miércoles, 15 de febrero de 2012

LA PRENSA EN EL PERÚ


Por Gary Alminagorta

La palabra “basura” es una palabra extremadamente ofensiva y vulgar. Por ejemplo, si a mí me dijeran “basura”, me enojaría muchísimo a tal punto que respondería dicho insulto no solamente con similares o peores adjetivos, sino que iría a enfrentarlo físicamente, o, es más, si tuviera un arma, iría contra él y lo mataría. Ninguna persona puede ofender a otra con semejante palabra grotesca ni siquiera a modo de broma.
Sin embargo, al escuchar a algunos hombres hablando a favor del pueblo (con los cuales concuerdo) y tildar a la prensa de “prensa basura”, refiriéndose a la televisiva, escrita y radial, que nos bombardean a diario con sus tragedias, sus chismes, sus obscenidades o sus temas ridículos, carentes de importancia para una gran parte de población educada, entonces reflexiono: ¿qué dirá la prensa al decirle “basura”? La respuesta es simple: nada, no se inmuta, no hace caso, ni le interesa, ¿y si le dijéramos muchas veces y por varios años esta palabra repugnante? No respondería nada, todo seguiría igual, nada le interesaría. ¿Qué hacer entonces para que los medios de comunicación no apabullen nuestro ser, no desintegren nuestra sensibilidad, nuestra personalidad, nuestro optimismo por la vida y llegar incluso hasta el extremo de perder nuestra esencia de ser humano racional y con valores. ¿Qué hacer?, pregunto, ¿qué hacer? Dime tu propuesta para ver si coincidimos y encontramos una solución.

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