lunes, 30 de octubre de 2017

DIRECTOR GENERAL DE CENSOS Y ENCUESTAS DE INEI DEBE RENUNCIAR. IGUAL QUE DIRECTORES DE CARTOGRAFIA Y DE CENSOS Y ENCUESTAS DE HOGARES.

Y CENSO DEBE ANULARSE. PORQUE NO SE PRONUNCIAN EL COLEGIO DE SOCIOLOGOS Y EL DE ESTADISTICOS?

Entre 2014 al 2016 se tenía que haber modificado la cartografía censal del 2007 a fin de que las áreas del censo- AEU (Área de Empadronamiento Urbano) y AER (Área de Empadronamiento Rural) sean objetivas y sirvan para que los resultados del Censo en su versión XII de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Campesinas Censo obtenga la precisión y objetividad necesaria.
Para ello la Dirección de Cartografía y Geografía del INEI tenía que superponer la data cartográfica del 2007 con la última que el Google earth brinda para que las AEU y AER sean las que existan en la realidad. Habrá existido ello? Alguien verifica en el INEI que se actualice dicha data? Trabajará ésta Dirección de Cartografía y Geografía con las Municipalidades que Aprueban las licencia de construcción que les permita conocer los lugares donde se están aprobando proyectos habitacionales? Dicha Dirección actualizará su data cada vez que el google earth realiza sus actualizaciones de data geográfica?.
Con esa data cartográfica y la necesaria proyección de población y de hogares- labor de la otra Dirección de Censos y Encuestas de Hogares- debe de haberse proyectado la cantidad de cedulas- para ver número de hogares a censar según unidades de vivienda- a utilizar así como determinarse el número de empadronadores, etc.
Pero a tenor de lo que ocurrió el día del censo el pasado 22 de octubre, no se hizo.
Y eso implica responsabilidad ya no sólo del Jefe del INEI- obligado a renunciar- sino del Director General de Censos y Encuestas como del Director de Cartografía y Geografía como del Director de Censos y Encuestas de Hogares.
Porque hasta hoy PPK-Araoz no han retirado también a estos tres funcionarios, uno de los cuales- el Director de Censos y Encuestas- brinda declaraciones que prueban su total incompetencia?
La responsabilidad es mayor de estos funcionarios pues ya en campo propiamente con los jefes de sección, zonas y distritos, etc. con los cuales han trabajado en los meses previos tampoco han actualizado la data cartográfica ni de hogares.
Y es que para corregir este gravísimo error- si a diciembre no tenían data cartográfica ni de hogares mínimamente actualizada- antes de desarrollar el Censo, los jefes de sección, de zonas y de distrito tenían que haber corregido físicamente la data cartográfica y de hogares con los resultados de contrastarla en sus visitas de campo. Ni unos seguro les requirieron ni estos jefes tampoco lo hicieron.
Porque los funcionarios INEI no tomaron sus precauciones? Es que nadie se percató que ya existían más edificios en Lima y en el país? En las capacitaciones a los jefes de sección, zonales, distritales, nadie le dijo nada?
Ello trajo luego que el día del censo tanto en viviendas de un piso como de más no se censara a la totalidad de hogares allí existentes con lo cual nadie garantiza que los datos censales, especialmente en Lima, estén distorsionados totalmente. Y si a ello sumamos que el mismo día del censo no se hizo en los hogares censados buena labor- incluso se ha detectado que se ha estado llenando las fichas censales luego de salir de los hogares censados- ameritaría que el censo del 2017 deja mucho que desear.
Y eso amerita que el censo del 2017 se anule.
Por otro lado ante esta gruesa incapacidad de tres unidades orgánicas- la Dirección General de Censos y Encuestas y las Direcciones Ejecutivas de Cartografía y Geografía como la de Censos y Encuestas de Hogares- del INEI no haya actuado conforme a sus atribuciones, hay también la necesidad, de reorganizar el INEI.
No basta que solo se designe un nuevo Jefe del INEI.
Lo hará el denominado gobierno de “tecnócratas” de “lujo” de la derecha peruana?
Y a propósito porque ni la Comisión Consultiva de este Censo 2017 donde estaba Richard Web y el Colegio de Sociólogos o Estadísticos no dicen nada? O es que van a apañar un censo cuyos datos no serían confiables.


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