en Japón. En los últimos años, la proporción estadounidense del total ha disminuido5 .
Alrededor del 15% de la masa acumulada de inversiones extranjeras directas ya está en el tercer mundo. Pero las salidas anuales de las IED al tercer mundo han aumentado como proporción del total de las salidas anuales: del 25% al 35% del total mundial en los últimos 10 años. Además, las salidas de capitales al tercer mundo a veces han estado muy volátiles, como los flujos de capital imperialista que precedieron a la crisis de Asia oriental de 1997-98, y que respondieron a la misma.
Más inversiones extranjeras directas van de unos países imperialistas a otros países imperialistas, debido a varios factores: las fuerzas productivas y los mercados internos de los países imperialistas están más altamente desarrollados y tienen un abanico más amplio de opciones de inversión que en muchos países del tercer mundo; con frecuencia las inversiones implican costosas fusiones, adquisiciones y compras del control o acciones de grandes empresas; la rivalidad entre las corporaciones y potencias imperialistas por obtener fuertes posiciones al interior de los mercados continentales y nacionales imperialistas altamente desarrollados y, a su vez, una parte de estas inversiones, como en las refinerías del petróleo, está vinculada a inversiones afines en los países del tercer mundo.
Por otro lado, una creciente proporción de las IED en el sector manufacturero va al tercer mundo, sobre todo China. La tasa de rendimiento de las IED en este sector del tercer mundo en general es más alta que en los países capitalistas desarrollados, y muchas veces es considerablemente más alta. Las redes de subcontratación que prosperan debido a la intensa superexplotación afectan la rentabilidad general de las inversiones en el tercer mundo, por ejemplo, en las maquiladoras de prendas de vestir, refacciones y otros productos.
Otro suceso llamativo: los países oprimidos hoy, tal como ilustra la Tabla 1, representan el 41% de la producción del mundo, o un aumento desde el 36% en 2000 (y menos del 30% en 1990). Principalmente esto se debe al crecimiento rápido de China (y en segundo lugar India) como centros de acumulación encabezada por el imperialismo. Una gran cantidad de producción material se está trasladando al tercer mundo, y el 80% del valor de la exportación de mercancías del tercer mundo ya consta de productos fabricados, o sea, un cambio radical desde previos períodos del imperialismo6 .
Los “países BRIC” (Brasil, Rusia, India y China) representan el 21% de la economía mundial. Pero ni es un bloque de países económicamente integrado como la UE, ni una alianza de estados (y uno de los países BRIC, Rusia, es una potencia imperialista). En verdad, la frase la inventó la comunidad occidental financiera e inversionista en referencia a los grandes mercados de alto crecimiento y altas ganancias.
No obstante, tiene alguna validez analítica limitada agrupar a estos países: son “mercados emergentes” rápidamente crecientes para las inversiones productivas y financieras; juegan un papel cada vez más importante en la economía mundial; son importantes productores o consumidores de energéticos; y se colaboran de manera variada y significativa, especialmente Rusia y China.
Al fin de la primera guerra del Golfo en 1991, de las 20 compañías más grandes de la industria energética, 55% fueron estadounidenses y 45% europeos. Pero en 2007, según un estudio de la empresa financiera Goldman Sachs, 35% fueron de los países BRIC (en su mayoría propiedad del estado), aprox. 35% europeos y 30% estadounidenses. Rusia y Brasil son productores importantes de energéticos7 .
China e India, por otro lado, dependen mucho de importaciones para sus necesidades energéticas. Pero las compañías paraestatales energéticas chinas están empezando a ser jugadores internacionales importantes, tal como ocurrió en 2005 cuando la petrolera china CNOOC trató de adquirir la corporación Unocal con sede en Estados Unidos (que tenía las mayores reservas de petróleo en América del Norte y Asia).
B) Sigue la división entre el imperialismo y las naciones oprimidas… pero hay nuevo espacio de maniobra para algunos regímenes del tercer mundo
Los países productores de energéticos del tercer mundo como Brasil, Venezuela, Arabia Saudita, Nigeria e Irán no se han zafado de la dependencia estructural del mercado mundial imperialista, en cuanto a su dependencia de la tecnología extranjera; la refinación, el marketing y el transporte, etc.; la vulnerabilidad extrema a las fluctuaciones de precios; etcétera.
El desarrollo impulsado por el petróleo y los energéticos todavía tiene efectos profundamente deformadores en la agricultura, las relaciones entre ciudad y campo y la estructura social, y causa mucho sufrimiento humano. Venezuela bajo Chávez importa aprox. 70% de sus alimentos, mientras que la oligarquía terrateniente sigue básicamente sin tocar. En las ciudades miseria de Caracas todavía viven enormes concentraciones de pobres, muchos excluidos de la economía formal8 . El “otro lado” del auge brasileño del etanol son los cientos de muertos y decenas de miles de heridos entre los trabajadores de los cañaverales de donde proviene la caña de azúcar de la cual se fabrica el biocombustible (y las compañías estadounidenses como ADM y Cargill son grandes inversionistas en el sector agro-energético de Brasil).
Pero para las elites gobernantes locales, el poder económico real se concentra en estas esferas de producción del petróleo, gas natural y biocombustibles. Por medio de una confluencia específica de acontecimientos, algunos regímenes dependientes del tercer mundo tienen más margen de maniobra. El imperialismo estadounidense se ha puesto a librar guerras por un imperio mayor en Irak y Afganistán. El fuerte aumento, aunque de ningún modo permanente, de los precios de materias primas ha generado altas ganancias y algún poder financiero. El hecho de que una emergente potencia económica como China persiga su propia agenda competitiva global y haya acumulado importantes recursos financieros para ello quiere decir que un país como Venezuela puede contrarrestar algunas presiones estadounidenses pidiendo préstamos y créditos a China.
La cambiante geografía económica del plane
ta supone una gran dispersión (globalización) de la capacidad productiva. Pero “el mundo no es plano”, ni se está aplanando. Las fuerzas productivas avanzadas aún tienen una concentración desequilibrada en los países ricos. El PIB per cápita de los países ricos es más de cinco veces mayor que lo es en lo que el Fondo Monetario Internacional llama los “países de ingresos medianos”, como Brasil, México y Turquía. El PIB per cápita de los países ricos es más de 19 veces mayor que lo es en los países de bajos ingresos, como la mayor parte del África subsahariana9 . Las enormes diferencias de niveles salariales y los grandes sectores de la humanidad sujetos a condiciones brutales de superexplotación manifiestan y subrayan la brecha entre las naciones opresores y oprimidas.
La globalización tiene efectos contradictorios. Causa mayores niveles de industrialización en el tercer mundo y mayores ingresos para sectores de las clases medias. Pero esto no representa una nivelación generalizada de ingresos. Esta etapa de la globalización imperialista ha tenido un efecto diferencial muy importante: el de aumentar el desarrollo desigual entre los países del tercer mundoy las desigualdades de riquezas al interior de los mismos. La distribución de ingresos de China es de las más desiguales del mundo, al lado de aquella de Estados Unidos y Brasil.
La cambiante geografía económica del planeta también afecta la agricultura mundial, sobre todo los efectos devastadores y desiguales en el tercer mundo. El imperialismo está transformando los sistemas de agricultura nacionales en componentes globalizados de producción trasnacional y cadenas de marketing desligados de las necesidades de estos países del tercer mundo, es decir, se cultivan más alimentos para exportar, y no para alimentar a la población de estos países, o se deja de destinar las tierras a la producción de alimentos.
Históricamente, donde la producción de alimentos ha sido la base de las economías de la mayoría de esos países, la agricultura ha ido perdiendo su papel “fundamental” en muchas economías nacionales del tercer mundo. Se ha arrastrado la producción de alimentos al vórtice de los mercados especulativos de mercancías y finanzas al mismo tiempo que el cultivo agro-industrial de biocombustibles encabezado por el imperialismo desplaza el cultivo de alimentos. Ya no se producen suficientes alimentos básicos en muchas partes del tercer mundo, mientras que las fuerzas de la competencia mundial, el control imperialista sobre las nuevas tecnologías agrícolas y las fluctuaciones de precios mundiales minan aún más la seguridad alimentaria.
Así que a comienzos de 2008, una crisis global alimentaria inédita en la historia moderna económica causa, y sigue causando, un atroz sufrimiento humano en grandes partes de África, Asia y América Latina. Esta también refleja la profunda brecha entre las naciones opresoras y oprimidas.
 GLOSSARY:
Acumulación de capital:
La producción de plusvalía (la fuente de las ganancias) basada en la explotación del trabajo asalariado y la inversión y reinversión de las ganancias por capitales en competencia sobre una base de expansión, reducción de costos y tecnologías más avanzadas (y mayor productividad). Es un proceso, como dijo Marx, que acumula riquezas en un polo y la miseria y agonía del trabajo en el otro.
Exportación de capital:
La salida del capital de inversión de un país a otro a fin de generar ganancias basadas en la explotación del trabajo asalariado. Consta de inversiones extranjeras directas en las empresas del país anfitrión o en la construcción de nuevas instalaciones (p.e., cuando la GM establece una fábrica en China); y otras formas, como préstamos de la banca, inversiones en acciones y bonos, etc.
Producto Interno Bruto (PIB): Una medida de la producción de una economía dada en un plazo dado, por lo común un año. El PIB incluye los bienes y servicios. Con diversos métodos para calcular los precios, es posible hacer comparaciones internacionales del PIB.
Hegemonía:
El poder sobre la economía mundial ejercida por un estado en un período histórico específico con medios culturales, financieros, militares, políticos y económicos.
Imperialismo:
La fase del desarrollo del capitalismo en un sistema mundial de explotación alcanzada a fines de los años 1880. Vivimos en la época del imperialismo. El imperialismo tiene cinco rasgos principales: a) el dominio de los monopolios (grandes unidades poderosas y altamente centralizadas de propiedad y control) sobre la organización de la producción y distribución; b) la fusión de capitales de la banca y la industria en enormes bloques financieros; c) la importancia central de la exportación de capital para la rentabilidad general; d) la división económica del mundo entre las grandes corporaciones, cárteles y grandes potencias en esferas de influencia; y e) el reparto territorial de todo el mundo por las potencias imperialistas en colonias, neocolonias y zonas de influencia, de modo que la lucha entre las principales potencias imperialistas implicará el nuevo reparto del mundo.
Trasnacional:
Se refiere a las actividades, movimientos y organizaciones que traspasan fronteras internacionales. General Electric es una corporación trasnacional: con una sede en Estados Unidos, opera en muchos países.
NOTAS:
1. Raymond Lotta, “El derrumbe financiero y la locura del imperialismo”, Revolución #127, 20 de abril de 2008, revcom.us/a/127/EconomyMeltdown-es.html[back].
2. Mike Davis, Planeta de ciudades miseria (Madrid: Editorial Foca, 2007).[back]
3. Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Apuntes sobre economía política: Nuestro análisis de los años 80, cuestiones de metodología y la actual situación mundial (Chicago: 2000, RCP Publications); Bob Avakian, “Los grandes retos de la nueva situación”, Revolución #1256, rwor.org/a/1256/ba-newsituation-s.htm.[back]
4. U.S.-China Business Council, “U.S. Manufacturing: Dying… Or Still Going Strong”, http://uschin.org; Organización Mundial de Comercio, International Trade and Tariff Data, Statistics Databasestat.wto.org/Home/WSDBHome.aspx?Language=E.[back]
5. Fortune, “Global 500 2008,” money.cnn.com/magazines/fortune/global500/2008/index.html.[back]
6. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, “Dificultades en el sector manufacturero: En el informe de la UNCTAD se examinan las tensiones emergentes en el sistema de comercio”, 2002. www.unctad.org.[back]
7. Ver “New economic tigers Brazil, Russia, India and China overtake U.S. in dominating global energy industry, new study says”, International Herald Tribune, 25 de junio de 2007. www.iht.com.[back]
8. Ver Raymond Lotta, “Hugo Chávez tiene una estrategia petrolera… pero ¿conducirá a la emancipación?”, Revolución #94, 1º de junio de 2007,revcom.us/a/094/chavez-es.html.[back]
9. Banco Mundial, “Indicadores del desarrollo mundial, 2008”. www.worldbank.org.[back]



Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias
Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer
PARTE 2: EL DESARROLLO CAPITALISTA DE CHINA Y SU ASCENSO EN EL SISTEMA IMPERIALISTA MUNDIAL: NATURALEZA E IMPLICACIONES
Raymond Lotta
He aquí la segunda entrega de una serie sobre las importantes transformaciones que se están dando en el sistema imperialista mundial.
La primera parte habla de cómo se está cambiando la configuración del poder económico internacional entre las grandes potencias imperialistas y cómo están surgiendo nuevos bloques geoeconómicos de países.
Se están dando importantes virajes en la distribución del poder económico mundial entre las grandes potencias imperialistas. Están surgiendo nuevos bloques geoeconómicos de países. Crece el potencial de que varias potencias, o alianzas de potencias, se adjudiquen una mayor capacidad geopolítica de desafiar el dominio estadounidense, no necesariamente mediante una confrontación directa en este período sino de maneras más estratégicas. Estos sucesos se están compenetrando con otras contradicciones, conflictos y luchas en el mundo.
Estados Unidos aún ocupa la posición primaria en la economía mundial imperialista. Es la mayor economía; el pegamento financiero de todo el sistema mundial; y el “garante” político-militar de un orden mundial del que se benefician todas las grandes potencias, al menos por ahora.
La posición económica de Estados Unidos en el mundo ha estado en declive. Pero el imperialismo estadounidense tiene un poderío militar sin paralelo en relación a sus rivales y aspirantes a rival. Desde 2001, ha estado aprovechando esta ventaja lanzando una ofensiva militar mundial, centrada en Irak y Afganistán, para amarrar un dominio indiscutible para décadas por venir.
Pero se está topando con dificultades en la realización de esta agenda, su sistema financiero ha estado padeciendo mayores trastornos, y los cambios y movimientos de la economía mundial están afectando su libertad de maniobra.
En resumen, el sistema imperialista está en un estado de cambio, en que China es un elemento altamente dinámico.
La naturaleza del desarrollo de China y las implicaciones de su ascenso en el sistema imperialista mundial, es el tema de esta entrega.
I. INTRODUCCIÓN: NO ES UNA SOCIEDAD SOCIALISTA, UNA COMPLEJA DINÁMICA DE DESARROLLO
Mucha gente supone que China es una sociedad socialista, pues sus líderes describen el sistema como socialista y hay, de nombre, un partido comunista gobernante. Pero el socialismo ya no existe en China. Fue derrocado en octubre de 1976. Deng Xiao-ping y otras fuerzas neocapitalistas dirigentes en el Partido Comunista de China dieron un golpe de estado militar poco después de la muerte de Mao. Sin demora, arrestaron el núcleo de dirección maoísta y reprimieron la oposición revolucionaria.
Glosario:
Acumulación de capital: La producción de plusvalía (la fuente de las ganancias) basada en la explotación del trabajo asalariado y la inversión y reinversión de las ganancias por capitales en competencia sobre una base de expansión, reducción de costos y tecnologías más avanzadas (y mayor productividad). Es un proceso, como dijo Marx, que acumula riquezas en un polo y la miseria y agonía del trabajo en el otro.
Exportación de capital: La salida del capital de inversión de un país a otro a fin de generar ganancias basadas en la explotación del trabajo asalariado. Consta de inversiones extranjeras directas en las empresas del país anfitrión o en la construcción de nuevas instalaciones (p.e., cuando la GM establece una fábrica en China); y otras formas, como préstamos de la banca, inversiones en acciones y bonos, etc.
Imperialismo: La fase del desarrollo del capitalismo en un sistema mundial de explotación alcanzada a fines de los años 1880. Vivimos en la época del imperialismo. El imperialismo tiene cinco rasgos principales: a) el dominio de los monopolios (grandes unidades poderosas y altamente centralizadas de propiedad y control) sobre la organización de la producción y distribución; b) la fusión de capitales de la banca y la industria en enormes bloques financieros; c) la importancia central de la exportación de capital para la rentabilidad general; d) la división económica del mundo entre las grandes corporaciones, cárteles y grandes potencias en esferas de influencia; y e) el reparto territorial de todo el mundo por las potencias imperialistas en colonias, neocolonias y zonas de influencia, de modo que la lucha entre las principales potencias imperialistas implicará el nuevo reparto del mundo.
La burguesía: La clase dominante de una sociedad capitalista. Esta clase explotadora moderna tiene el control (o propiedad) privado de las fuerzas productivas sociales altamente desarrolladas de gran escala, las que solo puede aprovechar mediante el trabajo colectivo de una clase, el proletariado, desprovista de los medios de producción, que tiene que vender su fuerza de trabajo a fin de subsistir. La burguesía encarna la ley capitalista de expandirse o morir. Tiene una relación antagónica con el proletariado. Impone su dominio sobre la sociedad controlando el estado y los órganos de represión y violencia.
Una nueva clase capitalista gobierna a China. Está subordinada al imperialismo y dominada por él. El imperialismo ha penetrado profundamente en la sociedad y economía de China: mediante inversiones de las trasnacionales… actividades financieras mundiales… la influencia de organismos controlados por los imperialistas como el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio… y las esferas de cultura e ideología.
China depende del imperialismo: de las enormes entradas de capital de inversión en la economía, y del acceso para sus productos de exportación a los mercados de los países capitalistas avanzados, como Estados Unidos, Japón y Alemania. Este factor es lo que más ha estado determinando y lo que más está determinando el desarrollo capitalista de China.
A su vez, como China ha sido un ambiente tan lucrativo para las inversiones imperialistas, a causa de su enorme reserva de mano de obra superexplotable, que es su “ventaja competitiva” en el sistema mundial, su economía ha estado creciendo rápidamente. A medida que continúa este proceso y sus gobernantes han tomado medidas para fortalecer su base de poder e iniciativa, China ha cobrado mayor influencia y apalancamiento. Este proceso ocurre en un marco en que el imperialismo, sobre todo el estadounidense, domina a China.
Con mayor frecuencia, los gobernantes chinos trabajan para abrir espacios y promover sus propios intereses geoestratégicos en ese marco y sobre la misma base fundamental: la bárbara explotación de la fuerza de trabajo asalariada. Pero en este proceso, los gobernantes capitalistas están desafiando un marco que principalmente ha estado beneficiando al imperialismo estadounidense.
Es posible que China esté en una transición a ser una potencia imperialista. Pero el que lo haga o no, será producto de más que los factores económicos y desde luego no simplemente de los factores internos de China. Más bien, el proceso dependerá de diversos sucesos militares, políticos y económicos interdependientes en el sistema mundial, como acontecimientos imprevistos: crisis, guerras, la lucha de clases en China y en el mundo, y revoluciones.
En términos generales, una compleja dinámica de dependencia y creciente poder está modelando el desarrollo de China y su ascenso en el sistema imperialista mundial, la cual a su vez está afectando este sistema. Cómo todo eso se desenvolverá no está predeterminado, pero ya es una importante grieta o falla delimitante en el mundo.
II. EL RÁPIDO CRECIMIENTO DE CHINA: IMPULSADO POR EL CAPITAL EXTRANJERO, DEPENDIENTE DE EXPORTACIONES
China es ahora la segunda economía en magnitud del mundo después de Estados Unidos. Su tasa de crecimiento ha sido la más rápida entre todas las grandes economías del mundo: promedia un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de casi 10% en las últimas dos décadas. En contraste, la tasa media anual de crecimiento de los países imperialistas fue 2-4%. El PIB de China, la producción de bienes y servicios, se duplicó entre 1990 y 2005. Sin embargo, China sigue siendo un país pobre, con una producción (e ingreso) por persona muy por debajo de aquellos de los países capitalistas avanzados.
Puede que la tasa de crecimiento e industrialización excepcionalmente alta y sostenida de China en las últimas dos décadas no tenga precedente en la historia del capitalismo. Lo que es más, este crecimiento sostenido a) lleva a un enorme aumento de capacidad productiva de China; b) afecta profundamente la trayectoria del desarrollo del capitalismo global; y c) contribuye al rápido ascenso de China como potencia económica mundial.
A. China en la economía mundial
China está llegando a ser el centro de gravedad del proceso manufacturero mundial. En los últimos años, ha estado entre las cinco mayores receptores de inversión extranjera; y es el mayor destinatario de inversión industrial extranjera. Ha sido el motor de crecimiento de la economía imperialista mundial. Consume del 20 al 25% de las reservas mundiales de hierro, acero, aluminio y cobre. Representa un tercio del aumento de la demanda mundial de petróleo1 .
Está profundamente metida en la economía mundial. Es el mayor tenedor extranjero de dólares del mundo. Compite por las materias primas y energéticos de África y otras partes, con Estados Unidos (y otras potencias imperialistas). Está surgiendo como una fuerza geoeconómica más y más agresiva en el mundo. El imperialismo estadounidense, por su parte, ha estado ubicando a China como un competidor y rival potencial a largo plazo.
El rápido crecimiento de China está entrelazado con enormes entradas de capital de inversión extranjera:
  • El capital extranjero controla la mayoría de los activos de 21 de los 28 sectores industriales líder de China2 .
  • Para comienzos del nuevo siglo, las transnacionales como General Electric representaban un tercio de la producción industrial china3 .
  • Las empresas en que se invierte capital extranjero representan casi 60% de las importaciones y exportaciones chinas4 .
Las inversiones por capitales extranjeros en China han creado enormes complejos de producción en las zonas costeras, adonde va el 80% de toda inversión extranjera. En los últimos 20 años, unos 200 millones de trabajadores rurales se han mudado a zonas urbanas para encontrar trabajo5 . Este ejército de migrantes superexplotables, de salarios bajos y discriminación en alojamiento y servicios, satisface las necesidades de estos complejos de producción.
Se ha invertido fuertemente el capital extranjero en China en productos manufacturados de bajo costo y bajo valor, como prendas de vestir. China también produce productos electrónicos y de tecnología de informática, y ahora es el mayor exportador a Estados Unidos de computadoras, aparatos electrónicos de computación y otros productos afines. Pero una alta proporción de esas exportaciones supone montaje en fábricas de propiedad extranjera en China u operaciones subcontratadas a los capitalistas de China que usan componentes de alta tecnología manufacturados fuera de China6 . Esto es un ejemplo del desarrollo distorsionado de China.
Chart 1
China es el mayor receptor de inversión directa extranjera en el tercer mundo. Y las empresas extranjeras consiguen ganancias excepcionalmente altas de sus operaciones en China. Como muestra la Gráfica 1, las tasas de rendimiento de las inversiones estadounidenses en manufacturas en China son el doble del nivel de inversiones comparables en países de la Unión Europea (UE), y mayor que en América Latina.

Otro ejemplo del desarrollo regido por el imperialismo: cuando el capital imperialista subcontrata a empresas chinas, las ganancias fluyen desproporcionadamente hacia el imperialismo. Mira el caso de un iPod vendido en Estados Unidos por $299. Solamente $4 se quedan en China con las empresas que arman los aparatos, mientras $160 van a las compañías estadounidenses que los diseñan, transportan y venden al por menor7 .
El capital internacional ha moldeado la economía china y la ha integrado como un eslabón clave en el sistema regional de Asia oriental de producción de altas ganancias, orientada a la exportación.
China depende en alto grado del mercado estadounidense, que es el principal receptor de sus exportaciones. Así que la vitalidad de la economía china depende mucho del crecimiento de la demanda en el mercado estadounidense, demanda que cada vez más se financia con deuda. China también depende de los mercados de exportación de otra manera: tiene que aumentar de manera exponencial las exportaciones para pagar la creciente cuenta por concepto de la importación de energéticos, minerales, alimentos, productos semiacabados, bienes de capital (como maquinaria) y bienes suntuarios para sus nuevas clases acomodadas.
B. Algunos antecedentes históricos y los crímenes de los nuevos gobernantes capitalistas chinos
En el siglo XIX, el capitalismo occidental llegó a dominar a China por medio de guerras, la imposición de tratados desiguales y la partición de China en esferas de influencia extranjera. La penetración económica y militar de potencias extranjeras siguió brutalmente: la presión económica estadounidense a “abrir” el mercado chino; la agresión y ocupación japonesas en los años 30, y el apoyo de Estados Unidos para las fuerzas corruptas y reaccionarias de Chiang Kai-Shek en la guerra civil china de 1945-49. China había perdido la soberanía, y su desarrollo económico fue deformado y truncado por la dominación imperialista.
La revolución china de 1949-76 lo cambió todo. Rompió el férreo control extranjero. Destruyó los cimientos del gobierno explotador y corrupto de terratenientes y capitalistas burocráticos. Los recursos de China ahora sirvieron las necesidades del desarrollo general. Bajo la dirección de Mao, China construyó una economía autosuficiente y equilibrada. Se construyó una base industrial moderna. El transporte y las centrales eléctricas, parte de una nueva infraestructura creada por los esfuerzos colectivos de la sociedad, sirvieron este desarrollo equilibrado. Se dispersó la industria a los pueblos y aldeas. Se establecieron las comunas en el campo: se llevó a cabo la agricultura cooperativamente a niveles diferentes, campesinos se unieron para construir enormes sistemas de irrigación y control de inundaciones, se ofrecieron servicios de salud y educación a bajo costo. El resultado fue una fuerza de trabajo calificada y sana.
Después de derrocar el socialismo en 1976, los nuevos gobernantes capitalistas básicamente abrieron a China y la entregaron al capital extranjero. El imperialismo, junto con los nuevos gobernantes capitalistas de China, le sacaron provecho al desarrollo socialista del pasado y lo transformaron en beneficio de la acumulación de capital. El nuevo régimen les quitó los derechos a los obreros y los convirtieron en esclavos asalariados para el capital extranjero y nacional. Desmantelaron las comunas; y los campesinos desterrados o sin capacidad de mantenerse de la agricultura emigraron por desesperación (y el aliciente de ingresos más altos) a las ciudades en las regiones costeras en auge donde se convirtieron en una casta de obreros flexibles, superexplotados y desechables. La infraestructura construida durante el período socialista hacía de una especie de subvención al desarrollo regido por el imperialismo.
C. La burguesía china y el sector estatal
Un sector de la burguesía basado en el estado está en el núcleo del poder de China. Gobierna por medio de su instrumento político, el Partido Comunista de China, un partido que no tiene nada que ver con el socialismo ni el comunismo. Regula la política monetaria y de impuestos. Está vinculado estrechamente al capital extranjero y depende de él, y está integrado con el gran capital privado nacional. Tiene el mando del ejército y de la fuerza represiva del poder estatal, y usa este poder con brutalidad contra las masas, como vimos en la supresión de los estudiantes y obreros en las protestas en la Plaza de Tiananmen en 1989.
El sector económico estatal incluye empresas industriales y bancos paraestatales (propiedad del gobierno), y representa aprox. 35% de la economía. El sector capitalista privado de la economía está creciendo mucho más rápidamente, y se ha privatizado una buena parte del sector estatal. Desde 1995, se ha reestructurado mucho el sector estatal. Ha eliminado gran cantidad de empresas y despedido a decenas de millones de empleados. Pero un núcleo de empresas estatales domina una buena parte de la industria pesada e importantes sectores servicios8 . Este sector estatal sigue siendo una base económica del poder de esta parte dominante de la burguesía.
El control estatal sigue siendo muy fuerte en los sectores bancario y de seguros, aunque hayan vendido acciones a inversionistas internacionales privados.
En el marco de la dominación del imperialismo y la dependencia de la tecnología importada, el estado chino ha estado dirigiendo estratégicamente, en cierta medida, el desarrollo de China. Una meta suya es que China “suba” la escalera manufacturera a un nivel de producción más sofisticada. China está produciendo más bienes intensivos en capital y realizando más procesos de manufactura modular (de tecnología avanzada, estandarizada), etc.
La clase dominante china pretende expandir y diversificar la base industrial-tecnológica e influenciar los patrones de desarrollo.
Una industria automotriz, encabezada por el capital extranjero (compañías como Volkswagen y GM), se desarrolla rápidamente en China. Pero como condición para entrar en el mercado chino, el gobierno requiere transferencias sin precedentes de tecnología de las corporaciones transnacionales. El régimen ha insistido que sus productores automotrices nacionales mantengan empresas conjuntas con sus socios competidores extranjeros.
De manera muy importante, China está invirtiendo en investigación y desarrollo en gran escala y a largo plazo. El gobierno está promoviendo compañías privadas y estatales nacionales a que sean líderes nacionales de industrias como computadoras y telecomunicaciones.
Los gobernantes pretenden convertir el desarrollo dominado por el imperialismo extranjero en una base para fortificar su posición como potencia económica mundial y de la cual proyectar y amplificar ese poder a escala mundial.
Sin embargo, el veloz desarrollo de China tal como se ha desenvuelto sigue siendo dominado por el capital extranjero y depende de los mercados internacionales. Es vulnerable a fluctuaciones de la demanda del mercado mundial. Tiene que atraer a capitales extranjeros, que constantemente buscan zonas de producción de costo aún más bajo, de México… a China... a Vietnam. Este proyecto requiere y valora la estabilidad social y política de la sociedad y la economía pero, al mismo tiempo, ha generado distorsiones agrícola-industriales extremas y agudas y enormes desigualdades regionales y sociales. La brecha de ingresos entre las zonas urbanas y rurales, según algunos estudios estadísticos, es mayor que ningún otro país del mundo, y esto es un factor profundamente desestabilizador9 .
D. La realidad
El crecimiento rápido con bajos costos y altas ganancias es un importante objetivo de la clase dominante. Se basa en la explotación de la fuerza de trabajo asalariada y la mano de obra de los campesinos, y la sangre y los huesos del pueblo chino. Es un desarrollo económico caótico, ruinoso y desastroso para el medio ambiente.
Cinco de las ciudades más contaminadas del mundo están en China. La Presa de las Tres Gargantas, un enorme proyecto sin paralelo en la historia humana, ha destruido ecosistemas en masa y desplazado a enormes poblaciones. El voraz desarrollo comercial está destruyendo tierras de cultivo a un ritmo acelerado (los funcionarios gubernamentales presionan a los agricultores a que vendan sus derechos de uso del suelo con poquísima compensación). China ya ha perdido la mitad de sus humedales. El desarrollo capitalista es un desastre ambiental. Se ha calculado que la contaminación del aire y del agua y otras formas de degradación ambiental son la causa de enfermedades y muertes prematuras que les roban la vida a unas 400.000 personas de China cada año10 .
El desarrollo económico de China es un desastre humano:
El terremoto de Sichuan de la primavera de 2008 tuvo un saldo mucho más desastroso para los pobres: las escuelas construidas de manera chapucera para aquellos de menos recursos se derrumbaron y muchos niños murieron innecesariamente. Los campesinos tienen que pagar por servicios médicos y educación. Un reciente estudio del sistema de salud concluyó: “Con mayor frecuencia, aquellos de menos recursos no disponen de plano de servicios médicos”11 .
En la China urbana, es común que los obreros asalariados de bajo pago del sector de exportación trabajan 80 horas a la semana en fábricas en abominables condiciones de salud y seguridad. En el occidente, oímos de la pintura con plomo en los juguetes producidos en China, pero no de los gases tóxicos, de las heridas ni de la pérdida de extremidades en esas fábricas de juguetes. Según un estudio del gobierno chino, se deben salarios al 72% de los casi cien millones de trabajadores migrantes del país, y esta es una fuente importante de capital acumulado por las empresas privadas y extranjeras12 .
Es significativo que el auge económico de 1990-2002 generó una disminución del empleo asalariado formal en el sector urbano, es decir, los trabajos formales con ciertas protecciones y normas, mientras el sector estatal pretendía lograr más eficiencia y rentabilidad. Se ha generado una buena parte de los nuevos trabajos en el sector privado y especialmente en lo que se llama el sector informal: los trabajos inestables y no regulados, jornaleros eventuales en la construcción de los megaproyectos (rascacielos en las ciudades, infraestructura para los juegos Olímpicos de 2008, construcción de presas), vendedores ambulantes y actividades ilegales13 .
Una manifestación de estas tendencias es la floreciente “industria del sexo” de China. Unas organizaciones de mujeres calculan que China ya tiene unos 20 millones de trabajadoras del sexo, en su mayoría provenientes del campo para trabajar en las zonas rojas de los enormes centros industriales y comerciales nuevos14 .
Las mujeres del campo tienen problemas nuevos cuando sus esposos e hijos emigren a las ciudades. Se les reducen las oportunidades. Un suceso social muy triste y poco divulgado en el campo es que cantidades sin precedente de mujeres, de mujeres jóvenes, se están suicidando. Esto dista mucho de la realidad en la China de Mao, en que la lucha contra la opresión de la mujer fue un elemento central de la transformación revolucionaria continua de la sociedad15 .
III. China, una pujante potencia económica con metas estratégicas
El rápido desarrollo del capitalismo de China está formando una red regional centrada en China de producción capitalista en Asia oriental, en que el imperialismo japonés es un organizador importante. Asia oriental es la región manufacturera más dinámica del mundo. Los gobernantes de China están promoviendo mayores vínculos económico-políticos en toda Asia oriental. Están fortaleciendo su capacidad de proyectar su poderío militar en la región. Y se está extendiendo a otras partes del mundo.
A. Creciente peso financiero
China ha llegado a ser un importante actor en los mercados de finanzas y divisas del mundo. Tiene $1.8 millón de millones de reservas de divisas, que es una reserva de riqueza y se usa como medio de hacer pagos internacionales. Las reservas de divisas provienen de los ingresos por concepto de exportación así como de otros ingresos de sus inversiones. China es una máquina de exportación extraordinaria; Estados Unidos importa más bienes de China que de ningún otro país. China ya ha rebasado a Japón como mayor tenedor de reservas de divisas del mundo. Por ahora, mantiene la mayoría de estas reservas en dólares, invertidos en bonos del tesoro y deuda pública del gobierno estadounidense, y otros instrumentos financieros.
Las reservas de dólares de China son una fuente de considerable peso financiero en la economía imperialista mundial. Estados Unidos tiene un enorme déficit público (eroga más en guerras, programas sociales, pagos de interés, etc., que lo que recauda de impuestos); tiene un enorme déficit comercial (importa más de lo que exporta). Pide en préstamo enormes cantidades de capital para cubrir sus desequilibrios financieros internacionales. Y de importancia crucial, cuenta con que los países como China sigan financiando su deuda.
En 2007-08, a las debilitadas empresas financieras y de corretaje de Wall Street, como Morgan Stanley, les urgía una fuente de capitales, y por tanto recurrieron a los “fondos de riqueza soberana” de China, que son enormes reservas de riqueza financiera administradas por gobiernos.
China es un enorme importador de energéticos y minerales; representa casi el 40% del crecimiento del mercado mundial de esos bienes desde 1995. Ya que China tiene un desarrollo rápido orientado hacia el mundo que tiene una base tecnológica menos desarrollada que la que existe en un país como Japón, usa siete veces más energéticos para realizar el mismo volumen de producción que en el caso de Japón (y tres veces más que India)16 .
China busca un acceso seguro a materias primas para alimentar su máquina industrial. En América Latina y África, China está invirtiendo en industrias de extracción y comprando empresas. Sus inversiones directas extranjeras aumentaron de 1.8 mil millones en 2003 a 16.1 mil millones de dólares en 2006. Aprox. la mitad de estas están en industrias basadas en recursos naturales17 .
Una lucha entre competidores está tomando forma en África por el control del petróleo y las reservas minerales. Las petroleras estadounidenses han estado aumentando sus inversiones en países como Angola, Nigeria y Guinea Ecuatorial. En 2007, el ejército estadounidense estableció un nuevo mando africano, AFRICOM (antes de esto, las operaciones militares las coordinaban los mandos de fuera de África). Es una iniciativa importante del imperialismo estadounidense: para asegurar el suministro del petróleo y el control de otros recursos naturales e incorporar más partes de África en su “guerra contra el terror”. Además, Estados Unidos ha estado aumentando las transferencias de armamento y acuerdos de apoyo militar con varios gobiernos africanos.
Desde mediados de los 1990, China ha estado aumentando sus actividades en África. Ya es el tercer socio comercial de África. La petrolera paraestatal china adquirió una participación controladora en la petrolera líder del Sudán. Ya está invirtiendo en la industria petrolera de Argelia. Ha estado haciendo incursiones como inversionista en los sectores de petróleo de Angola y Nigeria. África ya suministra aprox. el 30% de las necesidades de petróleo importado de China. Las empresas mineras chinas que buscan cobalto, uranio, cobre y otros minerales industriales, con el apoyo del estado, han estado haciendo inversiones en la República Democrática del Congo, Zimbabwe y Zambia, dándoles ayuda financiera y forjando vínculos más estrechos con ellos18 .
Todas estas inversiones y maniobras de China son minúsculas en comparación al papel de Estados Unidos y Europa en África. Pero se intensifica la rivalidad en África, y está en marcha una competencia en que con mayor frecuencia China participa.
China utiliza lazos políticos y diplomáticos, ventas de armas y acuerdos de capacitación, y los préstamos de bajo interés para impulsar sus intereses. Se está posicionando en el frente ideológico en algunos países del tercer mundo criticando la dominación y algunas políticas de Estados Unidos que exprimen a esos países. Y está sacando provecho del hecho de que Estados Unidos está ocupado y enredado en el Medio Oriente, donde hoy libra guerras por un imperio mayor19 .
Con más frecuencia, el imperialismo estadounidense ha estado tratando a China como competidor estratégico. Desde 2006, el estudio anual de China del Departamento de Defensa estadounidense ha colocado la competencia por recursos con China a la par con el conflicto sobre Taiwán como potencial causa de una guerra estadounidense contra China.
En el contexto del ascenso de China en la economía mundial y la rivalidad con ella, se puede empezar a entender por qué Estados Unidos sataniza y hace que China sea blanco de los golpes: por exportar alimentos y medicinas peligrosos, por violar derechos de propiedad intelectual, por violar derechos humanos y por aumentar sus gastos militares.
B. Ambiciones geopolíticas y la conexión rusa-china
El crecimiento económico rápido, anárquico y escaso de recursos de China, bajo la dominación del capital imperialista, objetivamente está impulsando su surgimiento como una potencia mundial con ambiciones geopolíticas.
El Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz ha calculado que los gastos militares de China se han triplicado en la última década. En 2006, sus gastos militares superaron a los de Japón, para situarse en el tercer lugar de Asia oriental, y ahora tiene el tercer presupuesto militar del mundo20 . El gobierno chino está modernizando su capacidad naval, mejorando su arsenal de mísiles balísticos y entrando en campos de alta tecnología como la militarización del espacio. Sus gastos militares son pequeñísimos en comparación con los de Estados Unidos, pero su poderío militar es un factor siempre mayor en las relaciones internacionales, sobre todo en Asia oriental.
Con la perspectiva de promover los intereses del imperialismo estadounidense, dos ex asesores del gobierno estadounidense revelan ciertos aspectos de la realidad, al describir la cambiante situación geopolítica que Washington confronta en esta región crítica: “Después de 60 años de dominación estadounidense, la correlación de poderes está cambiando en Asia nororiental. Estados Unidos está en un declive relativo, China está en alza, y Japón y Corea están en un estado de cambio. Para mantener su poderío en la región, Washington debe identificar las tendencias que están modelando esa transición y adoptar nuevas herramientas y regímenes que amplíen la base de poder de Estados Unidos”21 .
Un aspecto de la situación actual es la creciente convergencia de intereses entre Rusia y China en esferas importantes, y la multiplicación de lazos y cooperación entre los dos países. En 2006, China llegó a ser el principal socio económico de Rusia, y financia importantes proyectos de oleo- y gasoductos para ese país, un tema que discutiremos en la próxima entrega de la serie.
Los dos países suministran armas a países productores de petróleo y gas natural del tercer mundo. Están aumentando su capacidad militar en importantes regiones que producen energéticos. En 2001, se unieron para formar la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) de países centroasiáticos.
La OCS representa un cambio importante en las relaciones mundiales. El crecimiento económico de China y su ascenso en la economía mundial se están expresando con más frecuencia en esferas geopolíticas y militares. La OCS es una alianza regional de energéticos y de seguridad en Asia central. Sus principales estados integrantes son China, Rusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La OCS combina la fuerza económica china con la capacidad militar y los recursos energéticos de Rusia. En el verano de 2007, condujo sus primeros ejercicios militares. Fue la primera vez que China movilizó a tropas aerotransportadas fuera de su territorio22 .
La OCS claramente tiene como objetivo reducir y contrarrestar la influencia de Estados Unidos en Asia central, y concentrar ciertos puntos fuertes y superar ciertas debilidades de Rusia y China, mientras atrae a su órbita a otros países. Es un vehículo de rivalidad, naciente pero importante, en una región volátil y rica en energéticos.
C. Unos temas nuevos
El rápido ascenso de China en la economía mundial plantea unos temas nuevos.
¿Es posible que China “se desacople” (el término que usan los analistas financieros y geopolíticos) de su dependencia del mercado de exportación estadounidense y deje de financiar el déficit estadounidense?
En el corto plazo, la respuesta parece ser que “NO” con mayúscula, en vista de las grandes reverberaciones que podría provocar (China perdería miles de millones de dólares si abandonara de repente el dólar, pues llevaría a su desplome) y de que el desarrollo dependiente y distorsionado de China requiere de enormes mercados para sus productos de exportación. Parece que China no puede reemplazar fácilmente a esos mercados occidentales estimulando la demanda interna.
Sin embargo, a mediano y largo plazo, las posibilidades de tal “desacoplamiento” tienen otro aspecto, especialmente en conexión con otros cambios económicos y geopolíticos mundiales.
El alto ritmo de crecimiento de China y la rentabilidad que eso le ha dado al capital imperialista han sido un estímulo vital para la economía mundial, y para el imperialismo estadounidense. Al mismo tiempo, la Unión Europea, un bloque económico oesteeuropeo más cohesionado y más competitivo, está teniendo ahora un mayor papel en la economía y las finanzas mundiales.
Sin embargo, como mencioné al comienzo de este análisis, Estados Unidos ocupa la primera posición en la economía imperialista mundial. Y, debido a que China está profundamente metida en la economía imperialista mundial, si llegara a sufrir todos los estragos de lo que conllevaría la evolución de una disminución del crecimiento global, podría tener enormes repercusiones retroalimentarias desestabilizadoras tanto en China como en la economía mundial. La forma en que China y Estados Unidos responden a la crisis financiera de 2008, y cómo salen de ella, puede tener consecuencias geopolíticas largoplacistas.
China ha logrado sostener un alto ritmo de crecimiento. Pero es una economía capitalista. No es inmune ni a la inestabilidad ni a la crisis. Se calcula que el 75% de sus industrias están plagadas de sobrecapacidad, o sea, tienen demasiadas inversiones para los mercados existentes23 . La inflación está aumentando en China. La polarización social está agudizándose; en los últimos años se han multiplicando las huelgas, protestas y confrontaciones en el campo contra la corrupción, la adquisición hostil de tierras y los daños ambientales.
La dinámica del ascenso de China es compleja. No obstante, hay una contradicción que la delimita: su dependencia y su creciente fuerza económica. China depende del capital y de los mercados extranjeros. A pesar de eso, ha surgido en el mundo como una potencia económica y un centro manufacturero. Ha acumulado enormes reservas de divisas y se ha ganado una influencia financiera considerable... y cada vez más, sobre el dólar. Busca más agresivamente mercados del tercer mundo e invierte capitales fuera de sus fronteras.
Al reflexionarlo, parece que lo que guía a la clase dominante china es una orientación estratégica y competitiva de largo plazo: diversificar y reforzar la base industrial interna, ampliar su alcance económico y financiero en el mundo y fortalecer su capacidad militar... y hacer todo eso sin provocar una confrontación directa con el imperialismo estadounidense.
¿Podría evolucionar China para ser una formación de capital imperialista? Es una pregunta que no se puede descartar de antemano, aunque tampoco se puede decir que es inevitable. Sin embargo, es una posibilidad real... es posible que China esté en una etapa de transición hacia ser una potencia imperialista. ¿Cuáles son las posibilidades de un cambio cualitativo así, y por medio de cuáles caminos podría darse? Son asuntos que dependerán de la historia, de la interacción del movimiento y el desarrollo del capitalismo chino con la lucha de clases en China, y con los mayores cambios, desplazamientos y trastornos de la economía mundial... y con los acontecimientos grandes e inesperados de la política mundial, como guerras y otros conflictos, pero también luchas revolucionarias.
Notas
1. Keith Bradsher, “Labor Costs Soar in China, So Its Neighbors Beckon”, New York Times, 18 junio 2008; John C.K. Daly, “Feeding the Dragon: China’s Quest for African Minerals”, China Brief, 31 enero 2008, http://www.jamestown.org; Energy Information Administration, Country Analysis Briefs: China, agosto 2006,http://www.eia.doe.gov.[back]
2. Wu Qi, “China Regulates Foreign Mergers for More Investment”, 11 septiembre 2006, http:/www.china-embassy.org[back].
3. Wang Zile, “Foreign Acquisition in China: Threat or Security”, China Security, Vol. 3, No. 2 (primavera 2007), p. 90.[back]
4. US-China Business Council, Forecast 2008: Foreign Investment in China, p. 1.[back]
5. US-China Business Council, Forecast 2008: Foreign Investment in China, p. 3; CIA, World Fact BookChina, http://www.cia.gov.[back]
6. Nicholas Lardy, “Trade Liberalization and Its Role in China’s Economic Growth”, http://www.imf.org.[back]
7. Charlemagne, “Winners and losers”, The Economist, 1 marzo 2008, p. 56.[back]
8. Sobre el sector estatal, ver Arthur Kroeber y Roselea Yao, “Large and in charge”, Financial Times, FT.com, 14 julio 2008, http://www.ft.com.[back]
9. Mobo Gao, The Battle For China’s Past: Mao and the Cultural Revolution (Londres: Pluto, 2008), pp. 160, 179; Joseph Kahn y Jim Yardley, “Amid China’s Boom, No Helping Hand for Young Qingming”, New York Times, 1 agosto 2004.[back]
10. Elizabeth Economy, “China vs. Earth”, The Nation, 19 abril 2007; Jim Yardley, “China’s Turtles, Emblems of a Crisis”, New York Times, 5 diciembre 2007; L. Alan Winters y Shahid Yusuf, compiladores, Dancing with Giants (Washington, D.C.: Banco Mundial, 2007), p. 14.[back]
11. Li Onesto, “Terremoto sacude al terreno capitalista en China”, Revolución #131, 1 junio 2008, http:/www.revcom.us; Sanjay Reddy, “Death in China: Market Reforms and Health”, New Left Review 45, mayo-junio 2007.[back]
12. Anita Chan, “A ‘Race to the Bottom’”, China Perspectives, No. 46 (marzo-abril 2003), p. 43; David Harvey, A Brief History of Neoliberalism (Londres: Oxford University Press, 2005), p. 148.[back]
13. Martin Hart-Landsberg y Paul Burkett, “China, Capitalist Accumulation, and Labor”, Monthly Review, mayo 2007, pp. 28-29.[back]
14. Howard W. French, “The Sex Industry is Everywhere But Nowhere,” New York Times, 14 diciembre 2006, citado en Hart-Landsberg y Burkett, p. 29.[back]
15. Robert Weil, “Were Revolutions in China Necessary,” Socialism and Democracy, Vol. 21, julio 2007, pp. 20-22,[back]
16. Winters y Yusuf, Dancing with Giants, p. 14; Parag Khanna, The Second World: Empires and Influence in the New Global Order, Nueva York: Random House, 2008, p. 313, nota.[back]
17. PPI, “Chinese Direct Investment Abroad Has Grown Twenty-Fold Since 2000”, 21 octubre 2007, http://www.ppionline.org [back]
18. Sobre la competencia entre las grandes potencies por los recursos de África y el creciente peso económico de China en África, ver Michael T. Klare, Rising Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008), capítulo 6; Jian-Ye Wang y Abdoulaye Bio-Tchane, “Africa’s Burgeoning Ties with China”,Finance and Development (FMI), marzo 2008, Vol. 45, No. 1; David H. Shinn, “Africa, China, The United States, and Oil”, Africa Policy Forum, http://www.forums.csis.org.[back]
19. Michael T. Klare, “The New Geopolitics of Energy”, The Nation, 1 mayo 2008, http://www.thenation.com.[back]
20. Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, Recent trends in military expenditure (Estocolmo: 2008), http://www.sipri.org[back]
21. Jason T. Shaplen y James Laney, “Washington’s Eastern Sunset: The Decline of U.S. Power in Northeast Asia”, Foreign Affairs, noviembre-diciembre 2007, edición electronic, resumen, p. 1, http://www.foreignaffairs.org.[back]
22. Sobre la Organización de Cooperación de Shanghai, ver Bates Gill y Mathew Oresman, “China’s New Journey to the West” (Washington, D.C.: Center for Strategic and International Studies, 2003), pp. 5-12; y Klare, “New Geopolitics of Energy”.[back]
23. Ho-fung Hung, “Rise of China and the Global Overaccumulation Crisis”, Review of International Political Economy, 15:2, mayo 2008, p. 159.[back]

PRÓXIMAMENTE, PARTE 3: LA UNIÓN EUROPEA, RUSIA, JAPÓN E INDIA
Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias
Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer
Parte 3: La Unión Europea como potencial rival al dominio de Estados Unidos

Raymond Lotta
Se están operando grandes cambios en la configuración de poder económico entre las grandes potencias. Se pueden detectar nuevas grietas en la economía mundial. El imperialismo estadounidense aún es la potencia económica y militar principal en la economía mundial, pero su posición se está erosionando, y están surgiendo potenciales rivales.
La ampliación y la consolidación de la Unión Europea es un rasgo que está definiendo este paisaje económico cambiante, siendo al ascenso de China quizá el más dinámico de los grandes movimientos tectónicos que se están dando en la economía mundial (ver la Parte 2 de esta serie).
La Unión Europea (UE) es un bloque económico altamente desarrollado de países capitalistas e imperialistas en el continente europeo. En los últimos 15 años, la UE ha alcanzado niveles más altos de integración financiera y económica y fortalecido su posición internacional. Está creciendo el importante papel del euro, la moneda de 15 integrantes de la UE, en las finanzas y comercio del mundo. La UE ha estado imponiéndose con más energía  en el mundo y aumentando su capacidad militar.
La naturaleza y las posibles implicaciones de la expansión y el fortalecimiento de la UE relativa a la rivalidad entre las grandes potencias es el tema de la Parte 3 de esta serie.
I. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA Y LA AMPLIACIÓN DE LA UE
La UE ha trabajado en sociedad y alianza con el imperialismo estadounidense en asuntos militares y en foros internacionales como la Organización Mundial de Comercio. Europa occidental recibe enormes entradas de capital estadounidense, y Estados Unidos recibe enormes entradas de capital de Europa occidental. A su vez, la UE representa un desafío competitivo creciente y grande al imperialismo estadounidense dentro del actual marco mundial dominado por el mismo imperialismo estadounidense.
La interpenetración de factores económicos y no económicos afectará la manera en que se desarrolla el desafío de la UE:
  • La evolución de la OTAN, la alianza militar encabezada por Estados Unidos en que importantes países de la UE participan.
  • El elemento dinámico de las relaciones de la UE con Rusia y China, dos potencias en ascenso en la economía mundial las que se están convirtiendo en socios comerciales aún más importantes de la UE.
  • Las guerras por imperio en el Medio Oriente y Afganistán, en que el imperialismo oesteeuropeo está fuertemente metido con Estados Unidos, y cuyos desenlaces están lejos de decididos.
  • El choque global entre un anticuado imperialismo que domina y explota al mundo y un anticuado fundamentalismo islámico el que ha crecido en respuesta a los embates del imperialismo pero que no presenta ninguna solución liberadora ni real al imperialismo. En Europa, el reaccionario fundamentalismo islámico está cobrando peso e influencia en algunos sectores de los inmigrantes1 .
  • Los efectos de las luchas sociales en Europa hoy y en el mundo, y el potencial de que surja lucha revolucionaria y afecte la situación en los países de la UE y en el mundo en conjunto.
Antecedentes: La Unión Europea
La Unión Europea no es un estado único, pero tampoco es una coalición amorfa o informal de potencias. Es una unión única de estados imperialistas en Europa occidental que ha gestionado las estructuras legislativas, administrativas y políticas como para regular su funcionamiento como bloque. Su núcleo dirigente consta de las grandes potencias imperialistas oesteeuropeas: Alemania, Francia y el Reino Unido. Alemania y Francia son los impulsores político-económicos principales del bloque.
En 1991, la UE contaba con 12 estados integrantes. Pero el colapso de la Unión Soviética imperialista y su bloque en 1989-91 ocasionó nuevas posibilidades para el imperialismo oesteeuropeo. Alemania Occidental, entonces ya la principal potencia económica del continente europeo, absorbió a Alemania Oriental. La UE se orientó hacia el este e incorporó a países como Polonia y Hungría, y países de la región báltica.
Así fue la dialéctica de los años 1990: el imperialismo estadounidense metió a la mayoría de los países esteeuropeos del antiguo bloque soviético en la alianza encabezada por sus fuerzas armadas, la OTAN; los imperialistas oesteeuropeos metieron a la mayoría de estos países en la órbita económica de la UE.
La UE aún consta de economías específicas con estructuras de clases específicas y clases dominantes capitalistas o imperialistas específicas. Pero se ha vuelto un bloque más cohesionado y poderoso. Ha creado diversos organismos para coordinar políticas y ejercer poderes entre los países que conforman el bloque. Desde 1995, creció de 15 a 27 integrantes; ha surgido como un mercado que rivaliza en tamaño con el de Estados Unidos; y ha desarrollado una moneda que tiene el potencial de desafiar al dólar estadounidense en el mundo.
En cuanto a tamaño, los estados oesteeuropeos individuales no pueden competir en el frente económico con el imperialismo estadounidense. Pero como una entidad altamente integrada única, la UE puede competir a nivel global. En resumen, con la expansión y la consolidación de la UE, Estados Unidos hoy está ante un centro industrial, financiero y político formidable y grande2 .
En el frente cultural, la UE se presenta como un capitalismo cosmopolita, civilizado e ilustrado. Esto es parte de su arsenal ideológico en sus esfuerzos de fortalecer su posición político-económica en el mundo.
Mientras tanto, la UE aprieta los controles sobre los inmigrantes, torea con el imperialismo estadounidense por ventaja económica en América Latina, utiliza sus conexiones coloniales históricas y forja nuevas relaciones de dependencia neocolonial, al servicio de sus necesidades internacionales; por ejemplo, inversiones y operaciones militares en África para amarrar fuentes de energéticos y materias primas. La UE también ha formado parte de la subcontratación de tortura de parte del imperialismo estadounidense y su “guerra contra el terror”. Los integrantes de la UE han albergado cárceles secretas de la CIA3 .
II. LA UE FORTALECE SU MANO COMPETITIVA
La UE ha tomado medidas para ampliar y unificar más un mercado común y, en esta conexión, para elevar la rentabilidad y para aumentar la competitividad del capital basado en la UE en el marco de la economía imperialista mundial.
A. Agenda de competitividad y “fuerza de trabajo flexible”
Esto ha encerrado una ola de reformas “neoliberales”. El neoliberalismo se refiere a las medidas y programas que abren más las economías nacionales a flujos más libres del capital, privatizan las industrias paraestatales, desregulan los mercados de trabajo y eliminan las restricciones sobre las condiciones de explotación y contratación de la fuerza de trabajo asalariada, y que recortan las prestaciones sociales, etc. Este proceso ha estado en marcha en Estados Unidos desde los años 80.
En el tercer mundo, los organismos financieros internacionales dominados por Estados Unidos, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, supervisaron la reestructuración neoliberal brutal y polifacética de economías. Este proceso abrió cancha para la mayor penetración del capital imperialista, p.e., de Europa occidental. Además, socavó la agricultura local en grandes regiones del tercer mundo y aceleró un proceso sin precedente de urbanización caótica y masiva4 .
El capital oesteeuropeo ha estado aplicando su propia agenda de reforma neoliberal desde los años 90: más flexibilidad en contrataciones y despidos, mayor utilización de trabajadores eventuales y recortes salariales.
En Francia, están en marcha planes para ampliar la semana laboral legal a más de 35 horas. En Alemania, para aumentar la productividad de los trabajadores, se han recortado varias formas de “coparticipación” de los sindicatos en las fábricas. Alemania es el exportador líder del mundo. Se ha mantenido esta posición en parte tomando medidas para disminuir los costos de la mano de obra, y los salarios reales han estado cayendo por siete años consecutivos (1998-2006)5 . En Francia, se ha recortado el apoyo oficial a la educación y a programas de colocación en empleos, y tales medidas han sido un importante blanco de protestas. Se han recortado las prestaciones de bienestar social, como pensiones para los jubilados, en una buena parte de Europa.
La agenda competitiva de la UE ha abarcado fusiones de grandes empresas en empresas más grandes, como en la industria de acero, el apoyo a sectores industriales estratégicos y la promoción de empresas líder. Por ejemplo, la UE creó EADS, la empresa aeroespacial a nivel de Europa, que fabrica el Airbus y compite en todo el mundo con Boeing.
Esta agenda de “competitividad” también ha abarcado medidas para restringir la libertad de movimiento del capital estadounidense en el mercado más abierto e integrado de Europa. Por ejemplo, la Cía. Microsoft ha sido acusada de prácticas monopólicas. El capital europeo ha procurado coartar al capital estadounidense en el mundo. Esta agenda ha tenido formas complejas y a veces disfrazadas, tales como los pleitos entre Estados Unidos y la UE sobre normas ambientales o controles sobre la importación de productos agrícolas modificados con bioingeniería.
B. El papel especial de Europa oriental
La integración de los países esteeuropeos a la UE ha sido una fuente de ventaja competitiva del capital oesteeuropeo en el mercado mundial. Unas clases capitalistas plenamente desarrolladas gobiernan las economías esteeuropeas, y algunas de estas clases invierten capital en el tercer mundo. Pero están en una relación subordinada a las clases dominantes más grandes y más poderosas de la UE. El capital extranjero, sobre todo el oesteeuropeo, domina a los sectores estratégicos de estas economías, como el transporte, las finanzas y las telecomunicaciones. Los bajos costos de la mano de obra con los altos niveles de capacitación que quedan de los años bajo los soviéticos representan un importante imán para inversiones.
La UE ha reestructurado e integrado las economías esteeuropeas en cadenas de producción globales y a nivel regional. Los trabajadores esteeuropeos tienen peores condiciones laborales y escalas salariales menores, junto con programas sociales menos generosos, que en la población de muchos países de Europa occidental. En Eslovaquia, el salario de la industria automotriz es un octavo de aquel de Alemania, y pronto se espera que la productividad de esta industria (encabezada por Volkswagen y Peugot) sea la más alta del mundo6 . Así, la absorción de Europa oriental por la UE ha aumentado la competitividad y rentabilidad del bloque.
La UE —muy en particular el imperialismo alemán que está muy interesado en Europa oriental y los Balcanes— ha hecho fuertes inversiones en la reconstrucción del transporte, energía y otra infraestructura de Europa oriental. Este proceso ha sido costoso y ha tenido un papel importante en la disminución de los índices de crecimiento de Alemania. Pero esta actualización infraestructural también es una parte importante de un fortalecimiento largoplacista de un mercado continental más integrado y competitivo en que Alemania es el ancla económica de un bloque más cohesionado de la UE.
En términos estratégicos, Europa oriental también tiene importancia para las ambiciones geopolíticas de la UE. En términos geográficos, está más cerca a Rusia, que surte una buena parte de los energéticos los energéticos que necesita Europa occidental, y por eso Europa oriental es una especie de amortiguador. Además, la penetración económica oesteeuropea representa cierto contrapeso al dominio militar estadounidense en Europa oriental7 .
C. La fuerza de trabajo inmigrante en la “Fortaleza Europa”
En las economías más abiertas que necesitan mano de obra tanto altamente calificada como de menores calificaciones y una fuerza de trabajo más “flexible” (con cambios de empleo entre trabajos y sectores de la economía y menos seguridad laboral), la fuerza de trabajo de los inmigrantes tiene un papel particular en los mercados laborales reestructurados.
Se calcula que de 5 a 6.5 millones de trabajadores indocumentados viven y trabajan hoy en Europa. Representan una “fuerza de trabajo trasnacional ilegalizada”, en los sectores agrícola, de construcción, servicios domésticos y de otra índole. Según un reciente estudio de tres académicos progresistas, algunos de estos sectores “probablemente se vendrían abajo si no tuvieran acceso a la mano de obra inmigrante no regulada de bajo costo”8 . A menudo, estos trabajadores indocumentados no pueden conseguir el salario mínimo ni trabajar bajo contrato.
Hoy, las autoridades amenazan con obligar a los inmigrantes a llevar tarjetas de identificación especiales y con establecer bancos de datos con información biométrica. Francia aplicará pruebas del ADN a los nuevos inmigrantes que entran a su territorio. En muchos casos, la histeria xenofóbica contra los inmigrantes en el ambiente después del 11-S tiene formas antiárabes y anteislámicas. Es también parte del discurso oficial; Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, ganó las elecciones en parte con una plataforma de aplicar “medidas duras” contra los inmigrantes después de las rebeliones de los jóvenes inmigrantes contra la brutalidad policial y discriminación social en 20059 .
Los gobiernos de la UE están orgullosos de las nuevas medidas para fortificar las fronteras contra los inmigrantes “ilegales”. ¿Los resultados? Las autoridades españolas informan que en 2006, seis mil personas murieron ahogadas en el Atlántico en la travesía a las Islas Canarias (parte de España) desde África occidental, donde las flotas comerciales europeas han sobreexplotado los bancos de pescado y destruido la vida de los pescadores africanos. En 2006, cientos de inmigrantes más murieron asfixiados en contenedores de carga, camiones y barcos de carga.
III. LAS AMBICIONES GEOPOLÍTICAS DE LA UE
La UE ha estado expandiéndose, y tiene una compulsión de aumentar su influencia internacional y su competitividad, para poder prosperar como potencia geoeconómica en la economía mundial en la cual todavía domina el imperialismo estadounidense y han surgido nuevos competidores y rivales en el sistema mundial. También es posible que este marco económico mundial dominado por Estados Unidos pueda padecer sacudidas importantes. Éstas, en combinación con otros factores (p.e., reveses militares), pueden generar nuevas oportunidades para que las potencias en ascenso como China y la UE salten a posiciones de mucho más fuerza.
En el frente geopolítico, la UE está teniendo un papel internacional más agresivo. Ha estado impulsando charlas en el Medio Oriente. Supervisó las elecciones en el Congo en 2006. Asumió el mandato de la ONU en la ocupación de los Balcanes occidentales.
El grueso de la capacidad militar estratégica global de la UE está en la OTAN. Pero uno de los efectos inesperados del colapso de la Unión Soviética es que “el triunfo del Occidente” dio origen a una Europa occidental con menos dependencia militar del imperialismo estadounidense, pues ya no había un bloque soviético poderoso y militarizado en la frontera con Europa occidental en el contexto del mayor conflicto entre los bloques encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética. Dominique Moisi, una académica geopolítica y asesora en política de Francia, dio esta descripción: “A la configuración de la guerra fría de un Occidente y dos Europas” la está reemplazando “una Europa y dos Occidentes”10 .
La UE ha establecido o expandido varias “fuerzas de intervención” multinacionales; una meta de referencia es tener 60 mil soldados a la espera para misiones en el exterior de hasta un año de duración. La UE ha estado expandiendo su industria militar, invirtiendo en el caza de combate Eurofighter y aviones de largo alcance. Ha desarrollado un sistema de navegación satelital europeo (Galileo). Éstas son iniciativas conjuntas a nivel de Europa. La UE también ha estado tratando de desarrollar una estructura de mando general.
Nada de eso puede igualar, ni siquiera se aproxima a igualar, al peso militar del imperialismo estadounidense hoy. Pero la proyección más enérgica de la UE está dándose al tiempo que Estados Unidos está reduciendo sus fuerzas en Europa, mientras que se están desenvolviendo los planes más ambiciosos de la UE en despliegues militares, sobre todo de parte de Alemania. Además, la UE tiene “los haberes industriales” para sustentar una rápida militarización.
Pero hay otro elemento: Rusia. La UE tendría un poder geopolítico notablemente mayor en una alianza con Rusia, con su aún formidable poderío militar. Ésta es una especie de baza, pero muy real, sobre todo en vista de la mayor dependencia de Europa occidental de las fuentes de energéticos de Rusia.
Rusia ya surte más de un cuarto del gas natural que consume Europa occidental, y va en aumento esta proporción. De otro lado, Rusia tiene una fuerte dependencia del mercado europeo: de la UE, Rusia recibe el 75% de sus ingresos por concepto de exportaciones11 . El capital alemán es la mayor fuente de crédito para las gigantes petroleras y de gas rusas (y el ex canciller alemán, Gerhard Schröder, ahora es presidente de la junta supervisora de una filial de la gigante rusa de gas natural GAZPROM)12 . A su vez, para no tener que depender de Rusia, las trasnacionales europeas han estado buscando una presencia independiente en Asia central.
Se pregunta: ¿llevará la accidentada relación con Rusia en energéticos a un reposicionamiento y colaboración más amplios de estas dos potencias en el mundo?
La UE también está sacando provecho de sus lazos históricos de dominación y explotación de África a fin de obtener energéticos y reducir su dependencia de Rusia. Últimamente, las trasnacionales europeas han representado el 60% de las nuevas inversiones en las empresas petroleras y de gas de África occidental. Royal Dutch Shell es el productor extranjero líder en Nigeria. Ha sido blanco de protestas y ataques armados de la población en respuesta a sus actividades de perforación que traen pocos beneficios para las comunidades vecinas pero sí una enorme destrucción ambiental13 .
IV. EL EURO Y EL DÓLAR: RIVALIDAD EN MEDIO DEL TUMULTO FINANCIERO
El euro ha estado jugando un papel mayor como moneda mundial. La integración monetaria regional de la UE ha generado una ventaja en escala y eficiencia para el capital europeo globalizado. Después de su establecimiento en 1999-2000, el euro se ha vuelto la moneda más grande y única que rivalice al dólar estadounidense como la divisa mundial. La mayor importancia del euro se desprende del poder de la UE y de la erosión de la posición financiera mundial de Estados Unidos. El dólar ha estado bajo enormes presiones a la baja debido a los enormes déficits contraídos por Estados Unidos y la reciente turbulencia financiera en Estados Unidos.
El potencial impacto mundial del euro se sintetiza en la introducción a una compilación de artículos sobre el euro hecha por analistas convencionales: “Como la divisa que soporta el peso del declive del dólar estadounidense desde su sobrevaloración a fines de los años 90, el valor y administración del euro es crucial para poder ajustar los desequilibrios internacionales. Como competidor y colaborador de largo plazo con el dólar, el euro da pie al potencial de un sistema monetario internacional bipolar, que presenta retos y oportunidades sin precedentes para aquellos que formulan la política económica”14 . El euro ya ha rebasado al dólar como moneda principal del mundo en el mercado mundial de bonos.
Todo eso no niega la posibilidad de que el dólar vuelva a surgir. Es importante tener en mente que la fuerza del dólar y su papel como moneda de las reservas y transacciones del mundo no es meramente una función del poder económico del imperialismo estadounidense. La “confianza en el dólar” también tiene que ver con el dominio militar global del imperialismo estadounidense, a los vínculos militares y de seguridad entre los tenedores extranjeros de dólares y el imperialismo estadounidense (tal como en el caso de un país como Arabia Saudita) y a la estabilidad general del capitalismo estadounidense y sus mercados financieros altamente desarrollados en relación a los peligros políticos y económicos en otras partes.
De otra parte, una tendencia más gradual de largo plazo hacia un “sistema monetario bipolar” no niega el potencial de un masivo abandono del dólar y el súbito estallido de caos financiero, quizá de una magnitud no vista desde los años 30. Una combinación de sucesos económicos y cambios políticos podría provocar un ataque de esta clase contra el dólar. Por ejemplo, China podría dejar de financiar la deuda del Tesoro estadounidense al nivel que lo ha estado haciendo hasta ahora y podría diversificar sus reservas de divisas con la correspondiente disminución de sus reservas en dólares.
La crisis financiera que estalló en Estados Unidos a inicios de 2008 ha golpeado a los organismos y mercados financieros de Europa occidental. Pero he aquí un punto aparentemente claro: el euro está cobrando terreno competitivo contra el dólar y con mayor frecuencia se considera una moneda internacional de reservas y transacciones.
V. CONCLUSIÓN: ¿ALIANZA TRANSATLÁNTICA EN TRANSICIÓN?
Después de la II Guerra Mundial, el imperialismo estadounidense  modeló las estructuras estatales de Europa y penetró profundamente las formaciones sociales en ese continente, p.e., en el frente cultural. En la expansión después de la II Guerra Mundial, se profundizaron los lazos de inversión y comercio entre Estados Unidos y Europa y el mayor marco geopolítico dominado por Estados Unidos restringió los desafíos estratégicos del imperialismo oesteeuropeo. Este proceso continuó después del colapso de la Unión Soviética. Además, el Reino Unido, que es integrante de la UE, tiene una “relación especial” con Estados Unidos, lo que afecta el maniobreo entre la UE y Estados Unidos.
Pero los actuales arreglos políticos y económicos del mundo no están grabados en piedra. Pueden evolucionar en nuevas direcciones y cambiar radicalmente en relación a importantes movimientos geoeconómicos y geopolíticos. De nuevo, el factor ruso ocupa un lugar de peso. Puede que la UE se encuentre dividida entre los sectores de sus clases dominantes imperialistas que piden una capacidad militar europea más robusta y aquellos que aún quieren apoyarse en la alianza de la OTAN. Un importante paso de China para conseguir más iniciativa en la economía mundial y/o forjar una alianza más estrecha con Rusia afectaría profundamente los caminos hacia un papel geopolítico mundial mayor o menor de la UE.
En junio de 2008, el gobierno francés anunció una reorientación de su política de seguridad hacia relaciones más profundas con la OTAN. Pero nótese con detenimiento: esto representó un acercamiento hacia la OTAN y la UE, junto con el apuntalamiento de la capacidad de la UE de planear y conducir sus propias operaciones militares.
Las contradicciones entre Francia y Alemania, las fuerzas núcleo de la UE, y Estados Unidos, en torno a la guerra de Irak han estado muy agudas. Ha habido otras contradicciones; por ejemplo, en 2005 estalló una disputa cuando la UE suspendió el embargo de armamento impuesto sobre China después del levantamiento de estudiantes y obreros de 1989 en Tiananmen. Aunque haya más unidad (en apariencia), como presionar a Irán, también es cierto que se están dando las rivalidades al interior de la alianza de la OTAN.
La UE tiene necesidad y libertad. Parece que su estrategia general es de “esperar el momento propicio”: promover una mayor integración institucional en el bloque de la UE, buscar amarrar alianzas más estrechas con otras grandes potencias y sacar provecho de las dificultades y reveses del imperialismo estadounidense. Pero las tendencias globales subyacentes y los acontecimientos imprevistos, internos y externos, de este bloque afectarán el ritmo, dirección y papel más enérgico de la UE.
PRÓXIMAMENTE, Parte 4: Un imperialismo ruso resurgente

Notas
1. Sobre el conflicto entre el imperialismo occidental y el fundamentalismo islámico y cómo se oponen entre sí mientras que se refuerzan mutuamente, ver Bob Avakian, Forjar otro caminowww.revcom.us. [back]
2. Para más detalles sobre el desarollo y la naturaleza de la UE, ver Peter Dicken, Global Shift, quinta edición (Nueva York: Guilford, 2007), capítulo 6; y Jozsef Borocz y Mahua Sarkar, “What is the EU?,” International Sociology, junio de 2005, Vol. 20 (2), pp. 153-73. [back]
3. Ver Dick Marty, Secret Detentions and Illegal Transfers of Detainees Involving Council of Europe States: 2nd Report (7 junio 2007), http://assembly.coe.int. [back]
4. Un análisis marxista de los orígenes y la lógica del neoliberalismo se halla en David Harvey, Neoliberalism (Londres: Oxford: 2005). [back]
5. Perry Anderson, “Depicting Europe,” London Review of Books, 20 septiembre 2007, www.lrb.co.uk. [back]
6. Anderson, “Depicting Europe.” [back]
7. Sobre la UE y Europa oriental, ver Dorothee Bohle, “The EU and Eastern Europe: Failing the Test as a Better World Power,” Socialist Register 2005: The Empire Reloaded (Londres: Merlin, 2004), pp. 300-12; Jozsef Borocz, “How Size Matters: The EU as a Geopolitical Animal,” 2005, http://web.uvic.ca/europe. [back]
8. Markus Euskirchen, Henrik Lebruhn y Gene Ray, “The Changing European Border Regime,” Monthly Review, noviembre de 2007, pp. 41-42; [back]
9. Sobre la biometría y el “control de la inmigración”, ver “Special Report on Migration,” The Economist, 5 enero 2008, pp. 8-10 [back]
10. Dominiqe Moisi, “Reinventing the West,” Foreign Affairs, noviembre-diciembre de 2003, www.foreignaffairs.org. Sobre la mayor rivalidad entre Estados Unidos y la UE desde la guerra de Kosovo de 1999, ver Kees Van Der Pijl, Global Rivalries From the Cold War to Iraq (Londres: Pluto, 2006), pp. 287-90. [back]
11. Quentin Perret, “Wither Gazprom? The EU and Russia’s Gas,” www.diploweb.com, 1 noviembre 2007. [back]
12. John Vinocur, “For Schroder and Putin, Linkup No Coincidence,” International Herald Tribune, 3 enero 2006. [back]
13. Sobre las inversiones de la UE en energéticos en África, ver Michael T. Klare, Rising Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008), pp. 155-57. [back]
14. Ver el resumen, Adam Posen, comp., The Euro at Five: Ready for a Global Role? Informe especial 18, Peter G. Peterson Institute for International Economics, 2005, www.iie.com. [back]
Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias: Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer
PARTE 4: EL RESURGIMIENTO DEL IMPERIALISMO RUSO
Raymond Lotta
He aquí la cuarta entrega sobre los importantes cambios que se están operando en la economía mundial imperialista, y algunas implicaciones geopolíticas mayores.
El análisis empieza repasando las recientes tendencias e importantes sucesos en la economía mundial, seguido de un examen del ascenso de China en el sistema mundial y su mayor capacidad de proyección de poder en el mundo, y de la Unión Europea y su surgimiento como bloque imperialista altamente integrado, coordinado y con mayor agresividad.
Estados Unidos sigue siendo la potencia imperialista dominante en el mundo en los frentes económico y militar. Es el guardián del orden capitalista mundial que beneficia, al menos por el momento, a todas las grandes potencias. Pero se está debilitando su posición mundial. A su vez, crece el potencial de que varias potencias, o alianzas de potencias, representen desafíos internacionales más formidables al imperialismo estadounidense, en los frentes económico y estratégico.
El ascenso de China es quizá el movimiento tectónico más importante en el terreno económico mundial, pero el resurgimiento del imperialismo ruso es quizá el cambio más dramático e inesperado.
Hace una década, la economía rusa estaba casi postrada. Hoy, la clase dominante rusa maneja un creciente poder económico en el mundo e impulsa una agenda estratégica que entra en conflictos más agudos con el imperialismo estadounidense.
I. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA, TRANSICIÓN ECONÓMICA Y CRISIS: 1991-1998
Por unos 35 años, la Unión Soviética fue una sociedad auténticamente socialista. La revolución soviética de 1917 dio origen a una economía que no estaba basada en la explotación. Tomó medidas radicales e inspiradoras para arrancar de raíz la opresión de la mujer y obtener la igualdad entre nacionalidades. Pero la Unión Soviética dejó de ser socialista a mediados de los años 50.
Una nueva clase burguesa subió al poder y transformó la sociedad en una forma específica de capitalismo-imperialismo. En ella, una burguesía estatal explotaba a la fuerza de trabajo asalariado, y la competencia entre los bloques de capitales se daba en el marco de la propiedad estatal. Cuando se derrumbó la Unión Soviética en 1991, también se vino abajo el capitalismo de estado.
La guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética tocó fin con el ocaso y la desintegración de la Unión Soviética. Constituyó un cambio decisivo en la situación mundial. Generó nuevas oportunidades estratégicas y económicas para el imperialismo estadounidense: para hacer inversiones, solucionar conflictos en varias partes del mundo (como la lucha en Sudáfrica) a su favor y extender su alianza militar principal, la OTAN, hacia Europa oriental.
En Rusia, un nuevo régimen, liderado por Boris Yeltsin y con el apoyo de Estados Unidos, procuró reestructurar la economía de manera similar a los organismos y las prácticas de los países capitalistas occidentales. Abrió sus puertas de par en par a los inversionistas occidentales. Una nueva Rusia estaba surgiendo en el marco del dominio mundial estadounidense.
A). Reformas económicas en los años 90
El régimen de Yeltsin, ante presiones y ayuda de asesores occidentales y el Fondo Monetario Internacional dominado por Estados Unidos, llevó a cabo diversas reformas para remozar la economía y estimular el crecimiento. Eliminó la reglamentación de los precios, tales como los subsidios especiales y los controles del gobierno sobre los precios. Apoyó el establecimiento de mercados financieros y de valores. Presidió un enorme programa de privatización, que vendió las empresas estatales a precio de remate a inversionistas particulares y grupos de inversión. Recortó los gastos sociales.
El FMI facilitó créditos y préstamos a condición de que el gobierno impusiera y llevara a cabo esta “terapia de choque”.
La privatización tuvo los efectos más arrolladores de las reformas. En la ex Unión Soviética, se realizaron las actividades financieras, comerciales e industriales sobre todo por medio de empresas estatales. En 1997, el sector privado generaba más del 70% de la producción económica de Rusia.
Nacieron muchas nuevas empresas particulares, pero el control cayó en manos de una nueva capa poderosa pero pequeña de acaudalados inversionistas y empresarios. Sacó enormes ganancias y acumuló enormes riquezas de la compra, venta y consolidación de los derechos a la propiedad de las antiguas empresas del estado.
La veloz reestructuración de la economía rusa no dio pie a su crecimiento y recuperación. Los préstamos e inversiones directas del extranjero no entraron al grado que anticipaban los gobernantes. Dispararon la corrupción y las ganancias especulativas cortoplacistas. Se agravaron las riñas intestinas en la clase capitalista. Cayeron bruscamente las inversiones industriales. Rusia entró en crisis.
Las cifras son sorprendentes: de 1991 a 1997, la producción económica de Rusia cayó en más de 40% (o sea, más de lo que pasó en Estados Unidos durante la depresión de los años 30). La tasa de desempleo promediaba de 13 a 15%.
En la población general, cundieron los efectos duros de la “terapia de choque”. Aumentaron de manera importante las disparidades salariales. El deterioro de los servicios públicos básicos y la dislocación generalizada generaron un fuerte aumento del crimen, enfermedades mentales y la tasa de suicidio. La esperanza de vida cayó de 70 a 65 años, que no tiene precedente en las sociedades industriales modernas en tiempos de paz.
B). Factores internacionales y la crisis de 1998
He aquí la dinámica que operaba: la economía ineficiente y caótica de Rusia no podía “enchufarse” de manera competitiva y rentable a la economía mundial; a su vez, la inestabilidad de la economía capitalista mundial pesaba en Rusia.
En el verano de 1997, una gran crisis financiera sacudió al este de Asia. Los inversionistas se retiraron de los mercados de divisas, acciones y bienes raíces. Aumentaron las presiones sobre Rusia. Ésta tuvo por pagar préstamos de bancos y gobiernos de otros países, pero había pocos indicios de crecimiento económico.
Rusia no pudo hacer los pagos de sus préstamos. Se erosionaba rápidamente la confianza de los inversionistas. El 13 de agosto de 1998, colapsaron los mercados de divisas, bonos y valores. La moneda rusa, el rublo, se devaluó en un 60% en unos cuantos meses. Quebraron cinco de los diez bancos principales. Cayeron los salarios reales dos tercios. Yeltsin perdió casi toda credibilidad.1
Cabe dar un paso atrás para ver la situación en perspectiva histórica.
El colapso del bloque imperialista liderado por la Unión Soviético en 1990-1991 abrió paso a una nueva ola de globalización bajo el dominio estadounidense. Los mercados y las regiones del mundo, tal como el antiguo bloque soviético, se abrieron más a los capitales imperialistas. Se estaba desarrollando una economía manufacturera mundial integrada basada en la mano de obra barata, y China se transformaba en la “maquiladora” para el capitalismo internacional.
El capitalismo monopolista ruso se incorporó en esta economía mundial más globalizada pero con dos desventajas. Primero, se incorporó desde una posición de debilidad interna. La economía rusa estaba plagada de algunas ineficiencias industriales que quedaban de los años 70-80, y la privatización y la desregulación de los precios de los años de Yeltsin tuvieron, al comienzo, efectos desestabilizadores.
Segundo, el contexto internacional externo les era desfavorable al capital ruso. Por la turbulencia de los mercados financieros internacionales, era difícil estabilizar el rublo y atraer inversiones de otros países. En el mercado mundial, había bajos precios del petróleo, el gas natural y otras materias primas, que son mercancías que abundan en Rusia. Todo eso restringió la capacidad rusa de aumentar sus ingresos por concepto de exportación.
En los años 90, el imperialismo estadounidense bajo el presidente Clinton tomó medidas agresivas para limitar el margen de maniobra del imperialismo ruso. Específicamente, Clinton presionó para que la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos en Europa occidental, se expandiera hacia los países del antiguo bloque soviético en Europa oriental y el Báltico y que los incorporara a sus filas.
II. LA PRESIDENCIA DE PUTIN: UN NUEVO PROYECTO IMPERIAL EN UN AMBIENTE MUNDIAL CARGADO Y DIFERENTE
La crisis financiera de 1998 fue una especie de punto de viraje. La economía rusa tocó fondo. La lucha interna de la clase dominante rusa se intensificaba, sobre cuestiones de control y administración económicos, y de política y postura internacional. En ese marco, empezó a configurarse “una nueva postura de contienda, capitalista pero con la restauración de la primacía de la dirección estratégica del estado y una ideología en general ‘euroasiática’ [menos orientada hacia el Occidente]”.2
A). Una reestructuración
Vladímir Putin planteó y luchó por esta nueva orientación.
En lo político y económico:
  • Reconstruir el poder del estado ruso.
  • Romper el poder de quienes las fuerzas de Putin llamaban las “nuevas oligarcas”, o sea, el nuevo sector de inversionistas acaudalados; arrebatarles el control de sus propiedades, en particular las compañías de gas y petróleo; y reestablecer un fuerte control estatal sobre los sectores energético, bancario y de comunicaciones (para amortiguar a la oposición).
  • Dar prioridad a las industrias de materias primas, como el gas natural y el petróleo, y metales y minerales, y aprovecharse económica y estratégicamente de la creciente demanda mundial de materias primas industriales. Rusia tiene las mayores reservas mundiales de gas natural y es el segundo productor mundial de petróleo.
  • Reactivar la industria militar paraestatal y aumentar su participación en el mercado mundial de armamento, y expandir y reestructurar la financiación de las fuerzas armadas nacionales.
En lo geopolítico:
  • Reestablecer la influencia rusa en la región que los gobernantes rusos llaman el “exterior cercano”. Se trata de países como Georgia y Ucrania, y otros del Cáucaso y Asia central, que fueron parte de la antigua Unión Soviética, pero se independizaron tras su colapso.
  • Contrarrestar el imperialismo estadounidense “mirando hacia el Oriente” (a China) para una alianza geopolítica, y “mirando hacia el Occidente” para amarrar relaciones geopolíticas con la Unión Europea, el bloque económico-política dirigido por las potencias imperialistas oesteeuropeas.
En lo ideológico, Putin quería avivar un ambiente y movimiento político de chovinismo nacional para crear una base social para el imperialismo ruso resurgente.
B). El entorno internacional
Una combinación de factores internacionales favorables posibilitó que Putin ejecutara ese programa: el mayor precio de energéticos; el crecimiento rápido de la economía china; y la ampliación de la Unión Europea, la consolidación del euro (su moneda) y su papel creciente en transacciones internacionales, como el petróleo (ver la parte 3 de esta serie, “La Unión Europea como potencial rival al dominio de Estados Unidos” en Revolución #138, 3 de agosto, 2008, en revcom.us).
Al mismo tiempo, otro factor internacional le presentó a la clase dominante rusa una nueva necesidad.
El régimen de Bush se había aprovechado de los ataques del 11-S para lanzar una guerra por un imperio estadounidense mayor, bajo el pretexto de una “guerra contra el terror”. El objetivo de esa “guerra ilimitada” ha sido asegurar la dominación estadounidense del mundo por muchas décadas más. Su primera acción fue derrocar al régimen del Talibán de Afganistán.
Como parte de los preparativos para la guerra de Afganistán, Washington empezó a establecer bases militares en varios países de Asia central. Ahora el imperialismo estadounidense estaba justo en la frontera rusa, con una mayor capacidad militar de ejercer su influencia mucho más allá de Afganistán, e intensificaba la contienda por el control de la producción y transporte del petróleo y gas natural en Asia central.
III. EL RESURGIMIENTO ENERGÉTICO Y MILITAR
De 1999 a 2007, la economía rusa creció en un 7% al año, más que cualquiera de los otros países industrializados importantes del G-8. La bolsa de valores rusa tiene una de las tasas de crecimiento más rápidas del mundo.3 Hoy, Rusia tiene las terceras reservas mundiales de divisas, después de China y Japón. Tiene reservas de divisas en dólares, euros y otras monedas importantes por concepto de la exportación y de varios flujos de capital, y sus decisiones de vender dólares o guardarlos pueden influir en el poder internacional del dólar de una manera significativa.4
La reactivación de la economía rusa se debe a dos factores relacionados.
Primero, el precio del mercado mundial para el petróleo, el gas natural y otras materias primas subió durante la primera década del nuevo milenio, y las ganancias rusas de exportación se dispararon como consecuencia.
Segundo, el crecimiento de las exportaciones ha estimulado la economía rusa más allá de los sectores de materias primas; ha reactivado una parte de la capacidad industrial ociosa de antes de 1991. Las ganancias de las exportaciones también han posibilitado la importación de equipo y tecnología avanzados para actualizar, en parte, esa capacidad industrial anticuada.
Un especialista progresista en asuntos rusos parece tener razón al decir que un elemento básico del proyecto imperial de Rusia es “usar los recursos del país como palanca para desempeñar un mayor papel en los asuntos mundiales y forjar mayores oportunidades para la internacionalización de los capitales rusos”.5
A). Los energéticos como sector estratégico
Mientras la economía rusa repuntaba, Putin supervisaba la consolidación de los sectores de gas natural y petróleo. Estableció el control estatal de las nuevas fuentes de energéticos más prometedoras del lejano oriente del país y estrictas condiciones de operación para las compañías energéticas de otros países.
Gazprom, la compañía de gas natural, es el eje del estratégico sector energético de Rusia. Contribuye el 8% del producto interno bruto del país. El gobierno tiene la mayoría de las acciones. Dmitry Medvedev, quien a principios de 2008 le siguió a Putin como presidente de Rusia, antes era el presidente de Gazprom.
Gazprom es la mayor compañía productora de gas natural del mundo. Es la tercera compañía del mundo, después de Exxon-Mobil y GE. Controla de un cuarto a un tercio de las reservas mundiales de gas natural y tiene la mayor red de gasoductos del mundo.6
Mediante Gazprom, Rusia controla las rutas de suministro y exportación de gas natural del mar Caspio y Asia central a Europa. Tiene una serie de acuerdos con los gobiernos de Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Gazprom también ha estado aumentando su presencia directa en el mercado europeo, mediante la compra de compañías oesteeuropeas o de acciones en esas compañías, la construcción de infraestructura y lo que se llaman “permutas de valores”, en que el capital oesteeuropeo compra valores en los campos petrolíferos y de gas natural rusos, mientras Rusia compra valores de centros de transporte y de producción oesteeuropeos.
Europa occidental depende de Rusia para casi el 25% del gas natural que consume. Para 2010, el Gasoducto Noreuropeo que va debajo del mar Báltico será un lazo adicional entre Rusia y Alemania. Rusia, a su vez, necesita el mercado europeo, pues Europa compra el 75% de las exportaciones rusas de petróleo crudo.7
Rusia bajo Putin quiere ampliar su influencia en Europa amarrando tratos energéticos de largo plazo y debilitando la alianza entre la OTAN y la UE. La cooperación industrial-tecnológica entre Rusia y EADS, la compañía aeroespacial oesteeuropea, va en aumento y Rusia quiere adquirir más acciones.
Por otra parte, unas fuerzas de la Unión Europea se preocupan que la creciente dependencia en los energéticos rusos pueda limitar su libertad de acción, y la UE ha estado buscando diversificar sus fuentes energéticas al mismo tiempo que sus lazos económicos con Rusia se han profundizado.
Rusia ha utilizado los energéticos como arma política. Por un rato en enero de 2006, dejó de suministrarle gas natural a Ucrania. Ucrania fue una república de la antigua Unión Soviética, pero es ahora un estado independiente que busca ingresar a la OTAN.
B). Las dimensiones militares
El gobierno de Putin, con las arcas forradas de ganancias de las exportaciones, aumentó el presupuesto militar. Rusia ahora tiene el tercer presupuesto militar del mundo (cuando se lo mide en términos de su poder adquisitivo relativo).8
De 2003 a 2007, Rusia fue el segundo vendedor mundial de armamento, siguiendo de cerca a Estados Unidos.9 Depende mucho de la exportación de armas para mantener su base industrial y tecnológica. La producción de armamento es un sector en que el gobierno de Rusia ha desarrollado y desplegado una tecnología de punta.
La venta y la transferencia de armas es también una manera en que Rusia extiende su influencia geopolítica por Asia central, el Medio Oriente y Latinoamérica. (Venezuela es un cliente importante). La entrega de sistemas avanzados de armas al gobierno de Irán le ha permitido a Rusia extender su presencia en el Medio Oriente e influir en la libertad de acción de Estados Unidos hacia Irán sin confrontar directamente al imperialismo estadounidense.
C). La realidad
La reactivación de la economía rusa no ha llevado a una sociedad más justa.
En algunos sectores industriales, obligan a los obreros a trabajar muchas horas extras. Han recortado o eliminado pensiones de jubilación. Tras la reactivación económica, han subido los ingresos y los salarios, pero persiste mucha desigualdad social. En 2005, el promedio de ingresos del 10% más rico de la población era 15 veces mayor que el del 10% más pobre. Este año, Forbes informó que Rusia cuenta con 87 multimillonarios con un patrimonio total de medio billón (500 millón de millón) de dólares, o, el segundo del mundo en número de multimillonarios, después de Estados Unidos.10
Uno de los secretos sucios de la recuperación de Rusia es que los trabajadores inmigrantes juegan un papel cada vez más importante en el funcionamiento de la economía. Según algunos cálculos, hay 14 millones de trabajadores extranjeros legales e indocumentados en Rusia, lo que equivale al 10% de la población.11 Los ataques racistas e incidentes anti-inmigrantes están en aumento.
La falta de servicios médicos sigue siendo un problema social importante. Aún en 2005, uno de cada cinco hospitales en Rusia carecía de agua caliente y tratamiento de aguas residuales.12
Prospera la economía informal, entrelazada con el crimen organizado. Rusia es un punto de tránsito importante para la industria internacional del sexo.
IV. LA RIVALIDAD ENTRE LAS GRANDES POTENCIAS EN ASIA CENTRAL: LA CONEXIÓN CHINA
Rusia es única entre las potencias imperialistas importantes porque no depende de la importación de energéticos. Pero como toda potencia imperialista, tiene una necesidad de expandirse en el mundo. En particular, controlar la producción de energéticos y los gaso- y oleoductos centroasiáticos es un elemento fundamental para su expansión económica y su acumulación de poder estratégico.
Al mismo tiempo, el imperialismo estadounidense tiene sus propios planes y programa para expandir su influencia y control, y contrarrestar la influencia rusa, en Asia central y la región del mar Caspio.
A). Rivalidad en energéticos
La región del mar Caspio la componen ocho países nuevos que se formaron cuando se desintegró la Unión Soviética, entre ellos Azerbaiján, Georgia y Kazajstán, más Rusia e Irán. Tiene la potencial de ser un productor importante de gas natural y petróleo en la próxima década. Ha atraído considerables inversiones de las petroleras internacionales.
Hasta ahora, el imperialismo ruso ha tenido un acceso privilegiado a los recursos energéticos de Asia central y un monopolio casi perfecto del transporte de gas natural de esa región. Pero últimamente se está intensificando la competencia sobre el control del movimiento del petróleo y gas natural de la cuenca del mar Caspio hacia los mercados en Europa y Asia.
Compañías estadounidenses, oesteeuropeas y japonesas han colaborado para la construcción del oleoducto BTC que transporta petróleo de Azerbaiján a Turquía por Georgia sin tocar a Rusia. Estados Unidos ha financiado fuertemente y apoyado políticamente ese oleoducto para reducir la influencia rusa.13
Rusia y Estados Unidos se compiten intensamente en esta región, por medio de maniobras diplomáticas, el establecimiento de bases militares, acuerdos sobre armamento, ejercicios militares y alianzas de seguridad. Recientemente, la competencia imperialista ha estallado en un conflicto militar abierto entre Rusia y Georgia, un aliado estrecho de Estados Unidos.
Estados Unidos ha protagonizado la transformación de Georgia en una cabeza de puente para el imperialismo estadounidense y occidental en la región. Rusia, por su parte, ha apoyado a regiones separatistas, y considera la región del Cáucaso y del mar Caspio como una “zona de influencia especial”, cada vez más conforme la OTAN se extiende hacia el este.
B). Alianza emergente entre Rusia y China
Tras grandes cambios en la economía mundial y el crecimiento de rivalidades entre las grandes potencias, el imperialismo ruso se ha aliado más estrechamente con China y su economía capitalista más grande y dinámica.
China es el segundo socio comercial de Rusia, después de Alemania. Su enorme peso financiero ha hecho posible un número creciente de empresas conjuntas de exploración entre empresas estatales petroleras rusas y chinas en el Lejano Oriente de Rusia. También es el principal cliente ruso para armamento desde hace 15 años.
Tanto Rusia como China están maniobrando para posiciones en Asia central. Los dos han denunciado a Estados Unidos por entrometerse y tratar de forjar una red de avanzadas para el abastecimiento militar en la región. Tienen intereses mutuos de combatir a los movimientos islámicos fundamentalistas que se oponen a los gobiernos en funciones y propagan el separatismo.14
En 2001, se unieron para formar la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), una alianza militar y de seguridad en Asia central. Sus otros principales estados integrantes son Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Irán e India tienen estatus de observadores en la OCS.
La OCS ha cambiado la dinámica en Asia central. En 2005, Rusia y China apoyaron al presidente acuciado de Uzbekistán y a su represión de toda protesta. De ahí Uzbekistán corrió a las fuerzas estadounidenses del país. En 2005, la OCS condujo sus primeros ejercicios militares en China, y el año pasado condujo sus primeros ejercicios militares en Asia central.15
La OCS representa un cambio importante en las relaciones internacionales.
V. CONCLUSIÓN: UNOS TEMAS Y CUESTIONES PARA CONSIDERAR
Ante el resurgimiento del imperialismo ruso, se plantean varios temas y cuestiones:
  • El imperialismo ruso se ha beneficiado del pico de largo plazo en el precio de energéticos. Pero su estructura económica tiene un sesgo hacia la exportación de energéticos (y su industria energética también requiere considerable renovación tecnológica). ¿Qué pasaría si se disminuyen o se desploman los precios de energéticos? Queda claro que los arreglos económicos actuales no servirían. Rusia ha acumulado reservas de divisas, y el rublo se ha fortalecido al ritmo del aumento del precio de energéticos. La crisis del rublo de 1998 devastó la economía rusa. ¿Qué tan seguras están las estructuras financieras de este imperialismo resurgente?
  • La industria rusa aún no funciona al nivel del costo ni de la calidad del mercado mundial, y no recibe la inversión necesaria para producir a ese nivel, lo que es el punto débil de la formación de capital rusa que limita su alcance y competitividad internacional.
  • La relación entre Rusia y la Unión Europea (UE) es compleja y contradictoria. Si la UE llegara a vincularse más estrecha y estratégicamente con Rusia y así reuniera su fuerza económica muy superior con la capacidad militar superior rusa, eso podría cambiar de manera cualitativa la configuración entre las grandes potencias en el mundo. De hecho, parte del motivo estadounidense por penetrar más agresivamente en Asia central es limitar los vínculos entre Rusia y la UE en energéticos.
  • ¿Si se tambaleara la economía rusa, cómo afectaría eso sus lazos con China? Si de repente se diera una sacudida inesperada y repentina en China, lo que podría incluir trastornos políticos o sociales, ¿cuál sería el impacto sobre la situación internacional general, p.e., los cálculos estratégicos de Rusia?
  • Por otro lado, si Rusa siguiera creciendo, empezando a modernizar su base industrial e impulsando su agenda global, ¿cómo reaccionaría o actuaría “de manera preventiva” el imperialismo estadounidense ante los retos que percibiría de Rusia y de un emergente bloque de China y Rusia?
La economía y la política globales están en un gran estado de cambio. Se están dando movimientos dramáticos en el terreno sobre el cual se rivalizan las grandes potencias y sobre el cual se desarrollan las luchas sociales, de clase y revolucionarias.
PRÓXIMAMENTE, Parte 5: Japón e India

Notas
1. Un análisis de los años de Yeltsin y la crisis 1998 se halla en Gregory L. Freeze, comp., Russia: A History (Oxford: Oxford University Press, 2002), capítulos 14 y 15. [back]
2. Kees van der Pijl, Global Rivalries: From the Cold War to Iraq (Londres: Pluto, 2006), p. 356. [back]
3. Más sobre la economía rusa después de 1999 se halla en Vladimir Popov, “Resurgent Russian Economy?”, International Journal, primavera 2008; y Lucio Vinhas de Souza, A Different Country: Russia’s Economic Resurgence (Bruselas: Centre for European Policy Studies, 2008), www.ceps.eu. [back]
4. Un análisis detallado del fortalecimiento del rublo y cómo eso podría afectar el régimen internacional del dólar se halla en Juliet Johnson, “Forbidden Fruit: Russia’s Uneasy Relationship With the U.S. Dollar”, Review of International Political Economy, 15:3 (agosto 2008). [back]
5. Tony Wood, “The Putin Era,” New Left Review, marzo-abril 2007 (44), p. 68. [back]
6. La posición de Gazprom como tercera corporación del mundo en tamaño se basa en su capitalización en el mercado. Ver Souza, Russia’s Economic Resurgence, pp. 73-82. [back]
7. Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook 2004 (París: AIE, 2004), p. 284; Michael Richardson, “Russia Puts Energy Importers Over a Barrel”,YaleGlobal On Line, 10 julio 2007, www.yaleglobal.yale.edu. [back]
8. Military Expenditure: SIPRI Yearbook 2008: Armaments, Disarmament and International Security (Oxford: Oxford University Press, 2008), Apéndice 5A. [back]
9. The Economist, “The World's Biggest Arms Exporters”, 26 julio 2008, www.economist.com. [back]
10. Dmitri Trenin, “Getting Russia Right”, The Globalist, 8 mayo 2008, www.theglobalist.com; Luisa Kroll, “World’s Billionaires”. Forbes.com, 5 marzo 2008. [back]
11. Datos de la Dirección Federal de Migración de Rusia, citados en Vinhas de Souza, Russia’s Economic Resurgence, p. 92. [back]
12. Economist Intelligence Unit, Russia Country Profile 2006, p. 24. [back]
13. Más sobre la rivalidad entre Estados Unidos y Rusia en la región del mar Caspio se halla en Michael T. Klare, Rising Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008), capítulo 5. [back]
14. Más sobre las relaciones entre China y Rusia y las maniobras hacia una alianza se halla en Andrew Kuchins, “Russia and China: The Ambivalent Embrace”,Current History, octubre 2007; y Alexei D. Voskressenski, “The Rise of China and Russo-Chinese Relations in the New Global Politics of Eastern Asia” (2007), en línea. [back]
15. Un análisis de los ejercicios militares de la Organización de Cooperación de Shanghai de 2005 y 2007 se halla en Roger N. McDermott, The Rising Dragon: The SCO Peace Mission 2007, Occasional Paper, www.jamestown.org. [back]


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