Lo
que está pasando y qué consecuencias podría traer
Parte 1
Raymond Lotta
A
continuación presento una síntesis altamente concentrada que sigue en
desarrollo, de algunas tendencias importantes de la economía mundial y de las
relaciones entre los imperialistas, y algunas formas en que se manifiestan en
la estructura, el funcionamiento y la posición del imperialismo estadounidense.
Entretejo algunos datos ilustrativos de referencia.
Es un
ensayo de investigación sobre los cambios de la acumulación capitalista global,
las nuevas relaciones emergentes de poder entre las potencias imperialistas y
regionales, y la fuerza de las presiones y tensiones competitivas. Se trata de
las rivalidades entre las grandes potencias en un sistema mundial basado en la
explotación. Utilizo una analogía a los complejos movimientos de grandes
extensiones de la corteza y el manto superior de la tierra para describir las
cambiantes placas tectónicas de la economía mundial: algunos movimientos suyos
a largo plazo y algunas irrupciones más inesperadas y repentinas.
El
análisis parte del artículo “El derrumbe financiero y la locura del
imperialismo”1 , y
aplica, en torno a las cuestiones de la economía mundial, la concepción de este
período que ha desarrollado Bob Avakian, como “una transición con el potencial
de grandes trastornos”.
I. INTRODUCCIÓN:
EL SISTEMA MUNDIAL NO ESTÁ EN REPOSO
Estados Unidos sigue
siendo la potencia dominante, aún hegemónica, en el mundo. Pero confronta
mayores presiones económicas y mayores necesidades estratégicas. Se operan
grandes transformaciones en el sistema imperialista mundial. De importancia
central son los cambios de la distribución del poder económico global y el
surgimiento de nacientes constelaciones de poder geopolítico y geoeconómico, o
sea, potenciales bloques de países con una mayor capacidad de desafiar al
dominio global estadounidense. China es un elemento altamente dinámico en esta
ecuación.
Estos fenómenos
compenetran con otras contradicciones y conflictos en el mundo, sobre todo la
ofensiva militar post 11-S del imperialismo estadounidense y sus guerras en
Irak y Afganistán, las dificultades con que se ha topado y las amenazas
militares contra Irán.
No se reconocerá la
importancia de los nuevos desafíos competitivos al imperialismo estadounidense
midiendo el grado en que se constituyen en una “contra-hegemonía” contraria al
imperialismo estadounidense en los frentes militar, económico e institucional.
En estos momentos, esos desafíos no encierran eso. Si bien hay elementos
emergentes de eso, no están concentrados en una sola potencia.
En la actual
coyuntura, no hay nada que esté desafiando de cara al imperialismo
estadounidense en el frente militar ni que lo esté confrontando de una manera
importante. Pero la presencia de estos desafíos (y sus impulsores) quiere decir
que con mayor frecuencia el imperialismo estadounidense tiene que estar
cuidándose la espalda.
El imperialismo
estadounidense busca conservar y extender su supremacía en el contexto de la
erosión de su poder económico y una arquitectura financiera mundial más frágil
e inestable basada en el lugar privilegiado del dólar. Es notable que todo eso
esté ocurriendo en medio de un dinámico estado de cambio del
sistema mundial, en que están naciendo nuevos polos de poder y se están
ensanchando las grietas en la hegemonía global de Estados Unidos.
El colapso del bloque soviético
socialimperialista en 1989-91 representó el cambio más importante de las
relaciones entre los imperialistas desde el fin de la II Guerra Mundial. La
formación de un marco geopolítico nuevo y más integrado para la acumulación del
capital contribuyó a la aceleración de una arrolladora ola de globalización.
Eso lo facilitaron las nuevas tecnologías, y se consolidó bajo el proyecto
neoliberal encabezado por Estados Unidos: la privatización de las empresas
paraestatales, la apertura de los mercados a capitales extranjeros, la
disminución de la reglamentación de las empresas y los recortes de los
programas sociales y prestaciones laborales.
Los saltos de la
industrialización del sector agrícola mundial y la integración trasnacional de
la producción y transporte de alimentos han acelerado la destrucción de los
sistemas tradicionales de producción agrícola en el campo del tercer mundo.
Todo eso ha impulsado un proceso de urbanización sin precedente histórico
centrado en el tercer mundo: el desplazamiento de la población del campo a las
ciudades, el desarrollo galopante de las ciudades nuevas y antiguas. Por
primera vez en la historia universal, más de la mitad de la población del mundo
vive en las ciudades; mil millón de personas viven en los barrios pobres de las
ciudades del tercer mundo y alrededor de ellos. Es, como dijo acertadamente
Mike Davis, un “planeta de ciudades miseria”2 .
Lo que surgió, de
manera inesperada, de la resolución específica de las contradicciones
concentradas en el colapso de la Unión Soviética, y de otros factores, es un
reaccionario fundamentalismo islámico trasnacional que sigue siendo una fuerza
ideológica y material real en el mundo.
“Apuntes sobre
economía política” y “Los grandes retos de la nueva situación” (aparecidos en
2000 y 2002, respectivamente) contienen análisis de buena parte de todo eso3 .
Hoy, estos sucesos y
los siguientes factores se compenetran y se influyen:
- El rápido ascenso económico y proyección de
poder de China en Asia oriental y central y otras regiones estratégicas
del tercer mundo.
- La consolidación de la Unión Europea (UE) y su
extensión hacia el centro y el oriente de Europa y la formación de una
zona monetaria cohesionada en torno al euro, factores que, juntos,
constituyen una desafío económico a la hegemonía del dólar estadounidense
y un embrionario marco de gobierno alternativo al orden imperial
encabezado por Estados Unidos.
- Un imperialismo ruso basado en materias primas
con mayor presencia que tiende sus tentáculos hacia Europa occidental y la
presiona, contrarresta las maniobras estadounidenses y promueve sus
propios intereses imperiales en el centro de Asia rico en petróleo, con
diversas clases de asociación estratégica con China en vastas extensiones
de Eurasia, que da ayuda de alta tecnología y armamento avanzado a Irán,
Venezuela y otros países semejantes.
- El surgimiento de nuevos centros regionales de
acumulación en el tercer mundo, un proceso bajo la dirección del
imperialismo impulsado por la extensión y la promoción de las relaciones
capitalistas de producción y las nuevas divisiones de trabajo provenientes
de un “capitalismo de redes” más integrado que abarca la descentralización
geográfica de los centros de producción, la subcontratación y la
tercerización; y que se ha basado en todo eso. Un resultado importante de
este proceso es que ciertos regímenes compradores dependientes y subordinados
ahora tienen más margen de maniobra, sobre todo respecto al aumento del
precio de energéticos y mercancías y las nuevas constelaciones de poder
geoeconómicas (como Rusia-China).
- El imperialismo estadounidense sigue buscando
amarrar un dominio global sin rival para décadas por venir sobre la base
de la militarización y la mayor financierización del frente interno. Eso
quiere decir el explosivo crecimiento del sector financiero relativo al
sector manufacturero y a la economía en general, y la proliferación de
instrumentos financieros especulativos y desestabilizadores de acumulación
de riqueza.
Estos fenómenos y dos
sucesos estrechamente relacionados se compenetran y se influyen. Primero, se
intensifica la competencia global por recursos, impulsada por la mayor
demanda de energéticos de las grandes potencias industriales, recursos que
están disminuyendo (tenga o no validez científica la idea del “petróleo pico”),
y por la rivalidad en torno al control de estos recursos. Segundo, las tensiones
ecológicas globales se están acercando a un punto de quiebre crítico, más
allá del cual es posible que la sociedad humana no pueda contrarrestar los
daños largoplacistas al clima y a los ecosistemas, a la vez que los efectos
cortoplacistas se vayan agravando. Las tensiones ambientales están afectando la
producción y los precios de los alimentos, el desplazamiento demográfico en
respuesta a los desastres naturales y la estabilidad social, tal como en
Somalia que ha padecido la combinación de la sequía y el menor rendimiento de
los cultivos, la invasión por Etiopía respaldada por Estados Unidos y la
desintegración de las instituciones y el caos urbano con la crisis humanitaria
resultante.
Se están operando
cambios geopolíticos y geoeconómicos en muchos diferentes niveles, junto con
los factores históricos específicos. Pero estos sucesos y tendencias no se dan
al azar. De fondo, detrás de estos cambios están la naturaleza y la lógica del
sistema capitalista: la compulsión a expandirse y maximizar las ganancias a fin
de tener ventajas competitivas; el crecimiento anárquico y ciego y los
horizontes cortoplacistas del capitalismo; y la tensión inherente a un sistema
en que la producción está altamente socializada y entretejida en el mundo, con
la actividad colectiva y entrelazada de miles de millones de trabajadores
asalariados, mientras que una pequeña clase capitalista controla y utiliza en
beneficio propio los medios de producir las riquezas, las riquezas que se
producen de manera social y los mismos conocimientos.
II. UNOS PUNTOS
IMPORTANTES SOBRE LA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Al fin de la II Guerra Mundial,
Estados Unidos tenía aproximadamente 50% del producto interno bruto (PIB) mundial,
y un porcentaje aún más grande de la capacidad industrial mundial. Esto reflejó
el resultado histórico específico de la II Guerra Mundial: el ascenso a una
posición dominante del imperialismo estadounidense y la destrucción de buena
parte de la capacidad productiva en los centros imperial-industriales de Europa
occidental y Japón.
Para 1960, el
porcentaje estadounidense del PIB global había caído a 30%; hoy es
aproximadamente 21%. El relativo declive económico del imperialismo
estadounidense data de hace algunas décadas; los años 1968-71 son un punto de
viraje, caracterizado por el desafío europeo y el abandono del patrón
oro-dólar. El surgimiento de Japón como rival industrial-financiero e
importante exportador de capitales en los años 80 fue otra clase de punto de
viraje.
Pero hay un factor hoy
que tiene una magnitud y carácter inesperado aún más sísmicos: el ascenso de
China en la economía imperialista mundial. En 1976 en China, el socialismo fue
derrotado y se restauró el capitalismo, después de la muerte de Mao Tsetung y
la detención de “banda de los cuatro”.
La frase “el ascenso
de China” es a la vez descriptiva y analítica. China no es una potencia
imperialista, pero sí es una creciente y competitiva potencia
económica y geopolítica en el sistema imperialista mundial.
El mero tamaño de la
economía rápidamente creciente de China; su lugar central en el proceso de
acumulación global, como recipiente del capital imperialista y eje del sector
manufacturero mundial; sus enormes ingresos por concepto de exportaciones que
han contribuido a que el banco central chino tenga las mayores reservas de
dólares fuera de Estados Unidos; su impacto regional en Asia oriental y su
alcance mundial (hacia África y Sudamérica, por ejemplo); y su capacidad
militar en rápida expansión: todos esos elementos tienen efectos profundos en
las relaciones económicas y geopolíticas del mundo. Y por razones que hay que
explorar más, la batuta de mando de un desafío basado en Asia oriental al
dominio estadounidense en la región parece haberse pasado de Japón a China.
A)
La nueva geografía económica del planeta
La Tabla 1 mide un
importante elemento de la nueva geografía económica del planeta: el porcentaje
del producto interno bruto (PIB) global de distintos países. El PIB representa
en términos de dinero la producción de bienes y servicios de un país dado, en
un período dado, por lo común un año. Desde una perspectiva marxista, la medida
del PIB tiene fallas y está incompleta: oculta la realidad de la explotación,
la igualdad y la desigualdad, los costos ambientales de la producción, etc.
Pero esta medida es
útil para tener una idea del funcionamiento de la economía, la distribución del
poder económico en el mundo, cómo eso ha cambiado durante ciertos períodos y
cómo puede afectar la competencia y la rivalidad.
La Tabla 1 da un
portal útil a algunas tendencias importantes de la economía mundial.
Estados Unidos aún es
la economía única más grande del sistema capitalista mundial. Pero se está
erosionando su supremacía. A comienzos de este milenio, China eclipsó a
Alemania como tercera economía del mundo. Ahora ha rebasado a Japón. Y entre
las cinco economías más grandes, el índice de crecimiento de China, de 9 a 11%
al año durante los últimos 20 años, está en primer lugar, e India no se queda
muy atrás con 8% en los últimos años, mientras que Estados Unidos, Japón y
Alemania han estado creciendo a un ritmo de 2 a 4%. El alto y sostenido índice
de crecimiento de China no tiene precedente en la historia del capitalismo.
La participación de China
en la producción manufacturera mundial aumentó de 4% en 1995 a 8% en 2005. En
2006, Alemania tenía la participación más grande de la exportación de
manufactureras del mundo (9.2%), seguida de Estados Unidos (8.6%) y China en
tercer lugar (8.0%)4 .
Otra medida importante
del poder de la economía mundial es la exportación de capital, o el capital que
las empresas de un país invierten en otro país. La Tabla 2 ilustra un componente
muy grande e importante de la exportación de capital, las inversiones
extranjeras directas (IED). Estas inversiones directas en el exterior son
capitales que invierten las empresas de un país en los centros de producción
(como fábricas y minas) en el país receptor.
Cinco países, Estados Unidos,
Reino Unido, Japón, Alemania y Francia, tienen el 50% de la masa de inversiones
directas en el exterior. En 1960, Estados Unidos solo tenía casi la mitad de la
masa mundial de inversiones directas en el exterior; hoy su porcentaje es de
aprox. 20%. Entre 1960 y 1985, Alemania y Japón aumentaron de manera sustancial
su parte mundial de las inversiones acumuladas en el exterior. La parte de
Japón siguió aumentando hasta 1990 pero después cayó bruscamente en respuesta a
la disminución del crecimiento interno y la crisis financiera de Asia oriental
de 1998.
Los países de la Unión
Europea (UE) han conservado su parte de la masa mundial de inversiones directas
en el exterior, pero la de Estados Unidos ha disminuido. Hoy, la UE es la mayor
fuente de la exportación de capitales de inversión directa. Todo eso tiene
mayor importancia en un contexto en que en los últimos años, la UE ha llegado a
ser un bloque mucho más integrado y cohesionado con una moneda que compite con
el dólar en el mundo. La UE ha rebasado a Estados Unidos como mayor
inversionista en América Latina. Pero Estados Unidos aún es el mayor exportador
único de IED y, con mucho, es el mayor país-inversionista único en América
Latina. Con el TLCAN, ha forjado una red regional más estrecha que constituye
una plataforma para hacer inversiones y contender en el mundo.
Estas son señales de
una disminución de la brecha económica internacional entre Estados Unidos y las
otras potencias imperialistas, y el posicionamiento competitivo.
En 2007, 167 de las
500 compañías más grandes del mundo tenían su sede en América del Norte, 184 en
la UE y 64 en Japón. En los últimos años, la proporción estadounidense del
total ha disminuido5 .
Alrededor del 15% de
la masa acumulada de inversiones extranjeras directas ya está en el tercer
mundo. Pero las salidas anuales de las IED al tercer mundo han aumentado como
proporción del total de las salidas anuales: del 25% al 35% del total mundial
en los últimos 10 años. Además, las salidas de capitales al tercer mundo a
veces han estado muy volátiles, como los flujos de capital imperialista que
precedieron a la crisis de Asia oriental de 1997-98, y que respondieron a la
misma.
Más inversiones
extranjeras directas van de unos países imperialistas a otros países
imperialistas, debido a varios factores: las fuerzas productivas y los mercados
internos de los países imperialistas están más altamente desarrollados y tienen
un abanico más amplio de opciones de inversión que en muchos países del tercer
mundo; con frecuencia las inversiones implican costosas fusiones, adquisiciones
y compras del control o acciones de grandes empresas; la rivalidad entre las corporaciones
y potencias imperialistas por obtener fuertes posiciones al interior de los
mercados continentales y nacionales imperialistas altamente desarrollados y, a
su vez, una parte de estas inversiones, como en las refinerías del petróleo,
está vinculada a inversiones afines en los países del tercer mundo.
Por otro lado, una
creciente proporción de las IED en el sector manufacturero va al tercer mundo,
sobre todo China. La tasa de rendimiento de las IED en este sector del tercer
mundo en general es más alta que en los países capitalistas desarrollados, y
muchas veces es considerablemente más alta. Las redes de subcontratación que
prosperan debido a la intensa superexplotación afectan la rentabilidad general
de las inversiones en el tercer mundo, por ejemplo, en las maquiladoras de
prendas de vestir, refacciones y otros productos.
Otro suceso llamativo:
los países oprimidos hoy, tal como ilustra la Tabla 1, representan el 41% de la
producción del mundo, o un aumento desde el 36% en 2000 (y menos del 30% en
1990). Principalmente esto se debe al crecimiento rápido de China (y en segundo
lugar India) como centros de acumulación encabezada por el imperialismo. Una
gran cantidad de producción material se está trasladando al tercer mundo, y el
80% del valor de la exportación de mercancías del tercer mundo ya consta de
productos fabricados, o sea, un cambio radical desde previos períodos del
imperialismo6 .
Los “países BRIC” (Brasil, Rusia, India
y China) representan el 21% de la economía mundial. Pero ni es un
bloque de países económicamente integrado como la UE, ni una alianza de estados
(y uno de los países BRIC, Rusia, es una potencia imperialista). En verdad, la
frase la inventó la comunidad occidental financiera e inversionista en
referencia a los grandes mercados de alto crecimiento y altas ganancias.
No obstante, tiene
alguna validez analítica limitada agrupar a estos países: son “mercados
emergentes” rápidamente crecientes para las inversiones productivas y
financieras; juegan un papel cada vez más importante en la economía mundial;
son importantes productores o consumidores de energéticos; y se colaboran de
manera variada y significativa, especialmente Rusia y China.
Al fin de la primera
guerra del Golfo en 1991, de las 20 compañías más grandes de la industria
energética, 55% fueron estadounidenses y 45% europeos. Pero en 2007, según un
estudio de la empresa financiera Goldman Sachs, 35% fueron de los países BRIC
(en su mayoría propiedad del estado), aprox. 35% europeos y 30%
estadounidenses. Rusia y Brasil son productores importantes de energéticos7 .
China e India, por
otro lado, dependen mucho de importaciones para sus necesidades energéticas.
Pero las compañías paraestatales energéticas chinas están empezando a ser
jugadores internacionales importantes, tal como ocurrió en 2005 cuando la
petrolera china CNOOC trató de adquirir la corporación Unocal con sede en
Estados Unidos (que tenía las mayores reservas de petróleo en América del Norte
y Asia).
B)
Sigue la división entre el imperialismo y las naciones oprimidas… pero hay
nuevo espacio de maniobra para algunos regímenes del tercer mundo
Los países productores
de energéticos del tercer mundo como Brasil, Venezuela, Arabia Saudita, Nigeria
e Irán no se han zafado de la dependencia estructural del mercado mundial
imperialista, en cuanto a su dependencia de la tecnología extranjera; la refinación,
el marketing y el transporte, etc.; la vulnerabilidad extrema a las
fluctuaciones de precios; etcétera.
El desarrollo
impulsado por el petróleo y los energéticos todavía tiene efectos profundamente
deformadores en la agricultura, las relaciones entre ciudad y campo y la
estructura social, y causa mucho sufrimiento humano. Venezuela bajo Chávez
importa aprox. 70% de sus alimentos, mientras que la oligarquía terrateniente
sigue básicamente sin tocar. En las ciudades miseria de Caracas todavía viven
enormes concentraciones de pobres, muchos excluidos de la economía formal8 . El “otro lado” del auge brasileño del etanol son los cientos de
muertos y decenas de miles de heridos entre los trabajadores de los cañaverales
de donde proviene la caña de azúcar de la cual se fabrica el biocombustible (y
las compañías estadounidenses como ADM y Cargill son grandes inversionistas en
el sector agro-energético de Brasil).
Pero para las elites
gobernantes locales, el poder económico real se concentra en estas esferas de
producción del petróleo, gas natural y biocombustibles. Por medio de una
confluencia específica de acontecimientos, algunos regímenes dependientes del
tercer mundo tienen más margen de maniobra. El imperialismo estadounidense se
ha puesto a librar guerras por un imperio mayor en Irak y Afganistán. El fuerte
aumento, aunque de ningún modo permanente, de los precios de materias primas ha
generado altas ganancias y algún poder financiero. El hecho de que una
emergente potencia económica como China persiga su propia agenda competitiva
global y haya acumulado importantes recursos financieros para ello quiere decir
que un país como Venezuela puede contrarrestar algunas presiones
estadounidenses pidiendo préstamos y créditos a China.
La cambiante geografía
económica del plane
ta supone una gran
dispersión (globalización) de la capacidad productiva. Pero “el mundo no es
plano”, ni se está aplanando. Las fuerzas productivas avanzadas aún tienen una
concentración desequilibrada en los países ricos. El PIB per cápita de los
países ricos es más de cinco veces mayor que lo es en lo que el Fondo Monetario
Internacional llama los “países de ingresos medianos”, como Brasil, México y
Turquía. El PIB per cápita de los países ricos es más de 19 veces mayor que lo
es en los países de bajos ingresos, como la mayor parte del África subsahariana9 . Las enormes diferencias de niveles salariales y los grandes sectores
de la humanidad sujetos a condiciones brutales de superexplotación manifiestan
y subrayan la brecha entre las naciones opresores y oprimidas.
La globalización tiene
efectos contradictorios. Causa mayores niveles de industrialización en el
tercer mundo y mayores ingresos para sectores de las clases medias. Pero esto
no representa una nivelación generalizada de ingresos. Esta etapa de la
globalización imperialista ha tenido un efecto diferencial muy importante: el
de aumentar el desarrollo desigual entre los países del tercer
mundoy las desigualdades de riquezas al interior de los
mismos. La distribución de ingresos de China es de las más desiguales del
mundo, al lado de aquella de Estados Unidos y Brasil.
La cambiante geografía
económica del planeta también afecta la agricultura mundial, sobre todo los
efectos devastadores y desiguales en el tercer mundo. El imperialismo está
transformando los sistemas de agricultura nacionales en componentes
globalizados de producción trasnacional y cadenas de marketing desligados de
las necesidades de estos países del tercer mundo, es decir, se cultivan más
alimentos para exportar, y no para alimentar a la población de estos países, o
se deja de destinar las tierras a la producción de alimentos.
Históricamente, donde
la producción de alimentos ha sido la base de las economías de la mayoría de
esos países, la agricultura ha ido perdiendo su papel “fundamental” en muchas
economías nacionales del tercer mundo. Se ha arrastrado la producción de
alimentos al vórtice de los mercados especulativos de mercancías y finanzas al
mismo tiempo que el cultivo agro-industrial de biocombustibles encabezado por
el imperialismo desplaza el cultivo de alimentos. Ya no se producen suficientes
alimentos básicos en muchas partes del tercer mundo, mientras que las fuerzas
de la competencia mundial, el control imperialista sobre las nuevas tecnologías
agrícolas y las fluctuaciones de precios mundiales minan aún más la seguridad
alimentaria.
Así que a comienzos de
2008, una crisis global alimentaria inédita en la historia moderna económica
causa, y sigue causando, un atroz sufrimiento humano en grandes partes de
África, Asia y América Latina. Esta también refleja la profunda brecha entre
las naciones opresoras y oprimidas.
GLOSSARY:
Acumulación de
capital:
La producción de
plusvalía (la fuente de las ganancias) basada en la explotación del trabajo
asalariado y la inversión y reinversión de las ganancias por capitales en
competencia sobre una base de expansión, reducción de costos y tecnologías más
avanzadas (y mayor productividad). Es un proceso, como dijo Marx, que acumula
riquezas en un polo y la miseria y agonía del trabajo en el otro.
Exportación de
capital:
La salida del capital
de inversión de un país a otro a fin de generar ganancias basadas en la explotación
del trabajo asalariado. Consta de inversiones extranjeras directas en las
empresas del país anfitrión o en la construcción de nuevas instalaciones (p.e.,
cuando la GM establece una fábrica en China); y otras formas, como préstamos de
la banca, inversiones en acciones y bonos, etc.
Producto Interno Bruto
(PIB): Una medida de la producción de una economía dada en un plazo dado, por
lo común un año. El PIB incluye los bienes y servicios. Con diversos métodos
para calcular los precios, es posible hacer comparaciones internacionales del
PIB.
Hegemonía:
El poder sobre la
economía mundial ejercida por un estado en un período histórico específico con
medios culturales, financieros, militares, políticos y económicos.
Imperialismo:
La fase del desarrollo
del capitalismo en un sistema mundial de explotación alcanzada a fines de los
años 1880. Vivimos en la época del imperialismo. El imperialismo tiene cinco
rasgos principales: a) el dominio de los monopolios (grandes unidades poderosas
y altamente centralizadas de propiedad y control) sobre la organización de la
producción y distribución; b) la fusión de capitales de la banca y la industria
en enormes bloques financieros; c) la importancia central de la exportación de
capital para la rentabilidad general; d) la división económica del mundo entre
las grandes corporaciones, cárteles y grandes potencias en esferas de
influencia; y e) el reparto territorial de todo el mundo por las potencias
imperialistas en colonias, neocolonias y zonas de influencia, de modo que la
lucha entre las principales potencias imperialistas implicará el nuevo reparto
del mundo.
Trasnacional:
Se refiere a las
actividades, movimientos y organizaciones que traspasan fronteras
internacionales. General Electric es una corporación trasnacional: con una sede
en Estados Unidos, opera en muchos países.
NOTAS:
1. Raymond Lotta, “El
derrumbe financiero y la locura del imperialismo”, Revolución #127,
20 de abril de 2008, revcom.us/a/127/EconomyMeltdown-es.html[back].
2. Mike Davis, Planeta
de ciudades miseria (Madrid: Editorial Foca, 2007).[back]
3. Partido Comunista
Revolucionario, Estados Unidos, Apuntes sobre economía política:
Nuestro análisis de los años 80, cuestiones de metodología y la actual
situación mundial (Chicago: 2000, RCP Publications); Bob Avakian, “Los
grandes retos de la nueva situación”, Revolución #1256, rwor.org/a/1256/ba-newsituation-s.htm.[back]
4.
U.S.-China Business Council, “U.S. Manufacturing: Dying… Or Still Going
Strong”, http://uschin.org; Organización Mundial de Comercio, International
Trade and Tariff Data, Statistics Database, stat.wto.org/Home/WSDBHome.aspx?Language=E.[back]
5. Fortune,
“Global 500 2008,” money.cnn.com/magazines/fortune/global500/2008/index.html.[back]
6. Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, “Dificultades en el sector
manufacturero: En el informe de la UNCTAD se examinan las tensiones emergentes
en el sistema de comercio”, 2002. www.unctad.org.[back]
7.
Ver “New economic tigers Brazil, Russia, India and China overtake U.S. in
dominating global energy industry, new study says”, International
Herald Tribune, 25 de junio de 2007. www.iht.com.[back]
8. Ver Raymond Lotta,
“Hugo Chávez tiene una estrategia petrolera… pero ¿conducirá a la emancipación?”, Revolución #94,
1º de junio de 2007,revcom.us/a/094/chavez-es.html.[back]
9. Banco Mundial,
“Indicadores del desarrollo mundial, 2008”. www.worldbank.org.[back]
Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las
grandes potencias
Lo
que está pasando y qué consecuencias podría traer
PARTE
2: EL DESARROLLO CAPITALISTA DE CHINA Y SU ASCENSO EN EL SISTEMA IMPERIALISTA
MUNDIAL: NATURALEZA E IMPLICACIONES
Raymond Lotta
He aquí la segunda
entrega de una serie sobre las importantes transformaciones que se están dando
en el sistema imperialista mundial.
La primera parte habla
de cómo se está cambiando la configuración del poder económico internacional
entre las grandes potencias imperialistas y cómo están surgiendo nuevos bloques
geoeconómicos de países.
Se están dando
importantes virajes en la distribución del poder económico mundial entre las
grandes potencias imperialistas. Están surgiendo nuevos bloques geoeconómicos
de países. Crece el potencial de que varias potencias, o alianzas de potencias,
se adjudiquen una mayor capacidad geopolítica de desafiar el dominio
estadounidense, no necesariamente mediante una confrontación directa en este
período sino de maneras más estratégicas. Estos sucesos se están compenetrando
con otras contradicciones, conflictos y luchas en el mundo.
Estados Unidos aún
ocupa la posición primaria en la economía mundial imperialista. Es la mayor
economía; el pegamento financiero de todo el sistema mundial; y el “garante”
político-militar de un orden mundial del que se benefician todas las grandes
potencias, al menos por ahora.
La posición económica
de Estados Unidos en el mundo ha estado en declive. Pero el imperialismo
estadounidense tiene un poderío militar sin paralelo en relación a sus rivales
y aspirantes a rival. Desde 2001, ha estado aprovechando esta ventaja lanzando
una ofensiva militar mundial, centrada en Irak y Afganistán, para amarrar un
dominio indiscutible para décadas por venir.
Pero se está topando
con dificultades en la realización de esta agenda, su sistema financiero ha
estado padeciendo mayores trastornos, y los cambios y movimientos de la
economía mundial están afectando su libertad de maniobra.
En resumen, el sistema
imperialista está en un estado de cambio, en que China es un elemento altamente
dinámico.
La naturaleza del
desarrollo de China y las implicaciones de su ascenso en el sistema
imperialista mundial, es el tema de esta entrega.
I.
INTRODUCCIÓN: NO ES UNA SOCIEDAD SOCIALISTA, UNA COMPLEJA DINÁMICA DE
DESARROLLO
Mucha gente supone que
China es una sociedad socialista, pues sus líderes describen el sistema como
socialista y hay, de nombre, un partido comunista gobernante. Pero el
socialismo ya no existe en China. Fue derrocado en octubre de 1976. Deng
Xiao-ping y otras fuerzas neocapitalistas dirigentes en el Partido Comunista de
China dieron un golpe de estado militar poco después de la muerte de Mao. Sin
demora, arrestaron el núcleo de dirección maoísta y reprimieron la oposición
revolucionaria.
Glosario:
Acumulación de
capital: La producción de plusvalía (la fuente de las ganancias) basada en la
explotación del trabajo asalariado y la inversión y reinversión de las
ganancias por capitales en competencia sobre una base de expansión, reducción
de costos y tecnologías más avanzadas (y mayor productividad). Es un proceso,
como dijo Marx, que acumula riquezas en un polo y la miseria y agonía del
trabajo en el otro.
Exportación
de capital: La salida del capital de inversión de un
país a otro a fin de generar ganancias basadas en la explotación del trabajo
asalariado. Consta de inversiones extranjeras directas en las empresas del
país anfitrión o en la construcción de nuevas instalaciones (p.e., cuando la
GM establece una fábrica en China); y otras formas, como préstamos de la
banca, inversiones en acciones y bonos, etc.
Imperialismo: La
fase del desarrollo del capitalismo en un sistema mundial de explotación
alcanzada a fines de los años 1880. Vivimos en la época del imperialismo. El
imperialismo tiene cinco rasgos principales: a) el dominio de los monopolios
(grandes unidades poderosas y altamente centralizadas de propiedad y control)
sobre la organización de la producción y distribución; b) la fusión de
capitales de la banca y la industria en enormes bloques financieros; c) la
importancia central de la exportación de capital para la rentabilidad
general; d) la división económica del mundo entre las grandes corporaciones,
cárteles y grandes potencias en esferas de influencia; y e) el reparto
territorial de todo el mundo por las potencias imperialistas en colonias,
neocolonias y zonas de influencia, de modo que la lucha entre las principales
potencias imperialistas implicará el nuevo reparto del mundo.
La
burguesía: La
clase dominante de una sociedad capitalista. Esta clase explotadora moderna
tiene el control (o propiedad) privado de las fuerzas productivas sociales
altamente desarrolladas de gran escala, las que solo puede aprovechar
mediante el trabajo colectivo de una clase, el proletariado, desprovista de
los medios de producción, que tiene que vender su fuerza de trabajo a fin de
subsistir. La burguesía encarna la ley capitalista de expandirse o morir.
Tiene una relación antagónica con el proletariado. Impone su dominio sobre la
sociedad controlando el estado y los órganos de represión y violencia.
|
Una nueva clase
capitalista gobierna a China. Está subordinada al imperialismo y dominada por
él. El imperialismo ha penetrado profundamente en la sociedad y economía de
China: mediante inversiones de las trasnacionales… actividades financieras
mundiales… la influencia de organismos controlados por los imperialistas como
el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio… y las esferas de
cultura e ideología.
China depende del
imperialismo: de las enormes entradas de capital de inversión en la economía, y
del acceso para sus productos de exportación a los mercados de los países
capitalistas avanzados, como Estados Unidos, Japón y Alemania. Este factor es
lo que más ha estado determinando y lo que más está determinando el desarrollo
capitalista de China.
A su vez, como China
ha sido un ambiente tan lucrativo para las inversiones imperialistas, a causa
de su enorme reserva de mano de obra superexplotable, que es su “ventaja
competitiva” en el sistema mundial, su economía ha estado creciendo
rápidamente. A medida que continúa este proceso y sus gobernantes han tomado
medidas para fortalecer su base de poder e iniciativa, China ha cobrado
mayor influencia y apalancamiento. Este proceso ocurre en un marco en que
el imperialismo, sobre todo el estadounidense, domina a China.
Con mayor frecuencia,
los gobernantes chinos trabajan para abrir espacios y promover sus propios
intereses geoestratégicos en ese marco y sobre la misma base fundamental: la
bárbara explotación de la fuerza de trabajo asalariada. Pero en este proceso,
los gobernantes capitalistas están desafiando un marco que principalmente ha
estado beneficiando al imperialismo estadounidense.
Es posible que China
esté en una transición a ser una potencia imperialista. Pero el que lo haga o
no, será producto de más que los factores económicos y desde luego no
simplemente de los factores internos de China. Más bien, el proceso dependerá
de diversos sucesos militares, políticos y económicos interdependientes en el
sistema mundial, como acontecimientos imprevistos: crisis, guerras, la lucha de
clases en China y en el mundo, y revoluciones.
En términos generales,
una compleja dinámica de dependencia y creciente poder está
modelando el desarrollo de China y su ascenso en el sistema imperialista
mundial, la cual a su vez está afectando este sistema. Cómo todo eso se
desenvolverá no está predeterminado, pero ya es una importante grieta o falla
delimitante en el mundo.
II.
EL RÁPIDO CRECIMIENTO DE CHINA: IMPULSADO POR EL CAPITAL EXTRANJERO,
DEPENDIENTE DE EXPORTACIONES
China es ahora la
segunda economía en magnitud del mundo después de Estados Unidos. Su tasa de
crecimiento ha sido la más rápida entre todas las grandes economías del mundo:
promedia un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de casi 10% en las
últimas dos décadas. En contraste, la tasa media anual de crecimiento de los
países imperialistas fue 2-4%. El PIB de China, la producción de bienes y
servicios, se duplicó entre 1990 y 2005. Sin embargo, China sigue siendo un
país pobre, con una producción (e ingreso) por persona muy por debajo de
aquellos de los países capitalistas avanzados.
Puede que la tasa de
crecimiento e industrialización excepcionalmente alta y sostenida de China en
las últimas dos décadas no tenga precedente en la historia del capitalismo. Lo
que es más, este crecimiento sostenido a) lleva a un enorme aumento de
capacidad productiva de China; b) afecta profundamente la trayectoria del
desarrollo del capitalismo global; y c) contribuye al rápido ascenso de China
como potencia económica mundial.
A.
China en la economía mundial
China está llegando a
ser el centro de gravedad del proceso manufacturero mundial. En los últimos
años, ha estado entre las cinco mayores receptores de inversión extranjera; y es
el mayor destinatario de inversión industrial extranjera. Ha sido el motor de
crecimiento de la economía imperialista mundial. Consume del 20 al 25% de las
reservas mundiales de hierro, acero, aluminio y cobre. Representa un tercio del
aumento de la demanda mundial de petróleo1 .
Está profundamente
metida en la economía mundial. Es el mayor tenedor extranjero de dólares del
mundo. Compite por las materias primas y energéticos de África y otras partes,
con Estados Unidos (y otras potencias imperialistas). Está surgiendo como una
fuerza geoeconómica más y más agresiva en el mundo. El imperialismo
estadounidense, por su parte, ha estado ubicando a China como un competidor y rival
potencial a largo plazo.
El rápido crecimiento
de China está entrelazado con enormes entradas de capital de inversión
extranjera:
- El capital extranjero controla la mayoría de
los activos de 21 de los 28 sectores industriales líder de China2 .
- Para comienzos del nuevo siglo, las
transnacionales como General Electric representaban un tercio de la
producción industrial china3 .
- Las empresas en que se invierte capital
extranjero representan casi 60% de las importaciones y exportaciones
chinas4 .
Las inversiones por
capitales extranjeros en China han creado enormes complejos de producción en
las zonas costeras, adonde va el 80% de toda inversión extranjera. En los
últimos 20 años, unos 200 millones de trabajadores rurales se han mudado a
zonas urbanas para encontrar trabajo5 . Este ejército de
migrantes superexplotables, de salarios bajos y discriminación en alojamiento y
servicios, satisface las necesidades de estos complejos de producción.
Se ha invertido
fuertemente el capital extranjero en China en productos manufacturados de bajo
costo y bajo valor, como prendas de vestir. China también produce productos
electrónicos y de tecnología de informática, y ahora es el mayor exportador a
Estados Unidos de computadoras, aparatos electrónicos de computación y otros
productos afines. Pero una alta proporción de esas exportaciones supone montaje
en fábricas de propiedad extranjera en China u operaciones subcontratadas a los
capitalistas de China que usan componentes de alta tecnología manufacturados
fuera de China6 . Esto es un ejemplo
del desarrollo distorsionado de China.
China es el mayor receptor de
inversión directa extranjera en el tercer mundo. Y las empresas extranjeras
consiguen ganancias excepcionalmente altas de sus operaciones en China. Como
muestra la Gráfica 1, las tasas de rendimiento de las inversiones estadounidenses
en manufacturas en China son el doble del nivel de inversiones comparables en
países de la Unión Europea (UE), y mayor que en América Latina.
Otro ejemplo del
desarrollo regido por el imperialismo: cuando el capital imperialista
subcontrata a empresas chinas, las ganancias fluyen desproporcionadamente hacia
el imperialismo. Mira el caso de un iPod vendido en Estados Unidos por $299.
Solamente $4 se quedan en China con las empresas que arman los aparatos,
mientras $160 van a las compañías estadounidenses que los diseñan, transportan
y venden al por menor7 .
El capital
internacional ha moldeado la economía china y la ha integrado como un eslabón
clave en el sistema regional de Asia oriental de producción de altas ganancias,
orientada a la exportación.
China depende en alto
grado del mercado estadounidense, que es el principal receptor de sus
exportaciones. Así que la vitalidad de la economía china depende mucho del
crecimiento de la demanda en el mercado estadounidense, demanda que cada vez
más se financia con deuda. China también depende de los mercados de exportación
de otra manera: tiene que aumentar de manera exponencial las exportaciones para
pagar la creciente cuenta por concepto de la importación de energéticos,
minerales, alimentos, productos semiacabados, bienes de capital (como
maquinaria) y bienes suntuarios para sus nuevas clases acomodadas.
B.
Algunos antecedentes históricos y los crímenes de los nuevos gobernantes
capitalistas chinos
En el siglo XIX, el
capitalismo occidental llegó a dominar a China por medio de guerras, la
imposición de tratados desiguales y la partición de China en esferas de
influencia extranjera. La penetración económica y militar de potencias
extranjeras siguió brutalmente: la presión económica estadounidense a “abrir”
el mercado chino; la agresión y ocupación japonesas en los años 30, y el apoyo
de Estados Unidos para las fuerzas corruptas y reaccionarias de Chiang Kai-Shek
en la guerra civil china de 1945-49. China había perdido la soberanía, y su
desarrollo económico fue deformado y truncado por la dominación imperialista.
La revolución china de
1949-76 lo cambió todo. Rompió el férreo control extranjero. Destruyó los cimientos
del gobierno explotador y corrupto de terratenientes y capitalistas
burocráticos. Los recursos de China ahora sirvieron las necesidades del
desarrollo general. Bajo la dirección de Mao, China construyó una economía
autosuficiente y equilibrada. Se construyó una base industrial moderna. El
transporte y las centrales eléctricas, parte de una nueva infraestructura
creada por los esfuerzos colectivos de la sociedad, sirvieron este desarrollo
equilibrado. Se dispersó la industria a los pueblos y aldeas. Se establecieron
las comunas en el campo: se llevó a cabo la agricultura cooperativamente a
niveles diferentes, campesinos se unieron para construir enormes sistemas de
irrigación y control de inundaciones, se ofrecieron servicios de salud y
educación a bajo costo. El resultado fue una fuerza de trabajo calificada y
sana.
Después de derrocar el
socialismo en 1976, los nuevos gobernantes capitalistas básicamente abrieron a
China y la entregaron al capital extranjero. El imperialismo, junto con los
nuevos gobernantes capitalistas de China, le sacaron provecho al desarrollo
socialista del pasado y lo transformaron en beneficio de la acumulación de
capital. El nuevo régimen les quitó los derechos a los obreros y los
convirtieron en esclavos asalariados para el capital extranjero y nacional.
Desmantelaron las comunas; y los campesinos desterrados o sin capacidad de
mantenerse de la agricultura emigraron por desesperación (y el aliciente de
ingresos más altos) a las ciudades en las regiones costeras en auge donde se
convirtieron en una casta de obreros flexibles, superexplotados y desechables.
La infraestructura construida durante el período socialista hacía de una
especie de subvención al desarrollo regido por el imperialismo.
C.
La burguesía china y el sector estatal
Un sector de la
burguesía basado en el estado está en el núcleo del poder de China. Gobierna
por medio de su instrumento político, el Partido Comunista de China, un partido
que no tiene nada que ver con el socialismo ni el comunismo. Regula la política
monetaria y de impuestos. Está vinculado estrechamente al capital extranjero y
depende de él, y está integrado con el gran capital privado nacional. Tiene el
mando del ejército y de la fuerza represiva del poder estatal, y usa este poder
con brutalidad contra las masas, como vimos en la supresión de los estudiantes
y obreros en las protestas en la Plaza de Tiananmen en 1989.
El sector económico
estatal incluye empresas industriales y bancos paraestatales (propiedad del
gobierno), y representa aprox. 35% de la economía. El sector capitalista
privado de la economía está creciendo mucho más rápidamente, y se ha
privatizado una buena parte del sector estatal. Desde 1995, se ha
reestructurado mucho el sector estatal. Ha eliminado gran cantidad de empresas
y despedido a decenas de millones de empleados. Pero un núcleo de empresas
estatales domina una buena parte de la industria pesada e importantes sectores
servicios8 . Este sector estatal
sigue siendo una base económica del poder de esta parte dominante de la
burguesía.
El control estatal
sigue siendo muy fuerte en los sectores bancario y de seguros, aunque hayan
vendido acciones a inversionistas internacionales privados.
En el marco de la
dominación del imperialismo y la dependencia de la tecnología importada, el
estado chino ha estado dirigiendo estratégicamente, en cierta medida, el
desarrollo de China. Una meta suya es que China “suba” la escalera
manufacturera a un nivel de producción más sofisticada. China está produciendo
más bienes intensivos en capital y realizando más procesos de manufactura
modular (de tecnología avanzada, estandarizada), etc.
La clase dominante
china pretende expandir y diversificar la base industrial-tecnológica e
influenciar los patrones de desarrollo.
Una industria
automotriz, encabezada por el capital extranjero (compañías como Volkswagen y
GM), se desarrolla rápidamente en China. Pero como condición para entrar en el
mercado chino, el gobierno requiere transferencias sin precedentes de
tecnología de las corporaciones transnacionales. El régimen ha insistido que
sus productores automotrices nacionales mantengan empresas conjuntas con sus
socios competidores extranjeros.
De manera muy
importante, China está invirtiendo en investigación y desarrollo en gran escala
y a largo plazo. El gobierno está promoviendo compañías privadas y estatales
nacionales a que sean líderes nacionales de industrias como computadoras y
telecomunicaciones.
Los gobernantes
pretenden convertir el desarrollo dominado por el imperialismo extranjero en
una base para fortificar su posición como potencia económica mundial y de la
cual proyectar y amplificar ese poder a escala mundial.
Sin embargo, el veloz
desarrollo de China tal como se ha desenvuelto sigue siendo dominado por el
capital extranjero y depende de los mercados internacionales. Es vulnerable a
fluctuaciones de la demanda del mercado mundial. Tiene que atraer a capitales
extranjeros, que constantemente buscan zonas de producción de costo aún más
bajo, de México… a China... a Vietnam. Este proyecto requiere y valora la
estabilidad social y política de la sociedad y la economía pero, al mismo
tiempo, ha generado distorsiones agrícola-industriales extremas y agudas y enormes
desigualdades regionales y sociales. La brecha de ingresos entre las zonas
urbanas y rurales, según algunos estudios estadísticos, es mayor que ningún
otro país del mundo, y esto es un factor profundamente desestabilizador9 .
D.
La realidad
El crecimiento rápido
con bajos costos y altas ganancias es un importante objetivo de la clase
dominante. Se basa en la explotación de la fuerza de trabajo asalariada y la
mano de obra de los campesinos, y la sangre y los huesos del pueblo chino. Es
un desarrollo económico caótico, ruinoso y desastroso para el medio ambiente.
Cinco de las ciudades
más contaminadas del mundo están en China. La Presa de las Tres Gargantas, un
enorme proyecto sin paralelo en la historia humana, ha destruido ecosistemas en
masa y desplazado a enormes poblaciones. El voraz desarrollo comercial está
destruyendo tierras de cultivo a un ritmo acelerado (los funcionarios
gubernamentales presionan a los agricultores a que vendan sus derechos de uso
del suelo con poquísima compensación). China ya ha perdido la mitad de sus
humedales. El desarrollo capitalista es un desastre ambiental. Se ha calculado
que la contaminación del aire y del agua y otras formas de degradación
ambiental son la causa de enfermedades y muertes prematuras que les roban la
vida a unas 400.000 personas de China cada año10 .
El desarrollo
económico de China es un desastre humano:
El terremoto de
Sichuan de la primavera de 2008 tuvo un saldo mucho más desastroso para los
pobres: las escuelas construidas de manera chapucera para aquellos de menos
recursos se derrumbaron y muchos niños murieron innecesariamente. Los campesinos
tienen que pagar por servicios médicos y educación. Un reciente estudio del
sistema de salud concluyó: “Con mayor frecuencia, aquellos de menos recursos no
disponen de plano de servicios médicos”11 .
En la China urbana, es
común que los obreros asalariados de bajo pago del sector de exportación
trabajan 80 horas a la semana en fábricas en abominables condiciones de salud y
seguridad. En el occidente, oímos de la pintura con plomo en los juguetes
producidos en China, pero no de los gases tóxicos, de las heridas ni de la
pérdida de extremidades en esas fábricas de juguetes. Según un estudio del
gobierno chino, se deben salarios al 72% de los casi cien millones de trabajadores
migrantes del país, y esta es una fuente importante de capital acumulado por
las empresas privadas y extranjeras12 .
Es significativo que
el auge económico de 1990-2002 generó una disminución del empleo asalariado
formal en el sector urbano, es decir, los trabajos formales con ciertas
protecciones y normas, mientras el sector estatal pretendía lograr más
eficiencia y rentabilidad. Se ha generado una buena parte de los nuevos
trabajos en el sector privado y especialmente en lo que se llama el sector
informal: los trabajos inestables y no regulados, jornaleros eventuales en la
construcción de los megaproyectos (rascacielos en las ciudades, infraestructura
para los juegos Olímpicos de 2008, construcción de presas), vendedores
ambulantes y actividades ilegales13 .
Una manifestación de
estas tendencias es la floreciente “industria del sexo” de China. Unas
organizaciones de mujeres calculan que China ya tiene unos 20 millones de
trabajadoras del sexo, en su mayoría provenientes del campo para trabajar en
las zonas rojas de los enormes centros industriales y comerciales nuevos14 .
Las mujeres del campo
tienen problemas nuevos cuando sus esposos e hijos emigren a las ciudades. Se
les reducen las oportunidades. Un suceso social muy triste y poco divulgado en
el campo es que cantidades sin precedente de mujeres, de mujeres jóvenes, se
están suicidando. Esto dista mucho de la realidad en la China de Mao, en que la
lucha contra la opresión de la mujer fue un elemento central de la
transformación revolucionaria continua de la sociedad15 .
III.
China, una pujante potencia económica con metas estratégicas
El rápido desarrollo
del capitalismo de China está formando una red regional centrada en China de
producción capitalista en Asia oriental, en que el imperialismo japonés es un
organizador importante. Asia oriental es la región manufacturera más dinámica
del mundo. Los gobernantes de China están promoviendo mayores vínculos
económico-políticos en toda Asia oriental. Están fortaleciendo su capacidad de
proyectar su poderío militar en la región. Y se está extendiendo a otras partes
del mundo.
A.
Creciente peso financiero
China ha llegado a ser
un importante actor en los mercados de finanzas y divisas del mundo. Tiene $1.8
millón de millones de reservas de divisas, que es una reserva de riqueza y se
usa como medio de hacer pagos internacionales. Las reservas de divisas
provienen de los ingresos por concepto de exportación así como de otros ingresos
de sus inversiones. China es una máquina de exportación extraordinaria; Estados
Unidos importa más bienes de China que de ningún otro país. China ya ha
rebasado a Japón como mayor tenedor de reservas de divisas del mundo. Por
ahora, mantiene la mayoría de estas reservas en dólares, invertidos en bonos
del tesoro y deuda pública del gobierno estadounidense, y otros instrumentos
financieros.
Las reservas de
dólares de China son una fuente de considerable peso financiero en la economía
imperialista mundial. Estados Unidos tiene un enorme déficit público (eroga más
en guerras, programas sociales, pagos de interés, etc., que lo que recauda de
impuestos); tiene un enorme déficit comercial (importa más de lo que exporta).
Pide en préstamo enormes cantidades de capital para cubrir sus desequilibrios
financieros internacionales. Y de importancia crucial, cuenta con que los
países como China sigan financiando su deuda.
En 2007-08, a las
debilitadas empresas financieras y de corretaje de Wall Street, como Morgan
Stanley, les urgía una fuente de capitales, y por tanto recurrieron a los
“fondos de riqueza soberana” de China, que son enormes reservas de riqueza
financiera administradas por gobiernos.
China es un enorme
importador de energéticos y minerales; representa casi el 40% del crecimiento
del mercado mundial de esos bienes desde 1995. Ya que China tiene un desarrollo
rápido orientado hacia el mundo que tiene una base tecnológica menos
desarrollada que la que existe en un país como Japón, usa siete veces más
energéticos para realizar el mismo volumen de producción que en el caso de
Japón (y tres veces más que India)16 .
China busca un acceso
seguro a materias primas para alimentar su máquina industrial. En América
Latina y África, China está invirtiendo en industrias de extracción y comprando
empresas. Sus inversiones directas extranjeras aumentaron de 1.8 mil millones
en 2003 a 16.1 mil millones de dólares en 2006. Aprox. la mitad de estas están
en industrias basadas en recursos naturales17 .
Una lucha entre
competidores está tomando forma en África por el control del petróleo y las
reservas minerales. Las petroleras estadounidenses han estado aumentando sus
inversiones en países como Angola, Nigeria y Guinea Ecuatorial. En 2007, el
ejército estadounidense estableció un nuevo mando africano, AFRICOM (antes de
esto, las operaciones militares las coordinaban los mandos de fuera de África).
Es una iniciativa importante del imperialismo estadounidense: para asegurar el
suministro del petróleo y el control de otros recursos naturales e incorporar
más partes de África en su “guerra contra el terror”. Además, Estados Unidos ha
estado aumentando las transferencias de armamento y acuerdos de apoyo militar
con varios gobiernos africanos.
Desde mediados de los
1990, China ha estado aumentando sus actividades en África. Ya es el tercer
socio comercial de África. La petrolera paraestatal china adquirió una
participación controladora en la petrolera líder del Sudán. Ya está invirtiendo
en la industria petrolera de Argelia. Ha estado haciendo incursiones como
inversionista en los sectores de petróleo de Angola y Nigeria. África ya
suministra aprox. el 30% de las necesidades de petróleo importado de China. Las
empresas mineras chinas que buscan cobalto, uranio, cobre y otros minerales
industriales, con el apoyo del estado, han estado haciendo inversiones en la
República Democrática del Congo, Zimbabwe y Zambia, dándoles ayuda financiera y
forjando vínculos más estrechos con ellos18 .
Todas estas
inversiones y maniobras de China son minúsculas en comparación al papel de
Estados Unidos y Europa en África. Pero se intensifica la rivalidad en África,
y está en marcha una competencia en que con mayor frecuencia China participa.
China utiliza lazos
políticos y diplomáticos, ventas de armas y acuerdos de capacitación, y los
préstamos de bajo interés para impulsar sus intereses. Se está posicionando en
el frente ideológico en algunos países del tercer mundo criticando la
dominación y algunas políticas de Estados Unidos que exprimen a esos países. Y
está sacando provecho del hecho de que Estados Unidos está ocupado y enredado
en el Medio Oriente, donde hoy libra guerras por un imperio mayor19 .
Con más frecuencia, el
imperialismo estadounidense ha estado tratando a China como competidor
estratégico. Desde 2006, el estudio anual de China del Departamento de Defensa
estadounidense ha colocado la competencia por recursos con China a la par con
el conflicto sobre Taiwán como potencial causa de una guerra estadounidense
contra China.
En el contexto del
ascenso de China en la economía mundial y la rivalidad con ella, se puede
empezar a entender por qué Estados Unidos sataniza y hace que China sea blanco
de los golpes: por exportar alimentos y medicinas peligrosos, por violar
derechos de propiedad intelectual, por violar derechos humanos y por aumentar
sus gastos militares.
B.
Ambiciones geopolíticas y la conexión rusa-china
El crecimiento
económico rápido, anárquico y escaso de recursos de China, bajo la dominación
del capital imperialista, objetivamente está impulsando su surgimiento como una
potencia mundial con ambiciones geopolíticas.
El Instituto
Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz ha calculado que los gastos
militares de China se han triplicado en la última década. En 2006, sus gastos
militares superaron a los de Japón, para situarse en el tercer lugar de Asia
oriental, y ahora tiene el tercer presupuesto militar del mundo20 . El gobierno chino está modernizando su capacidad naval, mejorando su
arsenal de mísiles balísticos y entrando en campos de alta tecnología como la
militarización del espacio. Sus gastos militares son pequeñísimos en
comparación con los de Estados Unidos, pero su poderío militar es un factor
siempre mayor en las relaciones internacionales, sobre todo en Asia oriental.
Con la perspectiva de
promover los intereses del imperialismo estadounidense, dos ex asesores del
gobierno estadounidense revelan ciertos aspectos de la realidad, al describir
la cambiante situación geopolítica que Washington confronta en esta región
crítica: “Después de 60 años de dominación estadounidense, la correlación de
poderes está cambiando en Asia nororiental. Estados Unidos está en un declive
relativo, China está en alza, y Japón y Corea están en un estado de cambio.
Para mantener su poderío en la región, Washington debe identificar las
tendencias que están modelando esa transición y adoptar nuevas herramientas y
regímenes que amplíen la base de poder de Estados Unidos”21 .
Un aspecto de la
situación actual es la creciente convergencia de intereses entre Rusia y China
en esferas importantes, y la multiplicación de lazos y cooperación entre los
dos países. En 2006, China llegó a ser el principal socio económico de Rusia, y
financia importantes proyectos de oleo- y gasoductos para ese país, un tema que
discutiremos en la próxima entrega de la serie.
Los dos países
suministran armas a países productores de petróleo y gas natural del tercer
mundo. Están aumentando su capacidad militar en importantes regiones que
producen energéticos. En 2001, se unieron para formar la Organización de
Cooperación de Shanghai (OCS) de países centroasiáticos.
La OCS representa un
cambio importante en las relaciones mundiales. El crecimiento económico de
China y su ascenso en la economía mundial se están expresando con más frecuencia
en esferas geopolíticas y militares. La OCS es una alianza regional de
energéticos y de seguridad en Asia central. Sus principales estados integrantes
son China, Rusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La OCS combina la
fuerza económica china con la capacidad militar y los recursos energéticos de
Rusia. En el verano de 2007, condujo sus primeros ejercicios militares. Fue la
primera vez que China movilizó a tropas aerotransportadas fuera de su
territorio22 .
La OCS claramente
tiene como objetivo reducir y contrarrestar la influencia de Estados Unidos en
Asia central, y concentrar ciertos puntos fuertes y superar ciertas debilidades
de Rusia y China, mientras atrae a su órbita a otros países. Es un vehículo de
rivalidad, naciente pero importante, en una región volátil y rica en
energéticos.
C.
Unos temas nuevos
El rápido ascenso de
China en la economía mundial plantea unos temas nuevos.
¿Es posible que China
“se desacople” (el término que usan los analistas financieros y geopolíticos)
de su dependencia del mercado de exportación estadounidense y deje de financiar
el déficit estadounidense?
En el corto plazo, la
respuesta parece ser que “NO” con mayúscula, en vista de las grandes
reverberaciones que podría provocar (China perdería miles de millones de
dólares si abandonara de repente el dólar, pues llevaría a su desplome) y de
que el desarrollo dependiente y distorsionado de China requiere de enormes mercados
para sus productos de exportación. Parece que China no puede reemplazar
fácilmente a esos mercados occidentales estimulando la demanda interna.
Sin embargo, a mediano
y largo plazo, las posibilidades de tal “desacoplamiento” tienen otro aspecto,
especialmente en conexión con otros cambios económicos y geopolíticos
mundiales.
El alto ritmo de
crecimiento de China y la rentabilidad que eso le ha dado al capital
imperialista han sido un estímulo vital para la economía mundial, y para el
imperialismo estadounidense. Al mismo tiempo, la Unión Europea, un bloque
económico oesteeuropeo más cohesionado y más competitivo, está teniendo ahora
un mayor papel en la economía y las finanzas mundiales.
Sin embargo, como
mencioné al comienzo de este análisis, Estados Unidos ocupa la primera posición
en la economía imperialista mundial. Y, debido a que China está profundamente
metida en la economía imperialista mundial, si llegara a sufrir todos los
estragos de lo que conllevaría la evolución de una disminución del crecimiento
global, podría tener enormes repercusiones retroalimentarias desestabilizadoras
tanto en China como en la economía mundial. La forma en que China y Estados
Unidos responden a la crisis financiera de 2008, y cómo salen de ella, puede
tener consecuencias geopolíticas largoplacistas.
China ha logrado
sostener un alto ritmo de crecimiento. Pero es una economía capitalista. No es
inmune ni a la inestabilidad ni a la crisis. Se calcula que el 75% de sus
industrias están plagadas de sobrecapacidad, o sea, tienen demasiadas
inversiones para los mercados existentes23 . La inflación está aumentando en China. La polarización social está
agudizándose; en los últimos años se han multiplicando las huelgas, protestas y
confrontaciones en el campo contra la corrupción, la adquisición hostil de
tierras y los daños ambientales.
La dinámica del
ascenso de China es compleja. No obstante, hay una contradicción que la
delimita: su dependencia y su creciente fuerza económica. China
depende del capital y de los mercados extranjeros. A pesar de eso, ha surgido
en el mundo como una potencia económica y un centro manufacturero. Ha acumulado
enormes reservas de divisas y se ha ganado una influencia financiera
considerable... y cada vez más, sobre el dólar. Busca más agresivamente
mercados del tercer mundo e invierte capitales fuera de sus fronteras.
Al reflexionarlo,
parece que lo que guía a la clase dominante china es una orientación
estratégica y competitiva de largo plazo: diversificar y reforzar la base
industrial interna, ampliar su alcance económico y financiero en el mundo y
fortalecer su capacidad militar... y hacer todo eso sin provocar una
confrontación directa con el imperialismo estadounidense.
¿Podría evolucionar
China para ser una formación de capital imperialista? Es una pregunta que no se
puede descartar de antemano, aunque tampoco se puede decir que es inevitable.
Sin embargo, es una posibilidad real... es posible que China esté en una etapa
de transición hacia ser una potencia imperialista. ¿Cuáles son las
posibilidades de un cambio cualitativo así, y por medio de cuáles caminos
podría darse? Son asuntos que dependerán de la historia, de la interacción del
movimiento y el desarrollo del capitalismo chino con la lucha de clases en
China, y con los mayores cambios, desplazamientos y trastornos de la economía
mundial... y con los acontecimientos grandes e inesperados de la política
mundial, como guerras y otros conflictos, pero también luchas revolucionarias.
Notas
1.
Keith Bradsher, “Labor Costs Soar in China, So Its Neighbors Beckon”, New
York Times, 18 junio 2008; John C.K. Daly, “Feeding the Dragon: China’s
Quest for African Minerals”, China Brief, 31 enero 2008, http://www.jamestown.org;
Energy Information Administration, Country Analysis Briefs: China,
agosto 2006,http://www.eia.doe.gov.[back]
2.
Wu Qi, “China Regulates Foreign Mergers for More Investment”, 11 septiembre
2006, http:/www.china-embassy.org[back].
3.
Wang Zile, “Foreign Acquisition in China: Threat or Security”, China
Security, Vol. 3, No. 2 (primavera 2007), p. 90.[back]
4.
US-China Business Council, Forecast 2008: Foreign Investment in China,
p. 1.[back]
5.
US-China Business Council, Forecast 2008: Foreign Investment in China,
p. 3; CIA, World Fact Book: China, http://www.cia.gov.[back]
6.
Nicholas Lardy, “Trade Liberalization and Its Role in China’s Economic Growth”,
http://www.imf.org.[back]
7.
Charlemagne, “Winners and losers”, The Economist, 1 marzo 2008, p.
56.[back]
8. Sobre el sector
estatal, ver Arthur Kroeber y Roselea Yao, “Large and in charge”, Financial
Times, FT.com, 14 julio 2008, http://www.ft.com.[back]
9.
Mobo Gao, The Battle For China’s Past: Mao and the Cultural Revolution (Londres:
Pluto, 2008), pp. 160, 179; Joseph Kahn y Jim Yardley, “Amid China’s Boom, No
Helping Hand for Young Qingming”, New York Times, 1 agosto 2004.[back]
10.
Elizabeth Economy, “China vs. Earth”, The Nation, 19 abril 2007;
Jim Yardley, “China’s Turtles, Emblems of a Crisis”, New York Times,
5 diciembre 2007; L. Alan Winters y Shahid Yusuf, compiladores, Dancing
with Giants (Washington, D.C.: Banco Mundial, 2007), p.
14.[back]
11. Li Onesto, “Terremoto sacude al terreno capitalista en China”, Revolución #131, 1 junio 2008,
http:/www.revcom.us; Sanjay Reddy, “Death in China: Market Reforms and
Health”, New Left Review 45, mayo-junio 2007.[back]
12.
Anita Chan, “A ‘Race to the Bottom’”, China Perspectives, No. 46
(marzo-abril 2003), p. 43; David Harvey, A Brief History of
Neoliberalism (Londres: Oxford University Press, 2005), p. 148.[back]
13.
Martin Hart-Landsberg y Paul Burkett, “China, Capitalist Accumulation, and
Labor”, Monthly Review, mayo 2007, pp. 28-29.[back]
14.
Howard W. French, “The Sex Industry is Everywhere But Nowhere,” New
York Times, 14 diciembre 2006, citado en Hart-Landsberg y Burkett, p. 29.[back]
15.
Robert Weil, “Were Revolutions in China Necessary,” Socialism and
Democracy, Vol. 21, julio 2007, pp. 20-22,[back]
16.
Winters y Yusuf, Dancing with Giants, p. 14; Parag Khanna, The
Second World: Empires and Influence in the New Global Order, Nueva York:
Random House, 2008, p. 313, nota.[back]
17.
PPI, “Chinese Direct Investment Abroad Has Grown Twenty-Fold Since 2000”, 21
octubre 2007, http://www.ppionline.org [back]
18. Sobre la
competencia entre las grandes potencies por los recursos de África y el
creciente peso económico de China en África, ver Michael T. Klare, Rising
Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008),
capítulo 6; Jian-Ye Wang y Abdoulaye Bio-Tchane, “Africa’s Burgeoning Ties with
China”,Finance and Development (FMI), marzo 2008, Vol. 45, No. 1;
David H. Shinn, “Africa, China, The United States, and Oil”, Africa
Policy Forum, http://www.forums.csis.org.[back]
19.
Michael T. Klare, “The New Geopolitics of Energy”, The Nation, 1
mayo 2008, http://www.thenation.com.[back]
20. Instituto
Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, Recent trends
in military expenditure (Estocolmo: 2008), http://www.sipri.org[back]
21.
Jason T. Shaplen y James Laney, “Washington’s Eastern Sunset: The Decline of
U.S. Power in Northeast Asia”, Foreign Affairs, noviembre-diciembre
2007, edición electronic, resumen, p. 1, http://www.foreignaffairs.org.[back]
22.
Sobre la Organización de Cooperación de Shanghai, ver Bates Gill y Mathew
Oresman, “China’s New Journey to the West” (Washington, D.C.: Center for
Strategic and International Studies, 2003), pp. 5-12; y Klare, “New Geopolitics
of Energy”.[back]
23.
Ho-fung Hung, “Rise of China and the Global Overaccumulation Crisis”, Review
of International Political Economy, 15:2, mayo 2008, p. 159.[back]
PRÓXIMAMENTE, PARTE 3:
LA UNIÓN EUROPEA, RUSIA, JAPÓN E INDIA
Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las
grandes potencias
Lo
que está pasando y qué consecuencias podría traer
Parte 3: La Unión Europea como potencial rival al dominio de Estados Unidos
Raymond Lotta
Se están operando
grandes cambios en la configuración de poder económico entre las grandes
potencias. Se pueden detectar nuevas grietas en la economía mundial. El
imperialismo estadounidense aún es la potencia económica y militar principal en
la economía mundial, pero su posición se está erosionando, y están surgiendo
potenciales rivales.
La ampliación y la
consolidación de la Unión Europea es un rasgo que está definiendo este paisaje
económico cambiante, siendo al ascenso de China quizá el más dinámico de los
grandes movimientos tectónicos que se están dando en la economía mundial (ver
la Parte 2 de esta serie).
La Unión Europea (UE)
es un bloque económico altamente desarrollado de países capitalistas e
imperialistas en el continente europeo. En los últimos 15 años, la UE ha
alcanzado niveles más altos de integración financiera y económica y fortalecido
su posición internacional. Está creciendo el importante papel del euro, la
moneda de 15 integrantes de la UE, en las finanzas y comercio del mundo. La UE
ha estado imponiéndose con más energía en el mundo y aumentando su
capacidad militar.
La naturaleza y las
posibles implicaciones de la expansión y el fortalecimiento de la UE relativa a
la rivalidad entre las grandes potencias es el tema de la Parte 3 de esta
serie.
I. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA Y LA AMPLIACIÓN DE LA
UE
La UE ha trabajado en
sociedad y alianza con el imperialismo estadounidense en asuntos militares y en
foros internacionales como la Organización Mundial de Comercio. Europa occidental
recibe enormes entradas de capital estadounidense, y Estados Unidos recibe
enormes entradas de capital de Europa occidental. A su vez, la UE representa un
desafío competitivo creciente y grande al imperialismo estadounidense dentro del
actual marco mundial dominado por el mismo imperialismo estadounidense.
La interpenetración de
factores económicos y no económicos afectará la manera en que se desarrolla el
desafío de la UE:
- La evolución de la OTAN, la alianza militar
encabezada por Estados Unidos en que importantes países de la UE
participan.
- El elemento dinámico de las relaciones de la
UE con Rusia y China, dos potencias en ascenso en la economía mundial las
que se están convirtiendo en socios comerciales aún más importantes de la
UE.
- Las guerras por imperio en el Medio Oriente y
Afganistán, en que el imperialismo oesteeuropeo está fuertemente metido
con Estados Unidos, y cuyos desenlaces están lejos de decididos.
- El choque global entre un anticuado
imperialismo que domina y explota al mundo y un anticuado fundamentalismo
islámico el que ha crecido en respuesta a los embates del imperialismo
pero que no presenta ninguna solución liberadora ni real al imperialismo.
En Europa, el reaccionario fundamentalismo islámico está cobrando peso e
influencia en algunos sectores de los inmigrantes1 .
- Los efectos de las luchas sociales en Europa
hoy y en el mundo, y el potencial de que surja lucha revolucionaria y
afecte la situación en los países de la UE y en el mundo en conjunto.
Antecedentes: La Unión Europea
La Unión Europea no es
un estado único, pero tampoco es una coalición amorfa o informal de potencias.
Es una unión única de estados imperialistas en Europa occidental que ha gestionado
las estructuras legislativas, administrativas y políticas como para regular su
funcionamiento como bloque. Su núcleo dirigente consta de las grandes potencias
imperialistas oesteeuropeas: Alemania, Francia y el Reino Unido. Alemania y
Francia son los impulsores político-económicos principales del bloque.
En 1991, la UE contaba
con 12 estados integrantes. Pero el colapso de la Unión Soviética imperialista
y su bloque en 1989-91 ocasionó nuevas posibilidades para el imperialismo
oesteeuropeo. Alemania Occidental, entonces ya la principal potencia económica
del continente europeo, absorbió a Alemania Oriental. La UE se orientó hacia el
este e incorporó a países como Polonia y Hungría, y países de la región
báltica.
Así fue la dialéctica
de los años 1990: el imperialismo estadounidense metió a la mayoría de los
países esteeuropeos del antiguo bloque soviético en la alianza
encabezada por sus fuerzas armadas, la OTAN; los imperialistas
oesteeuropeos metieron a la mayoría de estos países en la órbita económica
de la UE.
La UE aún consta de
economías específicas con estructuras de clases específicas y clases dominantes
capitalistas o imperialistas específicas. Pero se ha vuelto un bloque más
cohesionado y poderoso. Ha creado diversos organismos para coordinar políticas
y ejercer poderes entre los países que conforman el bloque. Desde 1995, creció
de 15 a 27 integrantes; ha surgido como un mercado que rivaliza en tamaño con
el de Estados Unidos; y ha desarrollado una moneda que tiene el potencial de desafiar
al dólar estadounidense en el mundo.
En cuanto a tamaño,
los estados oesteeuropeos individuales no pueden competir en el frente
económico con el imperialismo estadounidense. Pero como una entidad altamente
integrada única, la UE puede competir a nivel global. En resumen, con la
expansión y la consolidación de la UE, Estados Unidos hoy está ante un centro
industrial, financiero y político formidable y grande2 .
En el frente cultural,
la UE se presenta como un capitalismo cosmopolita, civilizado e ilustrado. Esto
es parte de su arsenal ideológico en sus esfuerzos de fortalecer su posición
político-económica en el mundo.
Mientras tanto, la UE
aprieta los controles sobre los inmigrantes, torea con el imperialismo
estadounidense por ventaja económica en América Latina, utiliza sus conexiones
coloniales históricas y forja nuevas relaciones de dependencia neocolonial, al
servicio de sus necesidades internacionales; por ejemplo, inversiones y
operaciones militares en África para amarrar fuentes de energéticos y materias
primas. La UE también ha formado parte de la subcontratación de tortura de
parte del imperialismo estadounidense y su “guerra contra el terror”. Los
integrantes de la UE han albergado cárceles secretas de la CIA3 .
II. LA UE FORTALECE SU MANO COMPETITIVA
La UE ha tomado
medidas para ampliar y unificar más un mercado común y, en esta conexión, para
elevar la rentabilidad y para aumentar la competitividad del capital basado en
la UE en el marco de la economía imperialista mundial.
A. Agenda de competitividad y “fuerza de trabajo
flexible”
Esto ha encerrado una
ola de reformas “neoliberales”. El neoliberalismo se refiere a las medidas y
programas que abren más las economías nacionales a flujos más libres del
capital, privatizan las industrias paraestatales, desregulan los mercados de
trabajo y eliminan las restricciones sobre las condiciones de explotación y
contratación de la fuerza de trabajo asalariada, y que recortan las
prestaciones sociales, etc. Este proceso ha estado en marcha en Estados Unidos
desde los años 80.
En el tercer mundo,
los organismos financieros internacionales dominados por Estados Unidos, como
el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, supervisaron la
reestructuración neoliberal brutal y polifacética de economías. Este proceso abrió
cancha para la mayor penetración del capital imperialista, p.e., de Europa
occidental. Además, socavó la agricultura local en grandes regiones del tercer
mundo y aceleró un proceso sin precedente de urbanización caótica y masiva4 .
El capital
oesteeuropeo ha estado aplicando su propia agenda de reforma neoliberal desde
los años 90: más flexibilidad en contrataciones y despidos, mayor utilización
de trabajadores eventuales y recortes salariales.
En Francia, están en
marcha planes para ampliar la semana laboral legal a más de 35 horas. En
Alemania, para aumentar la productividad de los trabajadores, se han recortado
varias formas de “coparticipación” de los sindicatos en las fábricas. Alemania
es el exportador líder del mundo. Se ha mantenido esta posición en parte
tomando medidas para disminuir los costos de la mano de obra, y los salarios
reales han estado cayendo por siete años consecutivos (1998-2006)5 . En Francia, se ha
recortado el apoyo oficial a la educación y a programas de colocación en
empleos, y tales medidas han sido un importante blanco de protestas. Se han
recortado las prestaciones de bienestar social, como pensiones para los
jubilados, en una buena parte de Europa.
La agenda competitiva
de la UE ha abarcado fusiones de grandes empresas en empresas más grandes, como
en la industria de acero, el apoyo a sectores industriales estratégicos y la
promoción de empresas líder. Por ejemplo, la UE creó EADS, la empresa
aeroespacial a nivel de Europa, que fabrica el Airbus y compite en todo el
mundo con Boeing.
Esta agenda de
“competitividad” también ha abarcado medidas para restringir la libertad de
movimiento del capital estadounidense en el mercado más abierto e integrado de
Europa. Por ejemplo, la Cía. Microsoft ha sido acusada de prácticas
monopólicas. El capital europeo ha procurado coartar al capital estadounidense
en el mundo. Esta agenda ha tenido formas complejas y a veces disfrazadas,
tales como los pleitos entre Estados Unidos y la UE sobre normas ambientales o
controles sobre la importación de productos agrícolas modificados con
bioingeniería.
B. El papel especial de Europa oriental
La integración de los
países esteeuropeos a la UE ha sido una fuente de ventaja competitiva del
capital oesteeuropeo en el mercado mundial. Unas clases capitalistas plenamente
desarrolladas gobiernan las economías esteeuropeas, y algunas de estas clases
invierten capital en el tercer mundo. Pero están en una relación subordinada a
las clases dominantes más grandes y más poderosas de la UE. El capital
extranjero, sobre todo el oesteeuropeo, domina a los sectores estratégicos de
estas economías, como el transporte, las finanzas y las telecomunicaciones. Los
bajos costos de la mano de obra con los altos niveles de capacitación que
quedan de los años bajo los soviéticos representan un importante imán para
inversiones.
La UE ha
reestructurado e integrado las economías esteeuropeas en cadenas de producción
globales y a nivel regional. Los trabajadores esteeuropeos tienen peores
condiciones laborales y escalas salariales menores, junto con programas
sociales menos generosos, que en la población de muchos países de Europa
occidental. En Eslovaquia, el salario de la industria automotriz es un octavo
de aquel de Alemania, y pronto se espera que la productividad de esta industria
(encabezada por Volkswagen y Peugot) sea la más alta del mundo6 . Así, la absorción de
Europa oriental por la UE ha aumentado la competitividad y rentabilidad del
bloque.
La UE —muy en
particular el imperialismo alemán que está muy interesado en Europa oriental y
los Balcanes— ha hecho fuertes inversiones en la reconstrucción del transporte,
energía y otra infraestructura de Europa oriental. Este proceso ha sido costoso
y ha tenido un papel importante en la disminución de los índices de crecimiento
de Alemania. Pero esta actualización infraestructural también es una parte
importante de un fortalecimiento largoplacista de un mercado continental más
integrado y competitivo en que Alemania es el ancla económica de un bloque más
cohesionado de la UE.
En términos
estratégicos, Europa oriental también tiene importancia para las ambiciones
geopolíticas de la UE. En términos geográficos, está más cerca a Rusia, que
surte una buena parte de los energéticos los energéticos que necesita Europa
occidental, y por eso Europa oriental es una especie de amortiguador. Además,
la penetración económica oesteeuropea representa cierto contrapeso al dominio
militar estadounidense en Europa oriental7 .
C. La fuerza de trabajo inmigrante en la “Fortaleza
Europa”
En las economías más
abiertas que necesitan mano de obra tanto altamente calificada como de menores
calificaciones y una fuerza de trabajo más “flexible” (con cambios de empleo
entre trabajos y sectores de la economía y menos seguridad laboral), la fuerza
de trabajo de los inmigrantes tiene un papel particular en los mercados
laborales reestructurados.
Se calcula que de 5 a
6.5 millones de trabajadores indocumentados viven y trabajan hoy en Europa.
Representan una “fuerza de trabajo trasnacional ilegalizada”, en los sectores
agrícola, de construcción, servicios domésticos y de otra índole. Según un
reciente estudio de tres académicos progresistas, algunos de estos sectores
“probablemente se vendrían abajo si no tuvieran acceso a la mano de obra
inmigrante no regulada de bajo costo”8 . A menudo, estos
trabajadores indocumentados no pueden conseguir el salario mínimo ni trabajar
bajo contrato.
Hoy, las autoridades
amenazan con obligar a los inmigrantes a llevar tarjetas de identificación
especiales y con establecer bancos de datos con información biométrica. Francia
aplicará pruebas del ADN a los nuevos inmigrantes que entran a su territorio. En
muchos casos, la histeria xenofóbica contra los inmigrantes en el ambiente
después del 11-S tiene formas antiárabes y anteislámicas. Es también parte del
discurso oficial; Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, ganó las elecciones
en parte con una plataforma de aplicar “medidas duras” contra los inmigrantes
después de las rebeliones de los jóvenes inmigrantes contra la brutalidad
policial y discriminación social en 20059 .
Los gobiernos de la UE
están orgullosos de las nuevas medidas para fortificar las fronteras contra los
inmigrantes “ilegales”. ¿Los resultados? Las autoridades españolas informan que
en 2006, seis mil personas murieron ahogadas en el Atlántico en la travesía a
las Islas Canarias (parte de España) desde África occidental, donde las flotas
comerciales europeas han sobreexplotado los bancos de pescado y destruido la
vida de los pescadores africanos. En 2006, cientos de inmigrantes más murieron
asfixiados en contenedores de carga, camiones y barcos de carga.
III. LAS AMBICIONES GEOPOLÍTICAS DE LA UE
La UE ha estado
expandiéndose, y tiene una compulsión de aumentar su influencia internacional y
su competitividad, para poder prosperar como potencia geoeconómica en la
economía mundial en la cual todavía domina el imperialismo estadounidense y han
surgido nuevos competidores y rivales en el sistema mundial. También es posible
que este marco económico mundial dominado por Estados Unidos pueda padecer
sacudidas importantes. Éstas, en combinación con otros factores (p.e., reveses
militares), pueden generar nuevas oportunidades para que las potencias en
ascenso como China y la UE salten a posiciones de mucho más fuerza.
En el frente
geopolítico, la UE está teniendo un papel internacional más agresivo. Ha estado
impulsando charlas en el Medio Oriente. Supervisó las elecciones en el Congo en
2006. Asumió el mandato de la ONU en la ocupación de los Balcanes occidentales.
El grueso de la
capacidad militar estratégica global de la UE está en la OTAN. Pero uno de los
efectos inesperados del colapso de la Unión Soviética es que “el triunfo del
Occidente” dio origen a una Europa occidental con menos dependencia militar del
imperialismo estadounidense, pues ya no había un bloque soviético poderoso y
militarizado en la frontera con Europa occidental en el contexto del mayor
conflicto entre los bloques encabezados por Estados Unidos y la Unión
Soviética. Dominique Moisi, una académica geopolítica y asesora en política de
Francia, dio esta descripción: “A la configuración de la guerra fría de un
Occidente y dos Europas” la está reemplazando “una Europa y dos Occidentes”10 .
La UE ha establecido o
expandido varias “fuerzas de intervención” multinacionales; una meta de
referencia es tener 60 mil soldados a la espera para misiones en el exterior de
hasta un año de duración. La UE ha estado expandiendo su industria militar,
invirtiendo en el caza de combate Eurofighter y aviones de largo alcance. Ha
desarrollado un sistema de navegación satelital europeo (Galileo). Éstas son
iniciativas conjuntas a nivel de Europa. La UE también ha estado tratando de
desarrollar una estructura de mando general.
Nada de eso puede
igualar, ni siquiera se aproxima a igualar, al peso militar del imperialismo
estadounidense hoy. Pero la proyección más enérgica de la UE está dándose al
tiempo que Estados Unidos está reduciendo sus fuerzas en Europa, mientras que
se están desenvolviendo los planes más ambiciosos de la UE en despliegues
militares, sobre todo de parte de Alemania. Además, la UE tiene “los haberes
industriales” para sustentar una rápida militarización.
Pero hay otro elemento:
Rusia. La UE tendría un poder geopolítico notablemente mayor en una alianza con
Rusia, con su aún formidable poderío militar. Ésta es una especie de baza, pero
muy real, sobre todo en vista de la mayor dependencia de Europa occidental de
las fuentes de energéticos de Rusia.
Rusia ya surte más de
un cuarto del gas natural que consume Europa occidental, y va en aumento esta
proporción. De otro lado, Rusia tiene una fuerte dependencia del mercado
europeo: de la UE, Rusia recibe el 75% de sus ingresos por concepto de
exportaciones11 . El capital alemán es
la mayor fuente de crédito para las gigantes petroleras y de gas rusas (y el ex
canciller alemán, Gerhard Schröder, ahora es presidente de la junta supervisora
de una filial de la gigante rusa de gas natural GAZPROM)12 . A su vez, para no
tener que depender de Rusia, las trasnacionales europeas han estado buscando
una presencia independiente en Asia central.
Se pregunta: ¿llevará
la accidentada relación con Rusia en energéticos a un reposicionamiento y
colaboración más amplios de estas dos potencias en el mundo?
La UE también está
sacando provecho de sus lazos históricos de dominación y explotación de África
a fin de obtener energéticos y reducir su dependencia de Rusia. Últimamente,
las trasnacionales europeas han representado el 60% de las nuevas inversiones
en las empresas petroleras y de gas de África occidental. Royal Dutch Shell es
el productor extranjero líder en Nigeria. Ha sido blanco de protestas y ataques
armados de la población en respuesta a sus actividades de perforación que traen
pocos beneficios para las comunidades vecinas pero sí una enorme destrucción
ambiental13 .
IV. EL EURO Y EL DÓLAR: RIVALIDAD EN MEDIO DEL
TUMULTO FINANCIERO
El euro ha estado
jugando un papel mayor como moneda mundial. La integración monetaria regional
de la UE ha generado una ventaja en escala y eficiencia para el capital europeo
globalizado. Después de su establecimiento en 1999-2000, el euro se ha vuelto
la moneda más grande y única que rivalice al dólar estadounidense como la divisa
mundial. La mayor importancia del euro se desprende del poder de la UE y de la
erosión de la posición financiera mundial de Estados Unidos. El dólar ha estado
bajo enormes presiones a la baja debido a los enormes déficits contraídos por Estados
Unidos y la reciente turbulencia financiera en Estados Unidos.
El potencial impacto
mundial del euro se sintetiza en la introducción a una compilación de artículos
sobre el euro hecha por analistas convencionales: “Como la divisa que soporta
el peso del declive del dólar estadounidense desde su sobrevaloración a fines
de los años 90, el valor y administración del euro es crucial para poder
ajustar los desequilibrios internacionales. Como competidor y colaborador de
largo plazo con el dólar, el euro da pie al potencial de un sistema monetario
internacional bipolar, que presenta retos y oportunidades sin precedentes para
aquellos que formulan la política económica”14 . El euro ya ha
rebasado al dólar como moneda principal del mundo en el mercado mundial de
bonos.
Todo eso no niega la
posibilidad de que el dólar vuelva a surgir. Es importante tener en mente que
la fuerza del dólar y su papel como moneda de las reservas y transacciones del
mundo no es meramente una función del poder económico del imperialismo
estadounidense. La “confianza en el dólar” también tiene que ver con el dominio
militar global del imperialismo estadounidense, a los vínculos militares y de
seguridad entre los tenedores extranjeros de dólares y el imperialismo
estadounidense (tal como en el caso de un país como Arabia Saudita) y a la
estabilidad general del capitalismo estadounidense y sus mercados financieros
altamente desarrollados en relación a los peligros políticos y económicos en
otras partes.
De otra parte, una
tendencia más gradual de largo plazo hacia un “sistema monetario bipolar” no
niega el potencial de un masivo abandono del dólar y el súbito estallido de
caos financiero, quizá de una magnitud no vista desde los años 30. Una
combinación de sucesos económicos y cambios políticos podría provocar un ataque
de esta clase contra el dólar. Por ejemplo, China podría dejar de financiar la
deuda del Tesoro estadounidense al nivel que lo ha estado haciendo hasta ahora
y podría diversificar sus reservas de divisas con la correspondiente
disminución de sus reservas en dólares.
La crisis financiera
que estalló en Estados Unidos a inicios de 2008 ha golpeado a los organismos y
mercados financieros de Europa occidental. Pero he aquí un punto aparentemente
claro: el euro está cobrando terreno competitivo contra el dólar y con mayor
frecuencia se considera una moneda internacional de reservas y transacciones.
V. CONCLUSIÓN: ¿ALIANZA TRANSATLÁNTICA EN TRANSICIÓN?
Después de la II
Guerra Mundial, el imperialismo estadounidense modeló las estructuras
estatales de Europa y penetró profundamente las formaciones sociales en ese
continente, p.e., en el frente cultural. En la expansión después de la II
Guerra Mundial, se profundizaron los lazos de inversión y comercio entre
Estados Unidos y Europa y el mayor marco geopolítico dominado por Estados
Unidos restringió los desafíos estratégicos del imperialismo oesteeuropeo. Este
proceso continuó después del colapso de la Unión Soviética. Además, el Reino
Unido, que es integrante de la UE, tiene una “relación especial” con Estados
Unidos, lo que afecta el maniobreo entre la UE y Estados Unidos.
Pero los actuales
arreglos políticos y económicos del mundo no están grabados en piedra. Pueden
evolucionar en nuevas direcciones y cambiar radicalmente en relación a
importantes movimientos geoeconómicos y geopolíticos. De nuevo, el factor ruso
ocupa un lugar de peso. Puede que la UE se encuentre dividida entre los
sectores de sus clases dominantes imperialistas que piden una capacidad militar
europea más robusta y aquellos que aún quieren apoyarse en la alianza de la
OTAN. Un importante paso de China para conseguir más iniciativa en la economía
mundial y/o forjar una alianza más estrecha con Rusia afectaría profundamente
los caminos hacia un papel geopolítico mundial mayor o menor de la UE.
En junio de 2008, el
gobierno francés anunció una reorientación de su política de seguridad hacia
relaciones más profundas con la OTAN. Pero nótese con detenimiento: esto
representó un acercamiento hacia la OTAN y la UE, junto
con el apuntalamiento de la capacidad de la UE de planear y conducir sus
propias operaciones militares.
Las contradicciones
entre Francia y Alemania, las fuerzas núcleo de la UE, y Estados Unidos, en
torno a la guerra de Irak han estado muy agudas. Ha habido otras
contradicciones; por ejemplo, en 2005 estalló una disputa cuando la UE
suspendió el embargo de armamento impuesto sobre China después del
levantamiento de estudiantes y obreros de 1989 en Tiananmen. Aunque haya más
unidad (en apariencia), como presionar a Irán, también es cierto que se están
dando las rivalidades al interior de la alianza de la OTAN.
La UE tiene necesidad
y libertad. Parece que su estrategia general es de “esperar el momento
propicio”: promover una mayor integración institucional en el bloque de la UE,
buscar amarrar alianzas más estrechas con otras grandes potencias y sacar
provecho de las dificultades y reveses del imperialismo estadounidense. Pero
las tendencias globales subyacentes y los acontecimientos imprevistos, internos
y externos, de este bloque afectarán el ritmo, dirección y papel más enérgico
de la UE.
PRÓXIMAMENTE, Parte 4: Un imperialismo ruso
resurgente
Notas
1. Sobre el conflicto
entre el imperialismo occidental y el fundamentalismo islámico y cómo se oponen
entre sí mientras que se refuerzan mutuamente, ver Bob Avakian, Forjar
otro camino, www.revcom.us. [back]
2. Para más detalles
sobre el desarollo y la naturaleza de la UE, ver Peter Dicken, Global
Shift, quinta edición (Nueva York: Guilford, 2007), capítulo 6; y Jozsef
Borocz y Mahua Sarkar, “What is the EU?,” International Sociology,
junio de 2005, Vol. 20 (2), pp. 153-73. [back]
3.
Ver Dick Marty, Secret Detentions and Illegal Transfers of Detainees Involving
Council of Europe States: 2nd Report (7 junio 2007), http://assembly.coe.int.
[back]
4. Un análisis
marxista de los orígenes y la lógica del neoliberalismo se halla en David
Harvey, Neoliberalism (Londres: Oxford: 2005). [back]
5.
Perry Anderson, “Depicting Europe,” London Review of Books, 20
septiembre 2007, www.lrb.co.uk.
[back]
6.
Anderson, “Depicting Europe.” [back]
7.
Sobre la UE y Europa oriental, ver Dorothee Bohle, “The EU and Eastern Europe:
Failing the Test as a Better World Power,” Socialist Register 2005: The
Empire Reloaded (Londres: Merlin, 2004), pp. 300-12; Jozsef Borocz,
“How Size Matters: The EU as a Geopolitical Animal,” 2005, http://web.uvic.ca/europe.
[back]
8.
Markus Euskirchen, Henrik Lebruhn y Gene Ray, “The Changing European Border
Regime,” Monthly Review, noviembre de 2007, pp. 41-42; [back]
9. Sobre la biometría
y el “control de la inmigración”, ver “Special Report on Migration,” The
Economist, 5 enero 2008, pp. 8-10 [back]
10.
Dominiqe Moisi, “Reinventing the West,” Foreign Affairs, noviembre-diciembre
de 2003, www.foreignaffairs.org.
Sobre la mayor
rivalidad entre Estados Unidos y la UE desde la guerra de Kosovo de 1999, ver
Kees Van Der Pijl, Global Rivalries From the Cold War to Iraq (Londres:
Pluto, 2006), pp. 287-90. [back]
11.
Quentin Perret, “Wither Gazprom? The EU and Russia’s Gas,” www.diploweb.com,
1 noviembre 2007. [back]
12.
John Vinocur, “For Schroder and Putin, Linkup No Coincidence,” International
Herald Tribune, 3 enero 2006. [back]
13. Sobre las
inversiones de la UE en energéticos en África, ver Michael T. Klare, Rising
Powers, Shrinking Planet (Nueva York: Metropolitan Books, 2008), pp.
155-57. [back]
14.
Ver el resumen, Adam Posen, comp., The Euro at Five: Ready for a Global
Role? Informe especial 18,
Peter G. Peterson Institute for International Economics, 2005, www.iie.com. [back]
Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las
grandes potencias: Lo que está pasando y qué consecuencias podría traer
PARTE
4: EL RESURGIMIENTO DEL IMPERIALISMO RUSO
Raymond Lotta
He aquí la cuarta
entrega sobre los importantes cambios que se están operando en la economía
mundial imperialista, y algunas implicaciones geopolíticas mayores.
El análisis empieza
repasando las recientes tendencias e importantes sucesos en la economía
mundial, seguido de un examen del ascenso de China en el sistema mundial y su
mayor capacidad de proyección de poder en el mundo, y de la Unión Europea y su
surgimiento como bloque imperialista altamente integrado, coordinado y con
mayor agresividad.
Estados Unidos sigue
siendo la potencia imperialista dominante en el mundo en los frentes económico
y militar. Es el guardián del orden capitalista mundial que beneficia, al menos
por el momento, a todas las grandes potencias. Pero se está debilitando su
posición mundial. A su vez, crece el potencial de que varias potencias, o
alianzas de potencias, representen desafíos internacionales más formidables al
imperialismo estadounidense, en los frentes económico y estratégico.
El ascenso de China es
quizá el movimiento tectónico más importante en el terreno económico mundial,
pero el resurgimiento del imperialismo ruso es quizá el cambio más dramático e
inesperado.
Hace una década, la
economía rusa estaba casi postrada. Hoy, la clase dominante rusa maneja un
creciente poder económico en el mundo e impulsa una agenda estratégica que
entra en conflictos más agudos con el imperialismo estadounidense.
I. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA, TRANSICIÓN ECONÓMICA Y
CRISIS: 1991-1998
Por unos 35 años, la
Unión Soviética fue una sociedad auténticamente socialista. La revolución
soviética de 1917 dio origen a una economía que no estaba basada en la
explotación. Tomó medidas radicales e inspiradoras para arrancar de raíz la
opresión de la mujer y obtener la igualdad entre nacionalidades. Pero la Unión
Soviética dejó de ser socialista a mediados de los años 50.
Una nueva clase
burguesa subió al poder y transformó la sociedad en una forma específica de
capitalismo-imperialismo. En ella, una burguesía estatal explotaba a la fuerza
de trabajo asalariado, y la competencia entre los bloques de capitales se daba
en el marco de la propiedad estatal. Cuando se derrumbó la Unión Soviética en
1991, también se vino abajo el capitalismo de estado.
La guerra fría entre
Estados Unidos y la Unión Soviética tocó fin con el ocaso y la desintegración
de la Unión Soviética. Constituyó un cambio decisivo en la situación mundial.
Generó nuevas oportunidades estratégicas y económicas para el imperialismo
estadounidense: para hacer inversiones, solucionar conflictos en varias partes
del mundo (como la lucha en Sudáfrica) a su favor y extender su alianza militar
principal, la OTAN, hacia Europa oriental.
En Rusia, un nuevo
régimen, liderado por Boris Yeltsin y con el apoyo de Estados Unidos, procuró
reestructurar la economía de manera similar a los organismos y las prácticas de
los países capitalistas occidentales. Abrió sus puertas de par en par a los
inversionistas occidentales. Una nueva Rusia estaba surgiendo en el marco del
dominio mundial estadounidense.
A). Reformas económicas en los años 90
El régimen de Yeltsin,
ante presiones y ayuda de asesores occidentales y el Fondo Monetario
Internacional dominado por Estados Unidos, llevó a cabo diversas reformas para
remozar la economía y estimular el crecimiento. Eliminó la reglamentación de
los precios, tales como los subsidios especiales y los controles del gobierno
sobre los precios. Apoyó el establecimiento de mercados financieros y de
valores. Presidió un enorme programa de privatización, que vendió las empresas
estatales a precio de remate a inversionistas particulares y grupos de
inversión. Recortó los gastos sociales.
El FMI facilitó
créditos y préstamos a condición de que el gobierno impusiera y llevara a cabo
esta “terapia de choque”.
La privatización tuvo
los efectos más arrolladores de las reformas. En la ex Unión Soviética, se
realizaron las actividades financieras, comerciales e industriales sobre todo
por medio de empresas estatales. En 1997, el sector privado generaba más del
70% de la producción económica de Rusia.
Nacieron muchas nuevas
empresas particulares, pero el control cayó en manos de una nueva capa poderosa
pero pequeña de acaudalados inversionistas y empresarios. Sacó enormes
ganancias y acumuló enormes riquezas de la compra, venta y consolidación de los
derechos a la propiedad de las antiguas empresas del estado.
La veloz
reestructuración de la economía rusa no dio pie a su crecimiento y
recuperación. Los préstamos e inversiones directas del extranjero no entraron
al grado que anticipaban los gobernantes. Dispararon la corrupción y las
ganancias especulativas cortoplacistas. Se agravaron las riñas intestinas en la
clase capitalista. Cayeron bruscamente las inversiones industriales. Rusia
entró en crisis.
Las cifras son
sorprendentes: de 1991 a 1997, la producción económica de Rusia cayó en más de
40% (o sea, más de lo que pasó en Estados Unidos durante la depresión de los
años 30). La tasa de desempleo promediaba de 13 a 15%.
En la población
general, cundieron los efectos duros de la “terapia de choque”. Aumentaron de
manera importante las disparidades salariales. El deterioro de los servicios
públicos básicos y la dislocación generalizada generaron un fuerte aumento del
crimen, enfermedades mentales y la tasa de suicidio. La esperanza de vida cayó
de 70 a 65 años, que no tiene precedente en las sociedades industriales
modernas en tiempos de paz.
B). Factores internacionales y la crisis de 1998
He aquí la dinámica
que operaba: la economía ineficiente y caótica de Rusia no podía “enchufarse”
de manera competitiva y rentable a la economía mundial; a su vez, la
inestabilidad de la economía capitalista mundial pesaba en Rusia.
En el verano de 1997,
una gran crisis financiera sacudió al este de Asia. Los inversionistas se
retiraron de los mercados de divisas, acciones y bienes raíces. Aumentaron las
presiones sobre Rusia. Ésta tuvo por pagar préstamos de bancos y gobiernos de
otros países, pero había pocos indicios de crecimiento económico.
Rusia no pudo hacer
los pagos de sus préstamos. Se erosionaba rápidamente la confianza de los inversionistas.
El 13 de agosto de 1998, colapsaron los mercados de divisas, bonos y valores.
La moneda rusa, el rublo, se devaluó en un 60% en unos cuantos meses. Quebraron
cinco de los diez bancos principales. Cayeron los salarios reales dos tercios.
Yeltsin perdió casi toda credibilidad.1
Cabe dar un paso atrás
para ver la situación en perspectiva histórica.
El colapso del bloque
imperialista liderado por la Unión Soviético en 1990-1991 abrió paso a una
nueva ola de globalización bajo el dominio estadounidense. Los mercados y las
regiones del mundo, tal como el antiguo bloque soviético, se abrieron más a los
capitales imperialistas. Se estaba desarrollando una economía manufacturera
mundial integrada basada en la mano de obra barata, y China se transformaba en
la “maquiladora” para el capitalismo internacional.
El capitalismo
monopolista ruso se incorporó en esta economía mundial más globalizada pero con
dos desventajas. Primero, se incorporó desde una posición de debilidad
interna. La economía rusa estaba plagada de algunas ineficiencias
industriales que quedaban de los años 70-80, y la privatización y la
desregulación de los precios de los años de Yeltsin tuvieron, al comienzo, efectos
desestabilizadores.
Segundo, el contexto
internacional externo les era desfavorable al capital ruso. Por la
turbulencia de los mercados financieros internacionales, era difícil
estabilizar el rublo y atraer inversiones de otros países. En el mercado
mundial, había bajos precios del petróleo, el gas natural y otras materias
primas, que son mercancías que abundan en Rusia. Todo eso restringió la
capacidad rusa de aumentar sus ingresos por concepto de exportación.
En los años 90, el
imperialismo estadounidense bajo el presidente Clinton tomó medidas agresivas
para limitar el margen de maniobra del imperialismo ruso. Específicamente,
Clinton presionó para que la OTAN, la alianza militar liderada por Estados
Unidos en Europa occidental, se expandiera hacia los países del antiguo bloque
soviético en Europa oriental y el Báltico y que los incorporara a sus filas.
II. LA PRESIDENCIA DE PUTIN: UN NUEVO PROYECTO
IMPERIAL EN UN AMBIENTE MUNDIAL CARGADO Y DIFERENTE
La crisis financiera
de 1998 fue una especie de punto de viraje. La economía rusa tocó fondo. La
lucha interna de la clase dominante rusa se intensificaba, sobre cuestiones de
control y administración económicos, y de política y postura internacional. En
ese marco, empezó a configurarse “una nueva postura de contienda, capitalista
pero con la restauración de la primacía de la dirección estratégica del estado
y una ideología en general ‘euroasiática’ [menos orientada hacia el
Occidente]”.2
A). Una reestructuración
Vladímir Putin planteó
y luchó por esta nueva orientación.
En lo político y
económico:
- Reconstruir el poder del estado ruso.
- Romper el poder de quienes las fuerzas de
Putin llamaban las “nuevas oligarcas”, o sea, el nuevo sector de
inversionistas acaudalados; arrebatarles el control de sus propiedades, en
particular las compañías de gas y petróleo; y reestablecer un fuerte control
estatal sobre los sectores energético, bancario y de comunicaciones (para
amortiguar a la oposición).
- Dar prioridad a las industrias de materias
primas, como el gas natural y el petróleo, y metales y minerales, y
aprovecharse económica y estratégicamente de la creciente demanda mundial
de materias primas industriales. Rusia tiene las mayores reservas
mundiales de gas natural y es el segundo productor mundial de petróleo.
- Reactivar la industria militar paraestatal y
aumentar su participación en el mercado mundial de armamento, y expandir y
reestructurar la financiación de las fuerzas armadas nacionales.
En lo geopolítico:
- Reestablecer la influencia rusa en la región
que los gobernantes rusos llaman el “exterior cercano”. Se trata de países
como Georgia y Ucrania, y otros del Cáucaso y Asia central, que fueron
parte de la antigua Unión Soviética, pero se independizaron tras su
colapso.
- Contrarrestar el imperialismo estadounidense
“mirando hacia el Oriente” (a China) para una alianza geopolítica, y
“mirando hacia el Occidente” para amarrar relaciones geopolíticas con la
Unión Europea, el bloque económico-política dirigido por las potencias
imperialistas oesteeuropeas.
En lo ideológico,
Putin quería avivar un ambiente y movimiento político de chovinismo nacional
para crear una base social para el imperialismo ruso resurgente.
B). El entorno internacional
Una combinación de
factores internacionales favorables posibilitó que Putin ejecutara ese
programa: el mayor precio de energéticos; el crecimiento rápido de la economía
china; y la ampliación de la Unión Europea, la consolidación del euro (su
moneda) y su papel creciente en transacciones internacionales, como el petróleo
(ver la parte 3 de esta serie, “La Unión Europea como potencial rival al
dominio de Estados Unidos” en Revolución #138, 3 de agosto,
2008, en revcom.us).
Al mismo tiempo, otro
factor internacional le presentó a la clase dominante rusa una nueva necesidad.
El régimen de Bush se
había aprovechado de los ataques del 11-S para lanzar una guerra por un imperio
estadounidense mayor, bajo el pretexto de una “guerra contra el terror”. El
objetivo de esa “guerra ilimitada” ha sido asegurar la dominación
estadounidense del mundo por muchas décadas más. Su primera acción fue derrocar
al régimen del Talibán de Afganistán.
Como parte de los
preparativos para la guerra de Afganistán, Washington empezó a establecer bases
militares en varios países de Asia central. Ahora el imperialismo
estadounidense estaba justo en la frontera rusa, con una mayor capacidad militar
de ejercer su influencia mucho más allá de Afganistán, e intensificaba la
contienda por el control de la producción y transporte del petróleo y gas
natural en Asia central.
III. EL RESURGIMIENTO ENERGÉTICO Y MILITAR
De 1999 a 2007, la
economía rusa creció en un 7% al año, más que cualquiera de los otros países
industrializados importantes del G-8. La bolsa de valores rusa tiene una de las
tasas de crecimiento más rápidas del mundo.3 Hoy, Rusia tiene las
terceras reservas mundiales de divisas, después de China y Japón. Tiene
reservas de divisas en dólares, euros y otras monedas importantes por concepto
de la exportación y de varios flujos de capital, y sus decisiones de vender
dólares o guardarlos pueden influir en el poder internacional del dólar de una
manera significativa.4
La reactivación de la
economía rusa se debe a dos factores relacionados.
Primero, el precio del
mercado mundial para el petróleo, el gas natural y otras materias primas subió
durante la primera década del nuevo milenio, y las ganancias rusas de
exportación se dispararon como consecuencia.
Segundo, el
crecimiento de las exportaciones ha estimulado la economía rusa más allá de los
sectores de materias primas; ha reactivado una parte de la capacidad industrial
ociosa de antes de 1991. Las ganancias de las exportaciones también han
posibilitado la importación de equipo y tecnología avanzados para actualizar,
en parte, esa capacidad industrial anticuada.
Un especialista
progresista en asuntos rusos parece tener razón al decir que un elemento básico
del proyecto imperial de Rusia es “usar los recursos del país como palanca para
desempeñar un mayor papel en los asuntos mundiales y forjar mayores
oportunidades para la internacionalización de los capitales rusos”.5
A). Los energéticos como sector estratégico
Mientras la economía
rusa repuntaba, Putin supervisaba la consolidación de los sectores de gas
natural y petróleo. Estableció el control estatal de las nuevas fuentes de
energéticos más prometedoras del lejano oriente del país y estrictas
condiciones de operación para las compañías energéticas de otros países.
Gazprom, la compañía
de gas natural, es el eje del estratégico sector energético de Rusia.
Contribuye el 8% del producto interno bruto del país. El gobierno tiene la
mayoría de las acciones. Dmitry Medvedev, quien a principios de 2008 le siguió
a Putin como presidente de Rusia, antes era el presidente de Gazprom.
Gazprom es la mayor
compañía productora de gas natural del mundo. Es la tercera compañía del mundo,
después de Exxon-Mobil y GE. Controla de un cuarto a un tercio de las reservas
mundiales de gas natural y tiene la mayor red de gasoductos del mundo.6
Mediante Gazprom,
Rusia controla las rutas de suministro y exportación de gas natural del mar
Caspio y Asia central a Europa. Tiene una serie de acuerdos con los gobiernos
de Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Gazprom también ha
estado aumentando su presencia directa en el mercado europeo, mediante la
compra de compañías oesteeuropeas o de acciones en esas compañías, la
construcción de infraestructura y lo que se llaman “permutas de valores”, en
que el capital oesteeuropeo compra valores en los campos petrolíferos y de gas
natural rusos, mientras Rusia compra valores de centros de transporte y de
producción oesteeuropeos.
Europa occidental
depende de Rusia para casi el 25% del gas natural que consume. Para 2010, el
Gasoducto Noreuropeo que va debajo del mar Báltico será un lazo adicional entre
Rusia y Alemania. Rusia, a su vez, necesita el mercado europeo, pues Europa
compra el 75% de las exportaciones rusas de petróleo crudo.7
Rusia bajo Putin
quiere ampliar su influencia en Europa amarrando tratos energéticos de largo
plazo y debilitando la alianza entre la OTAN y la UE. La cooperación
industrial-tecnológica entre Rusia y EADS, la compañía aeroespacial
oesteeuropea, va en aumento y Rusia quiere adquirir más acciones.
Por otra parte, unas
fuerzas de la Unión Europea se preocupan que la creciente dependencia en los
energéticos rusos pueda limitar su libertad de acción, y la UE ha estado buscando
diversificar sus fuentes energéticas al mismo tiempo que sus lazos económicos
con Rusia se han profundizado.
Rusia ha utilizado los
energéticos como arma política. Por un rato en enero de 2006, dejó de
suministrarle gas natural a Ucrania. Ucrania fue una república de la antigua
Unión Soviética, pero es ahora un estado independiente que busca ingresar a la
OTAN.
B). Las dimensiones militares
El gobierno de Putin,
con las arcas forradas de ganancias de las exportaciones, aumentó el
presupuesto militar. Rusia ahora tiene el tercer presupuesto militar del mundo
(cuando se lo mide en términos de su poder adquisitivo relativo).8
De 2003 a 2007, Rusia
fue el segundo vendedor mundial de armamento, siguiendo de cerca a Estados
Unidos.9 Depende mucho de la
exportación de armas para mantener su base industrial y tecnológica. La
producción de armamento es un sector en que el gobierno de Rusia ha
desarrollado y desplegado una tecnología de punta.
La venta y la
transferencia de armas es también una manera en que Rusia extiende su
influencia geopolítica por Asia central, el Medio Oriente y Latinoamérica.
(Venezuela es un cliente importante). La entrega de sistemas avanzados de armas
al gobierno de Irán le ha permitido a Rusia extender su presencia en el Medio
Oriente e influir en la libertad de acción de Estados Unidos hacia Irán sin
confrontar directamente al imperialismo estadounidense.
C). La realidad
La reactivación de la
economía rusa no ha llevado a una sociedad más justa.
En algunos sectores
industriales, obligan a los obreros a trabajar muchas horas extras. Han
recortado o eliminado pensiones de jubilación. Tras la reactivación económica,
han subido los ingresos y los salarios, pero persiste mucha desigualdad social.
En 2005, el promedio de ingresos del 10% más rico de la población era 15 veces
mayor que el del 10% más pobre. Este año, Forbes informó que
Rusia cuenta con 87 multimillonarios con un patrimonio total de medio billón
(500 millón de millón) de dólares, o, el segundo del mundo en número de
multimillonarios, después de Estados Unidos.10
Uno de los secretos
sucios de la recuperación de Rusia es que los trabajadores inmigrantes juegan
un papel cada vez más importante en el funcionamiento de la economía. Según
algunos cálculos, hay 14 millones de trabajadores extranjeros legales e
indocumentados en Rusia, lo que equivale al 10% de la población.11 Los ataques racistas e
incidentes anti-inmigrantes están en aumento.
La falta de servicios
médicos sigue siendo un problema social importante. Aún en 2005, uno de cada
cinco hospitales en Rusia carecía de agua caliente y tratamiento de aguas
residuales.12
Prospera la economía
informal, entrelazada con el crimen organizado. Rusia es un punto de tránsito
importante para la industria internacional del sexo.
IV. LA RIVALIDAD ENTRE LAS GRANDES POTENCIAS EN
ASIA CENTRAL: LA CONEXIÓN CHINA
Rusia es única entre
las potencias imperialistas importantes porque no depende de la importación de
energéticos. Pero como toda potencia imperialista, tiene una necesidad de
expandirse en el mundo. En particular, controlar la producción de energéticos y
los gaso- y oleoductos centroasiáticos es un elemento fundamental para su
expansión económica y su acumulación de poder estratégico.
Al mismo tiempo, el
imperialismo estadounidense tiene sus propios planes y programa para expandir
su influencia y control, y contrarrestar la influencia rusa, en Asia central y
la región del mar Caspio.
A). Rivalidad en energéticos
La región del mar
Caspio la componen ocho países nuevos que se formaron cuando se desintegró la
Unión Soviética, entre ellos Azerbaiján, Georgia y Kazajstán, más Rusia e Irán.
Tiene la potencial de ser un productor importante de gas natural y petróleo en
la próxima década. Ha atraído considerables inversiones de las petroleras
internacionales.
Hasta ahora, el
imperialismo ruso ha tenido un acceso privilegiado a los recursos energéticos
de Asia central y un monopolio casi perfecto del transporte de gas natural de
esa región. Pero últimamente se está intensificando la competencia sobre el
control del movimiento del petróleo y gas natural de la cuenca del mar Caspio
hacia los mercados en Europa y Asia.
Compañías
estadounidenses, oesteeuropeas y japonesas han colaborado para la construcción
del oleoducto BTC que transporta petróleo de Azerbaiján a Turquía por Georgia
sin tocar a Rusia. Estados Unidos ha financiado fuertemente y apoyado
políticamente ese oleoducto para reducir la influencia rusa.13
Rusia y Estados Unidos
se compiten intensamente en esta región, por medio de maniobras diplomáticas,
el establecimiento de bases militares, acuerdos sobre armamento, ejercicios
militares y alianzas de seguridad. Recientemente, la competencia imperialista
ha estallado en un conflicto militar abierto entre Rusia y Georgia, un aliado
estrecho de Estados Unidos.
Estados Unidos ha
protagonizado la transformación de Georgia en una cabeza de puente para el
imperialismo estadounidense y occidental en la región. Rusia, por su parte, ha
apoyado a regiones separatistas, y considera la región del Cáucaso y del mar
Caspio como una “zona de influencia especial”, cada vez más conforme la OTAN se
extiende hacia el este.
B). Alianza emergente entre Rusia y China
Tras grandes cambios
en la economía mundial y el crecimiento de rivalidades entre las grandes
potencias, el imperialismo ruso se ha aliado más estrechamente con China y su
economía capitalista más grande y dinámica.
China es el segundo
socio comercial de Rusia, después de Alemania. Su enorme peso financiero ha
hecho posible un número creciente de empresas conjuntas de exploración entre
empresas estatales petroleras rusas y chinas en el Lejano Oriente de Rusia.
También es el principal cliente ruso para armamento desde hace 15 años.
Tanto Rusia como China
están maniobrando para posiciones en Asia central. Los dos han denunciado a
Estados Unidos por entrometerse y tratar de forjar una red de avanzadas para el
abastecimiento militar en la región. Tienen intereses mutuos de combatir a los
movimientos islámicos fundamentalistas que se oponen a los gobiernos en
funciones y propagan el separatismo.14
En 2001, se unieron
para formar la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), una alianza
militar y de seguridad en Asia central. Sus otros principales estados
integrantes son Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Irán e India
tienen estatus de observadores en la OCS.
La OCS ha cambiado la
dinámica en Asia central. En 2005, Rusia y China apoyaron al presidente
acuciado de Uzbekistán y a su represión de toda protesta. De ahí Uzbekistán
corrió a las fuerzas estadounidenses del país. En 2005, la OCS condujo sus
primeros ejercicios militares en China, y el año pasado condujo sus primeros
ejercicios militares en Asia central.15
La OCS representa un
cambio importante en las relaciones internacionales.
V. CONCLUSIÓN: UNOS TEMAS Y CUESTIONES PARA
CONSIDERAR
Ante el resurgimiento
del imperialismo ruso, se plantean varios temas y cuestiones:
- El imperialismo ruso se ha beneficiado del
pico de largo plazo en el precio de energéticos. Pero su estructura
económica tiene un sesgo hacia la exportación de energéticos (y su
industria energética también requiere considerable renovación
tecnológica). ¿Qué pasaría si se disminuyen o se desploman los precios de
energéticos? Queda claro que los arreglos económicos actuales no
servirían. Rusia ha acumulado reservas de divisas, y el rublo se ha
fortalecido al ritmo del aumento del precio de energéticos. La crisis del
rublo de 1998 devastó la economía rusa. ¿Qué tan seguras están las
estructuras financieras de este imperialismo resurgente?
- La industria rusa aún no funciona al nivel del
costo ni de la calidad del mercado mundial, y no recibe la inversión
necesaria para producir a ese nivel, lo que es el punto débil de la
formación de capital rusa que limita su alcance y competitividad
internacional.
- La relación entre Rusia y la Unión Europea
(UE) es compleja y contradictoria. Si la UE llegara a vincularse más estrecha
y estratégicamente con Rusia y así reuniera su fuerza económica muy
superior con la capacidad militar superior rusa, eso podría cambiar de
manera cualitativa la configuración entre las grandes potencias en el
mundo. De hecho, parte del motivo estadounidense por penetrar más
agresivamente en Asia central es limitar los vínculos entre Rusia y la UE
en energéticos.
- ¿Si se tambaleara la economía rusa, cómo
afectaría eso sus lazos con China? Si de repente se diera una sacudida
inesperada y repentina en China, lo que podría incluir trastornos
políticos o sociales, ¿cuál sería el impacto sobre la situación
internacional general, p.e., los cálculos estratégicos de Rusia?
- Por otro lado, si Rusa siguiera creciendo,
empezando a modernizar su base industrial e impulsando su agenda global,
¿cómo reaccionaría o actuaría “de manera preventiva” el imperialismo
estadounidense ante los retos que percibiría de Rusia y de un emergente
bloque de China y Rusia?
La economía y la
política globales están en un gran estado de cambio. Se están dando movimientos
dramáticos en el terreno sobre el cual se rivalizan las grandes potencias y
sobre el cual se desarrollan las luchas sociales, de clase y revolucionarias.
PRÓXIMAMENTE, Parte 5: Japón e India
Notas
1. Un análisis de los
años de Yeltsin y la crisis 1998 se halla en Gregory L. Freeze, comp., Russia:
A History (Oxford: Oxford University Press, 2002), capítulos 14 y 15. [back]
2.
Kees van der Pijl, Global Rivalries: From the Cold War to Iraq (Londres:
Pluto, 2006), p. 356. [back]
3. Más sobre la
economía rusa después de 1999 se halla en Vladimir Popov, “Resurgent Russian
Economy?”, International Journal, primavera 2008; y Lucio Vinhas de
Souza, A Different Country: Russia’s Economic Resurgence (Bruselas:
Centre for European Policy Studies, 2008), www.ceps.eu. [back]
4. Un análisis
detallado del fortalecimiento del rublo y cómo eso podría afectar el régimen
internacional del dólar se halla en Juliet Johnson, “Forbidden Fruit: Russia’s
Uneasy Relationship With the U.S. Dollar”, Review of International
Political Economy, 15:3 (agosto 2008). [back]
5.
Tony Wood, “The Putin Era,” New Left Review, marzo-abril 2007 (44),
p. 68. [back]
6. La posición de
Gazprom como tercera corporación del mundo en tamaño se basa en su
capitalización en el mercado. Ver Souza, Russia’s Economic
Resurgence, pp. 73-82. [back]
7.
Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook 2004 (París:
AIE, 2004), p. 284; Michael Richardson, “Russia Puts Energy Importers Over a
Barrel”,YaleGlobal On Line, 10 julio 2007, www.yaleglobal.yale.edu. [back]
8. Military
Expenditure: SIPRI Yearbook 2008: Armaments, Disarmament and International
Security (Oxford: Oxford University Press, 2008), Apéndice 5A. [back]
9. The
Economist, “The World's Biggest Arms Exporters”, 26 julio 2008,
www.economist.com. [back]
10.
Dmitri Trenin, “Getting Russia Right”, The Globalist, 8 mayo 2008,
www.theglobalist.com; Luisa Kroll, “World’s Billionaires”. Forbes.com, 5 marzo 2008. [back]
11. Datos de la
Dirección Federal de Migración de Rusia, citados en Vinhas de Souza, Russia’s
Economic Resurgence, p. 92. [back]
12. Economist
Intelligence Unit, Russia Country Profile 2006, p. 24. [back]
13. Más sobre la
rivalidad entre Estados Unidos y Rusia en la región del mar Caspio se halla en
Michael T. Klare, Rising Powers, Shrinking Planet (Nueva York:
Metropolitan Books, 2008), capítulo 5. [back]
14. Más sobre las
relaciones entre China y Rusia y las maniobras hacia una alianza se halla en
Andrew Kuchins, “Russia and China: The Ambivalent Embrace”,Current History,
octubre 2007; y Alexei D. Voskressenski, “The Rise of China and Russo-Chinese
Relations in the New Global Politics of Eastern Asia” (2007), en línea. [back]
15. Un análisis de los
ejercicios militares de la Organización de Cooperación de Shanghai de 2005 y
2007 se halla en Roger N. McDermott, The Rising Dragon: The SCO Peace
Mission 2007, Occasional Paper, www.jamestown.org. [back]
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